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Guía: Actualizaciones de PC y presupuestos reducidos, consideraciones

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Actualizaciones de PC

Ya hemos tocado anteriormente el tema de las actualizaciones de PC y hemos visto que es posible, por ejemplo, dar una segunda vida a equipos basados en plataformas LGA775 y AM2 con presupuestos muy reducidos.

Así, por apenas 100 euros podemos [pajarito]hacer una puesta a punto interesante[/pajarito] que nos permita seguir jugando unos cuantos años en condiciones más que aceptables.

Hoy queremos ir un poco más allá con esta guía general, en la que ofreceremos una serie de puntos base o claves que debemos tener en cuenta a la hora de valorar qué componentes vale la pena actualizar y en qué orden, siempre con el objetivo de utilizar el equipo para jugar, algo que resultará especialmente útil para todos aquellos que cuenten con presupuestos limitados o reducidos.

Sin más nos ponemos manos a la obra y como siempre os animamos a dejar cualquier duda o aportación en los comentarios.

Procesador

Para razonar mejor este punto vamos a partir de cuatro posibles situaciones diferentes:

  • Mi equipo tiene una CPU de doble núcleo antigua, como un Core 2 Duo o un Ahtlon: En este caso cambiar la CPU debe ser nuestra prioridad, incluso por encima de una renovación de GPU en la mayoría de los casos, salvo que utilicemos una integrada o una de muy baja potencia y sólo tengamos 2 GB de RAM
  • Tengo un PC con una CPU de cuatro núcleos antigua, como un Core 2 Quad o un Phenom: Cambiar la CPU deja de ser una prioridad de primer nivel, ya que haciendo un poco de overclock y llevando esos procesadores a los 3 GHz tendremos un conjunto bastante capaz. Eso sí, una puntualización antes de acabar, y es que en el caso de que tengamos un Phenom de primera generación deberíamos considerar el cambio a un Phenom II X4 y darle bastante prioridad.
  • En mi PC tengo instalado un procesador nuevo pero es un Core i3: La prioridad de cambio de CPU es baja, ya que en la mayoría de los casos ofrece un rendimiento muy bueno gracias a sus cuatro hilos. Por tanto, en estos casos deberíamos invertir, por ejemplo, en una GPU superior.
  • Finalmente si contamos con procesadores Core i5 o superior no tenemos necesidad real de actualizar la CPU, incluso en el caso de los más modestos, como por ejemplo los Core i5-760.

Memoria RAM

Al igual que en el apartado anterior partimos de varias situaciones tipo, ya que nos permite un desarrollo explicativo más claro.

  • Tengo 2 GB de RAM: En estos casos un aumento de RAM se convierte en una prioridad de primer nivel, ya que debemos contar con un mínimo de 4 GB para jugar con garantías.
  • Tengo 4 GB de RAM: Aquí la decisión depende de nuestro presupuesto y del resto de componentes, pero por lo general si tenemos una CPU de doble núcleo es mejor invertir en una de cuatro núcleos o actualizar nuestra tarjeta gráfica y quedarnos con 4 GB.
  • Tengo 6 GB o más: No hay necesidad real de instalar más memoria RAM, aunque en última instancia podríamos subir hasta los 8 GB.

Tarjeta gráfica

Actualizar la tarjeta gráfica reporta beneficios inmediatos y visibles, pero debemos mantener un equilibrio mínimo de componentes para poder sacarle partido realmente.

Existen diferentes posibilidades y por ello vamos seguir la estructura anterior.

  • Tengo una tarjeta gráfica integrada o de gama baja (GT 610 o Radeon HD 6450, por ejemplo): En estos casos lo ideal es convertirla en el objetivo principal de la actualización, siempre que contemos con una CPU de cuatro núcleos y un mínimo de 4 GB de RAM, como dijimos anteriormente. Si nuestro presupuesto es limitado y tenemos una CPU de doble núcleo y 2 GB de RAM es conveniente intentar repartir nuestro dinero en llevar la RAM a los 4 GB y adquirir una tarjeta gráfica nueva.
  • Tengo una tarjeta gráfica de gama media (Una GTX 560 Ti o una Radeon HD 6950, por ejemplo): La actualización deja de ser prioritaria y sólo debemos plantearnos su cambio si ya contamos con una cantidad de RAM suficiente y una CPU de cuatro núcleos.
  • Obviamente si nuestra tarjeta gráfica es de gama alta (GTX 770 o Radeon 280X, por ejemplo) no tenemos motivos reales para actualizar.

Consideraciones importantes:

  1. Una tarjeta gráfica de gama baja normalmente utiliza memorias DDR3, pero debemos tener cuidado por que existen rarezas con bus de 64 bits y memorias DDR5.
  2. Las gamas medias se identifican por la numeración X50 Ti, en el caso de NVIDIA, y R9 X70, en el caso de AMD, siendo X un número cualquiera (ejemplo: GTX 750 Ti, R9 270).
  3. Una tarjeta gráfica de gama alta no hará milagros en un juego que requiere una CPU de cuatro núcleos si nuestro procesador sólo tiene dos.
  4. Normalmente las gamas medias de nueva generación tienen un rendimiento muy cercano a las gamas altas de la pasada generación (por ejemplo una GTX 660 y una GTX 580).

Unidades de almacenamiento

Por lo general ocupan un lugar secundario, ya que si bien es cierto que el cambio a un SSD reporta una mejora importante en lo que respecta a la agilidad y funcionamiento general del equipo nuestro objetivo es jugar, y en ese campo sus beneficios no son comparables al de los otros componentes.

Así, una vez que tengamos un equipo que cumpla con el mínimo de 4 GB o 6 GB de RAM, según la capacidad de nuestra placa base, CPU de cuatro núcleos  y tarjeta gráfica de gama media podemos plantearnos actualizar nuestros discos duros.

  • Si tenemos un HDD de 5.400 RPM el cambio a uno de 7.200 RPM de nueva generación, como los WD Blue o Black, es una buena elección.
  • Si ya tenemos un HDD bastante rápido la compra de un SSD es una gran opción, aunque si nuestro presupuesto es reducido y por tanto sólo podemos acceder a una de baja capacidad lo mejor es dejar el HDD como unidad secundaria.

Notas finales y ejemplos

Quiero terminar con un ejemplo que nos ayude a aplicar todos los conocimientos que hemos adquirido en esta guía, pasando por tanto de la teoría a la práctica.

Como ya ilustramos el caso de actualizar un Core 2 Duo o un Athlon vamos a optar por partir de una configuración más actual.

Imaginemos que tengo un Pentium Dual Core G2020 con 2 GB de RAM, una GTX 650 Ti y un presupuesto de 200 euros para actualizar. Bien, mi prioridad debería ser la siguiente: Subir la RAM a 4 GB, algo que nos costará unos 20 euros si añadimos un módulo de 2 GB, y comprar un Core i5 3330, que podemos encontrar por ejemplo en Amazon a 166,36 euros.

Otro ejemplo: Tengo un Core i3 4130 con 6 GB de RAM y una GT 630 como tarjeta gráfica. Siendo mi presupuesto de de 150 euros debería destinarlo íntegramente a cambiar la tarjeta gráfica, optando por ejemplo por una Radeon R9 270X, ya que con esa RAM y el alto IPC y los cuatro hilos de ese procesador no tendré problemas.

Terminamos con otro ejemplo pero con AMD como referente: Tengo un FX-4100 basado en Bulldozer con 8 GB de RAM y una Radeon HD 7770. Si mi presupuesto fuera de 100 euros no valdría la pena tocar nada, debería seguir ahorrando hasta juntar un mínimo de 150 euros y cambiar la tarjeta gráfica, ya que aunque el procesador no es demasiado potente resulta suficiente para la mayoría de los casos. Una vez cambiada la gráfica deberíamos cambiar el procesador, siendo recomendable un FX 8320.

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