Intel recurre la multa de la UE

El fabricante de microprocesadores ha recurrido ante el tribunal europeo de primera instancia la multa de 1.060 millones de euros impuesta por la Comisión europea, la mayor de la historia aplicada a una compañía en casos de monopolio. Una sanción ejemplar, por infringir las leyes de competencia de la Unión, abuso de posición dominante y pago a cadenas minoristas y fabricantes de PCs para excluir del mercado a otras compañías, especialmente su competidor AMD, el precursor de la demanda.

"Creemos que la Comisión Europea malinterpretó algunas pruebas e ignoró otras”, indicó el portavoz de la compañía, Robert Manetta, en la presentación del recurso de apelación en el tribunal europeo con sede en Luxemburgo.

Intel tendrá que defenderse de acusaciones gravísimas, como condicionar rebajas de precios a fabricantes a cambio de que no usasen productos de la competencia o pagos directos para que retrasasen la comercialización de microprocesadores AMD.

Unas prácticas anticompetitivas que la comisaria de competencia, Neelie Kroes, estimó que “no podían ser toleradas”, acusando a Intel de “causar daño a millones de consumidores europeos buscando deliberadamente excluir a la competencia del mercado de los chips informáticos durante años”.

Intel se enfrenta además a las investigaciones de la Comisión de Comercio Federal estadounidense y a la oficina del fiscal general de Nueva York, que podrían iniciar acciones similares a la vista de las conclusiones del caso en Europa y si se confirman las acusaciones y la multa más importante en casos antimonopolio.