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Análisis

Xbox One

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Microsoft acaba de anunciar la nueva consola Xbox One, tercera generación de consolas de la compañía y sucesora directa de Xbox 360. Echemos un vistazo a las especificaciones técnicas que han sido anunciadas:

Especificaciones Xbox One:

  • Custom APU AMD:
    • CPU: AMD octo-core 64 bits (arquitectura Jaguar) fabricado en 40nm trabajando a 1,6 GHz con caché L2 de 4 Mbytes.
    • GPU: compatible DirectX 11.1 fabricada en 28nm y que trabajará a 800 MHz y con capacidades GPGPU para descargar a la CPU de diversas tareas. Este chip personalizado tiene nada menos que 5.000 millones de transistores, es decir, 10 veces más que la predecesora integrada en Xbox 360 y que promete un rendimiento de 8 veces la GPU de Xbox 360. Integra 32 Mbytes de memoria ultrarápida ESRAM para la interconexión CPU/GPU.
  • Blu-ray
  • 8 Gbytes de RAM DDR3
  • 500 Gbytes de disco duro
  • Entrada y salida HDMI (con posibilidades PVR)
  • USB 3.0
  • Wi-Fi N con conectividad Wi-Fi Direct
  • Soporte de control por voz

Una vez vistas las especificaciones vamos a hablar sobre las características y funcionalidades innovadoras de la nueva consola. La primera de ellas es que se puede manejar vía voz. Existe una serie de comandos de voz para acceder a distintas funcionalidades de la consola y que evitará que tengas que levantarte a por el mando en alguna ocasión.

La consola toma prestado en concepto de Windows 8 Snap Mode que permite mostrar dos aplicaciones en pantalla, dividiendo el área disponible entre las dos. Una de las aplicaciones que integrará la consola de Microsoft es Skype, un punto a tener en cuenta y que acercará Skype al salón de nuestro hogar.

Xbox One pretende ser el centro de ocio del salón y ello pasa sí o sí por lo que viene siendo la programación televisiva, es decir, con la consola podremos acceder a Xbox Guide, que no es más que una parrilla televisiva que nos permitirá acceder a los contenidos o canales que deseemos. Viene a ser la alternativa de Microsoft a Google TV.


Galería gentileza de Wired.

Uno de los periféricos de la consola que se renuevan es Kinect que pasa a poder grabar vídeo en resolución 1.080p a 60fps además de montar un gran angular que consigue aumentar la visibilidad un 60%. Además de ello se ha rediseñado el modo de funcionamiento ya que si bien el modelo anterior utilizaba un sensor infrarrojo y una luz con los que se creaba un mapa 3D en esta ocasión se hace uso de una luz infrarroja modulada y se calcula el tiempo de retorno, como si de eco se tratase, conociendo las formas de manera más precisa y rápida.

Kinect se ha adaptado también a nivel de micrófono ya que toda la interfaz puede ser controlada vía órdenes directas y también dentro de los juegos. En la demo no ha tenido ningún problema y no es el entorno óptimo para que funcione, por lo que en el hogar probablemente funcione perfectamente.

La consola tiene una garn potencia de proceso latente con su gra corazón, el APU AMD Jaguar y por ello Microsoft ha decidido permitir que varias aplicaciones o juegos puedan ejecutarse al mismo tiempo y podamos pasar de una a otra, es decir, podremos tener abierto Skype, Twitter mientras jugamos a un juego y pasar a ver los nuevos tweets o recibir una llamada Skype en cualquier momento tan rápido como puedes cambiar de canal en tu TV y todo ello también accesible vía control por voz, multitarea real en Xbox One.

Los de Redmond han decidido que Xbox One sea el centro neurálgico de nuestro salón gracias a la entrada HDMI que permitirá que el usuario disfrute de un dispositivo al que conectar sintonizadores de TDT, Canal+, etc e incluso llegar a disfrutar de funciones PVR.

 

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