Reforma fiscal para luchar contra las artimañas de las multinacionales

El tema de la evasión «legal» de impuestos por los grandes de la tecnología, donde encuadramos a gigantes como Google, Apple y Amazon, entre otros, es uno de los temas que más ampollas ha levantado actualmente y que, de hecho, podría llegar a tener consecuencias legales para Apple en Estados Unidos, país en el que se plantean una reforma con la que arreglar el entuerto y los quebraderos de cabeza que les produce la deficiente legislación fiscal en vigor.

Por desgracia España tampoco se libra de este tipo de prácticas ya que la existencia de paraísos fiscales como Irlanda, por ejemplo, unida a la falta de coordinación entre administraciones y a lo que se conoce como planificación fiscal agresiva, da lugar a que el nivel de tributación de dichas multinacionales en nuestro país sea mínimo.

Dicha planificación fiscal agresiva se entiende como el aprovechamiento de lagunas legales, de la falta de coordinación entre países y de cualquier otro defecto o fallo de la legislación vigente para conseguir, por ejemplo, que un mismo gasto sea objeto de deducción en dos países diferentes, o que incluso rentas que no han tributado en un Estado se declaren exentas en otro.

El caso es que el fisco español se ha planteado una reforma fiscal que abriría las puertas a la imposición de multas por ingeniería fiscal. Estas multas irían desde un 50% hasta un 150% del importe que haya sido objeto de «evasión legal», es decir, del importe objeto de discusión.

¿Qué podría evitarse con esta reforma? Las largas esperas que suponen los juicios por conflictos fiscales derivados del aprovechamiento de los fallos y lagunas expuestas, así como  las resoluciones normalmente injustas que conllevan ya que actualmente, en el mejor de los casos, si la empresa es condenada no recibe sanción alguna, sino que sólo tiene que abonar la cantidad por la que debió tributar.