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Google Fotos a fondo: ¿es tan bueno como parece?
El renacimiento de Google Fotos hace un par de semanas ha levantado mucho interés y conviene preguntarse, ¿es tan bueno como parece? ¿Qué ventajas tiene frente a servicios de la competencia? Y ¿qué hay de la privacidad? ¿Están a buen resguardo las fotos personales en los servidores del gigante de Internet? Diseccionamos la propuesta de una empresa cuyos productos suelen rozar el excelente en lo técnico, en lo práctico, pero que, da la sensación, se ha olvidado de aquel Don’t be evil que predicaba.
Si eres usuario de Google, Fotos está a tu disposición lo quieras o no. Se trata de un servicio de almacenamiento de imágenes y vídeos en la nube que vendría a heredar de una vez por todas el lugar de Picasa. Es accesible a través del navegador web o con las aplicaciones para Android y iOS y destaca por incluir un novedoso motor de búsqueda y organización inteligente, además de por ofrecer almacenamiento gratuito ilimitado, que se dice pronto. ¿A qué usuario de gatillo flojo no le puede interesar semejante oferta?
Antecedentes
Google Fotos no ha salido de la nada. Existía como servicio adicional a Google+ y con aplicación independiente para Android; la novedad ahora es que llega a iOS, estrena sitio web y se desliga de la red social, o comienza a hacerlo. También existía el almacenamiento ilimitado para imágenes de hasta 2048×2048 píxeles (unos 4,2 MP); ahora amplían el límite hasta los 16 MP, que en tamaño de imagen sería más del doble, resolución 4K; e incluyen vídeos hasta 1080p.
El porqué de la “deriva independentista” de Google Fotos hay quien lo explica con el fracaso de Google+ y la consiguiente necesidad de posicionar un servicio de almacenamiento de imágenes más allá de Google Drive. Concediendo que tal vez la red social no haya alcanzado el nivel esperado para lo que es Google y, muy especialmente, para todo el empeño que le pusieron -y que impusieron, nadie lo olvida-, tal vez es demasiado pronto para matar la plataforma. Hace poco más de un mes que Google+ implemento las “colecciones”. ¿Por qué seguir dedicando recursos a un proyecto condenado?
Es posible que Google+ no haya cumplido las expectativas y que la decisión de escindir Fotos de la red social se deba en gran parte a ello, pero al menos habría otra causa complementaria y definitiva, a juzgar por las palabras de Bradley Horowitz, vicepresidente de Streams -el corazón de Google+ como red social- y la división de fotos y que se resumirían en “el factor espeluznante”, que no es otro que el de la privacidad. Pero no privacidad entendida al modo actual, en plan gran hermano, sino privacidad a la antigua usanza, de guardar las fotos en sitio “privado”, no en una red social, con aparente exposición a todo el mundo.
Google quiere que el usuario contemple -y esto es casi literal en declaraciones de Horowitz durante la presentación del servicio el pasado Google I/O- Fotos como “un lugar privado, seguro y sagrado”. Es decir, que el usuario se sienta en Fotos como se sentía en Picasa; es decir, todo va de sensaciones, porque la seguridad de los contenidos personales es la misma en Google+ que en Fotos o cualquier otro servicio de Google, y por otro lado Facebook -también ofrece almacenamiento ilimitado- no parece tener problemas para que la gente acumule toneladas de fotografías de carácter personal.
Sea como fuere, la compañía de Internet se reafirma en que su interés por el momento no es monetizar Fotos con publicidad o de otra forma y asegura que cada usuario tiene su propia base de datos, por lo que toda información sensible, como por ejemplo el reconocimiento facial, nunca es compartida, sino que permanece privada. Tan privada como los correos de Gmail, se podría añadir.
Almacenamiento y calidad
Google Fotos ofrece almacenamiento ilimitado gratuito de imágenes… y por supuesto tiene trampa, nada dañina una vez la conoces. La trampa es que al ingresar por primera vez se da a elegir -se puede cambiar en las opciones- entre guardar las fotografías originales, en cuyo caso se cargarán en los 15 GB de espacio compartido en la nube de Google que engloba Gmail, Drive, etc.; o guardar copias en “alta calidad”, esto es, hasta 16 MP y totalmente gratis.
Señalar que este artículo no va dirigido a fotógrafos o aficionados, sino al usuario corriente que simplemente quiere que sus fotos se vean bien. Por lo tanto, los 16 MP no son una limitación, como tampoco debería serlo la compresión automática que se aplica a prácticamente todas las imágenes, incluso por debajo de los 16 MP -por encima se escalarán hasta el tope. En efecto, la “copia de seguridad” que se guarda en Fotos no es la imagen original: su tamaño se verá reducido de manera notable, hasta la mitad de su peso -mucho más si son vídeos- sin modificar la resolución. Y nada de formatos complejos o imágenes RAW.
Pero, tranquilidad, porque el algoritmo que se ha sacado Google de la manga es genial: compresión con pérdida, sí, pero dejando la percepción de calidad intacta. O dicho de otra forma: la compresión no debe ser motivo de preocupación en ningún caso, porque no se nota. Chapó para Google.
Como demostración, tres fotos realizadas con una cámara estándar de 8 MP en formato panorámico y resolución de 3264×1836 píxeles. Primero, la imagen al completo escalada hasta los 680p de ancho únicamente para que se entiendan los ejemplos que le siguen, donde se puede apreciar un fragmento a tamaño real comparando el original con la versión comprimida por Google Fotos. ¿Podrías adivinar cuál es cuál? (Pincha para verlas en grande)
Así, el almacenamiento gratuito e ilimitado es cierto, al menos en lo que al gran público respecta. Y quien precise de requisitos especializados, que contrate mas espacio en Drive, es la respuesta de Google.
El único pero se encuentra a la hora de realizar panorámicas, por el tamaño de las mismas, y en la conversión de algunos vídeos; por ejemplo: cuando se graba con el móvil y se cambia el ángulo, un reproductor de PC siempre lo reproducirá en horizontal, mientras que Fotos, si detecta cambios, lo transformará en “formato móvil”, con las bandas negras a ambos lados del vídeo. En el dispositivo que capturó la imagen quedará el original, hasta que se borre.
Por lo demás, el material conserva los metadatos y se almacena siempre de manera privada. La compartición, si es que se desea, se hace a posteriori.
Solo un apunte: el reproductor de vídeo de Fotos es obviamente el de YouTube, pero los vídeos no se muestran en este portal, que también posibilita almacenarlos de manera privada. Si Google tiene la intención de unificar ambos servicios, es una cuestión que queda en el aire.
Características
Si el almacenamiento y la compresión son dos joyas de la corona, la tercera es la experiencia de usuario que Google tenía reservada: sencillez y potencia son las claves. En su uso Fotos se presenta como una galería minimalista, ordenada por fecha y con la única opción de organizar contenidos por colecciones, antes llamadas álbums. Hay otra función de “asistente”, que “muestra contenido divertido creado automáticamente a partir de tus fotos y te ayuda a mantener el orden” dependiendo de la configuración. Y para de contar.
El poder de Fotos, sobra decirlo, proviene del motor de búsqueda y las tecnologías que lo acompañan, entre las que cabe destacar el reconocimiento de cosas, por denominarlo de alguna forma: permite obtener resultados con palabras y o expresiones concretas y es mas eficaz de lo que parece, sin asustar. Por ejemplo, al buscar un termino como “perro” o “flor”, se mostrarán resultados que contengan tales elementos, facilitando y agilizando la labor de encontrar, de nuevo, de manera notable.
Sin embargo, ante términos mas abstractos los resultados pueden ser impredecibles, o no haberlos. En mi caso, al buscar por “vacaciones” lo que veo son wallpapers de paisajes con playa la mayoría, pero también la rotonda frente a mi casa, donde hay plantadas varias palmeras; e incluso la terraza de mi casa, donde tengo plantas (!). En favor del servicio diré que mi colección es finita, preparada ex profeso para este análisis. Posiblemente con mas material, ofrezca mejores resultados.
A pesar de detalles extravagantes como el mencionado, la función de búsqueda es sensacional, pudiendo filtrar resultados por nombres, colores o situaciones con escribir una palabra. Y a la velocidad del rayo, faltaría. Adiós etiquetas.
En cuanto a las opciones de imagen esta la de descargar, compartir por aplicaciones en Android y por enlace o directamente a través de Facebook, Twitter y Google+ en PC. Ni rastro del método para compartir en Google Drive: podrá acceder al contenido quien tenga el enlace, que a su vez podrá ser destruido por el propietario en cualquier momento, dejando de ser útil. Como un botijo.
Fotos incorpora asimismo un editor de imagen básico que permite recortar, aplicar filtros y corrección automática o manual. Todo se simplifica con respecto a la versión previa y eso no ha gustado a todo el mundo, pero es una solución discreta y, precisamente, accesible para todo el mundo.
Para terminar con este apartado queda hablar de las reglas de sincronización, que es importante no olvidar. En el móvil se da la posibilidad de sincronizar solo el directorio de la cámara o cualquiera que contenga imágenes -aplicaciones de mensajería, de música, etc- y si se elimina en contenido local, queda la copia de seguridad en la nube. Pero, ojo, porque si se elimina el contenido desde la aplicación web o móvil, desaparece también del almacenamiento del dispositivo.
Privacidad
La contrapartida a todas las bondades de Fotos la guardábamos para el final, y es que el gigante de Internet no se ha ganado tal apelativo solo por su tamaño. Google es Google (buscador), YouTube, Android, Chrome, Gmail, Drive, Maps, Hangouts… Lo que se traduce en hábitos de navegación, información bancaria, comunicaciones, archivos y o documentación, desplazamientos… Y ahora fotos. La cantidad de información personal que atesora Google en sus servidores es ingente y con Fotos irá a más, mucho más.
Analizando las fotos de una persona, incluso de manera automatizada, es fácil detectar hábitos, posición social, entorno físico, amistades, estados de ánimo… y por supuesto situación geográfica exacta. En conjunto, Google es un verdadero gran hermano y no inspira la confianza de antaño. Pero ya nada inspira la confianza de antaño, llámese Google, Microsoft, Apple o Yahoo. Toda empresa estadounidense esta manchada en materia de privacidad por los restos; y lo que es peor: la mancha se extiende por cualquier servicio en la Red que no este cifrado a cal y canto o no sea autogestionado y por añadidura, basado en software libre.
Así que apaga y vámonos. Porque tampoco es aceptable la incoherencia, aunque Google se preste a ello. Al fin y al cabo, Microsoft, Apple o Dropbox no se dedican al negocio de la publicidad. Pero sin duda es incoherente confiar en Google para todo o casi todo y no hacerlo con Fotos.
La cuestión es, cuando se piensa en privacidad, ¿en qué se piensa? ¿En “no quiero que Google utilice mis fotos para hacer publicidad con ellas”, lo que supuestamente podría hacer de acuerdo a las condiciones del servicio; en “no quiero que mis fotos acaben en los servidores de la NSA”, algo que podría estar pasando sin que nadie se enterase y ninguna de las firmas mencionadas estaría libre de sospecha, dadas las leyes y formas estadounidenses; o en “no quiero que Google sepa tanto de mí”? Porque tal vez ahí está la clave.
Un fragmento de las condiciones de servicio de Google, unificadas para todos sus productos:
Al subir, almacenar o recibir contenido o al enviarlo a nuestros Servicios o a través de ellos, concedes a Google (y a sus colaboradores) una licencia mundial para usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear obras derivadas (por ejemplo, las que resulten de la traducción, la adaptación u otros cambios que realicemos para que tu contenido se adapte mejor a nuestros Servicios), comunicar, publicar, ejecutar o mostrar públicamente y distribuir dicho contenido.
Llevado al extremo más zafio, lo anterior significa que si haces fotos o vídeos íntimos y los subes a cualquier servicio de Google, podrían coger ese vídeo o esas fotos y mostrarlas en Google News o distribuirlas en Google Play… gratis, eso sí. ¿Te lo imaginas? Yo tampoco. Como no imagino que pudieran usar una foto mía para anunciar nada sin mi permiso, siquiera que se puedan plantear tal excentricidad.
Echar un vistazo a la política de privacidad de Google causa espanto por la, cabe insistir, ingente cantidad de datos de todo tipo que acopian, de carácter estadístico o tan íntimos como para escribir un diario personal a un nivel de detalle impensable en un ser humano. Siempre a expensas del uso que se haga de sus servicios, desde luego. Explicarlo paso a paso sería largo y tedioso, aun con lo llano de un texto plagado de ejemplos que, no obstante, no consiguen su objetivo, no concretan el alcance de las zarpas y baúles de la compañía del Don’t be evil.
Pero si no se sabe la cantidad de datos que recoge Google, sí se sabe para qué los utilizan, o para qué dicen que los utilizan:
Utilizamos la información que recogemos de todos nuestros servicios para proporcionarlos, mantenerlos, protegerlos y mejorarlos, para desarrollar otros nuevos y para proteger a Google y a nuestros usuarios. También utilizamos estos datos para ofrecerte contenido personalizado como, por ejemplo, resultados de búsqueda y anuncios más relevantes.
Que es en definitiva una condición que se reserva casi cualquier proveedor de servicios gratuitos en Internet, base su negocio en la publicidad o no. Una comparación rápida con competencia directa:
Microsoft
Las condiciones de servicio explicitan que solo el usuario es el propietario de su contenido y que los datos personales recogidos no se usarán para ofrecer publicidad dedicada, para indicar a continuación:
Cuando usted transmite o carga contenidos a los Servicios, le está concediendo a Microsoft el derecho mundial, sin cargo alguno, de utilizar los contenidos según sea necesario: para ofrecerle los Servicios a usted (lo que incluye cambiar el tamaño, la forma o el formato de su contenido para almacenarlo o mostrárselo mejor), para protegerle a usted y para mejorar los productos y los Servicios de Microsoft.
En la política de privacidad agregan:
Podemos compartir tus datos personales con otras empresas de Microsoft o con terceros autorizados que procesan datos personales para Microsoft con los fines descritos en esta Política. […] Estos terceros autorizados no pueden utilizar tus datos personales para ningún otro fin. Les exigimos que actúen de forma coherente con esta Política y que utilicen medidas de seguridad adecuadas para la protección de tus datos personales.
Dropbox
También dejan claro en las condiciones que el contenido es propiedad del usuario y que no lo usarán para comerciar, pero para proveer las diferentes funciones del servicio necesitan acceso a los contenidos del usuario, afirman:
Estas y otras funciones pueden requerir que nuestros sistemas accedan a tu Contenido, lo almacenen y lo examinen. Como usuario, nos concedes permiso para realizar estas actividades, y el permiso se extiende a nuestros afiliados y a terceras partes de confianza con las que podamos colaborar.
En la política de privacidad agregan:
Dropbox confía en ciertos proveedores externos que nos ayudan a proporcionar, mejorar, promocionar y proteger nuestros Servicios. Estos proveedores podrán acceder a tu información exclusivamente para realizar tareas en nuestro nombre y de forma acorde con esta Política de privacidad.
Y matizan:
Las cookies nos ayudan a recordar tu nombre de usuario para la próxima visita, entender cómo interactúas con nuestros Servicios y mejorarlos a partir de esa información.
Microsoft más, Dropbox menos, ninguno es comparable a Google en cuanto a voracidad por los datos personales. Pero en última instancia todos se reservan el derecho de, veladamente, lo que se tercie. Y todos los hacen con el fin principal de mantener y mejorar el propio servicio. Y todos comparten esos datos con terceros. Y son condiciones innegociables, se pague o no. ¿Cuál es más de fiar?
Conclusiones
Habría que aludir de nuevo a la cuestión de cuando se piensa en privacidad, en qué se piensa, porque privacidad, Internet y gratis nunca han sido sinónimos. Pero sería repetir lo repetido, porque la única solución real a la pérdida de privacidad en Internet es no usar Internet. Y ni por esas: tan solo intenta recordar las veces que alguien te ha fotografiado con su móvil en los últimos cinco años, en reuniones sociales, de trabajo o estudios, e imagina dónde pueden haber acabado esas fotos. Estamos todos “fichados” desde hace mucho.
Encontrar un termino medio depende de cada uno y no es fácil, pues requiere de intervención directa y preocupada y la gente en general no gusta de preocuparse o intervenir. Por lo tanto la conclusión es que Google Fotos, tal y como lo presentaba al principio de este artículo, es un servicio genial en lo técnico, en lo práctico, con las vicisitudes del mundo de hoy. Son evitables en parte, pero cuesta.
Así que no seas malpensado: Google no quiere explotar comercialmente las fotos de tu familia. Lo que quiere es conocerte como si te hubiera parido, criado y casado contigo, como decía el cuento, para comerte mejor, que en el lenguaje de los de Mountain View significa “para venderte mejor” los productos de sus anunciantes. Y quién sabe en un futuro qué otras maravillosas ideas se les ocurra hacer con tanto dato. A ellos y a los demás.
Las condiciones, además, pueden cambiar de un día para otro y aunque avisan, de no aceptarlas solo cabe eliminar la cuenta y cruzar los dedos para que, un tiempo después que nunca han especificado, eliminen tus datos de sus servidores. Y fíate de que lo hagan.
¿Te compensa tanta paranoia? Piensa que en cien años estarás muerto. Serán las generaciones venideras las que tengan que lidiar con Skynet, Matrix u otro tipo de ‘distopía’ de corte más transnacional. Mientras tanto, la nube nos hace la vida más fácil.
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Actualización:
Desde Google se han puesto en contacto con nosotros para hacernos las siguientes aclaraciones, explicadas mejor en este artículo:
Es importante resaltar que no usaremos fotos o videos subidos a Google Fotos para fines comerciales o de promoción, a menos que pidamos permiso explícito al usuario. Las fotos que los usuarios suben a Google Fotos son privadas, a menos que el usuario decida compartirlas.
La semana pasada anunciamos «Mi cuenta», un espacio centralizado para gestionar tus datos de la cuenta de Google en un único lugar, y un recurso para ayudarte a responder tus preguntas sobre privacidad y seguridad en Google. Es cierto que el tema a veces puede ser complejo y tedioso, por eso en google.com/privacy damos respuesta a preguntas como ¿Qué datos recoge Google sobre mi?, ¿Qué hace Google con esos datos que recopila? y explicamos de qué manera mostramos anuncios relevantes sin vender tu información a nadie, cómo la encriptación y la filtración de spam permiten que tus datos estén seguros, etc. Más detalles en este blogpost.
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