Una IA consigue la puntuación de un niño

Un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois y expertos en inteligencia artificial de Hungría han puesto a prueba una IA (inteligencia artificial), utilizando pruebas básicas que fueron diseñadas para niños de entre 2 y 7 años y el resultado ha sido más que aceptable.

Dicha IA consiguió llegar al nivel de un niño de cuatro años en el test WPPSI-III, esto es, se situó por encima del ecuador de la prueba, aunque como habrá imaginado más de uno de nuestros lectores las diferencias que separan el coeficiente intelectual de un niño de cuatro años y uno de siete son muy grandes.

Esto evidencia que esta prueba de inteligencia tiene una curva de dificultad que se acentúa especialmente en las edades superiores, y que por tanto los científicos todavía tienen mucho trabajo por delante si quieren llegar a crear una IA con un nivel «maduro».

¿Cuáles han sido sus principales limitaciones? Pues parece que sobre todo la identificación de las preguntas en base al contexto de las mismas, ya que por ejemplo en una de ellas se le preguntó para qué servía una sierra y se confundió totalmente.

En inglés sierra es saw, igual que el pasado del verbo ver, un detalle que parece invitarnos a ser comprensivos y entender el error, pero dado que la pregunta permite distinguir fácilmente por el contexto que se refiere a sierra queda claro que es un fallo importante.

A pesar de todo es una información interesante, ya que pone de relieve el reto del contexto y la interpretación del lenguaje en el desarrollo de una IA compleja.

Más información: Phys.org.