¿Por qué (casi) nadie gana dinero con Android?

Hace unos meses la prensa económica ofrecía un titular inquietante: «Apple acapara el 92% de beneficios del mercado smartphone». El iPhone «solo» tiene un 20% de cuota de mercado y la compañía ofrece únicamente dos modelos en su catálogo. Mientras, prácticamente ningún fabricante gana dinero con Android y marcas como Sony, LG o HTC se plantean seriamente tirar la toalla; ¿qué está pasando?

A día de hoy, hablar de Android es referirse a una amalgama de más de 1.000 fabricantes de dispositivos (el 95% desconocidos para la inmensa mayoría de usuarios), desde gigantes como Samsung o Sony a pequeños fabricantes que se limitan a remarcar y personalizar ligeramente un producto clónico comprado en China; todos sirven de plataforma para el omnipresente Google y su oferta de servicios.

En su momento, casi todos los fabricantes (¿alguien se acuerda de Nokia?) abrazaron a Android como su tabla de salvación; se terminaba la batalla por el software y podían centrarse en hacer terminales cada vez más rápidos, meter más megapíxeles en las cámaras y ofrecer pantallas con más pulgadas; en un mercado en expansión y acortada la diferencia con respecto a iOS ¿qué podía fallar?

Conviene recordar Google entrega a Android a cualquiera con un único objetivo: hacerse cada vez más y más grande y eliminar competidores del sector de la publicidad online primero y de la industria de los servicios basados en la nube después. La empresa de Mountain View vende su hardware casi al precio de coste (¿recordáis el maravilloso Nexus 4?) y ofrece un Android «a la carta» donde cada fabricante puede elegir qué servicios quiere contratar previa firma un acuerdo con mucha letra pequeña.

Aunque ya hablamos de ello en este artículo, no está de más recordar aquí algunas de esas cláusulas:

• Prohibición de instalar de serie buscadores que compitan con Google.
• Sometimiento a las hotwords que lancen productos o servicios Google (como el famoso Ok, Google).
• Google Search App como opción por defecto de las búsquedas que se realicen desde el dispositivo.
• Instalación obligatoria de un widget de búsqueda en home y un icono para la Google Play Store.

Otro dato generalmente desconocido es que los fabricantes tienen que pasar por caja para ofrecer los servicios de Google, desde el correo electrónico a los mapas o el acceso a la tienda. Una vez pasado el filtro de Google y firmadas las condiciones, el fabricante debe abonar unos 0,75 dólares por dispositivo vendido (recordemos, 355 millones de unidades en los últimos tres meses) si bien esta cifra nunca ha sido confirmada oficialmente.

Volvamos a hablar de mercado; descartando todos esos pequeños fabricantes que pelean por las migas del pastel el panorama solo se puede calificar de desolador: Samsung, que acapara el 50% de los Android vendidos y se lleva prácticamente todo el beneficio del sector. No se debe olvidar que, para conseguirlo, lleva invertidos más de 14.000 millones de dólares en publicidad.

Fabricantes por volumen, Q3 2015. Datos IDC.

Según números de la consultora Canaccord Genuity, la coreana se lleva el 15% de los beneficios del sector smartphone; seguro que os habéis dado cuenta que, sumando el 92% que genera Apple, superamos el 100%: ¿cómo es posible? Sencillo: todo lo demás son pérdidas. Un dato más para ilustrar la velocidad del sector smarphone: hace menos de tres años (en 2012), Apple y Samsung se repartían los beneficios al 50%.

El mercado smartphone es inmenso y ha batido todos los récords del mundo tecnológico. En una casa se vende un televisor o un par de ordenadores a lo sumo, pero todo el mundo quiere su propio teléfono. La tasa de renovación es una de las más elevadas del sector y las operadoras no dudan en inyectar dinero para animar el sector; solo en el último Q3, se han vendido 355,2 millones de smartphones en todo el mundo. ¿Cómo es posible que solo ganen dinero dos empresas?

Cuotas de mercado, Agosto 2015. Datos IDC.

Un margen que tiende a cero

Si repasamos la oferta actual de terminales Android veremos decenas de modelos prácticamente idénticos, que solo se diferencian en pequeños detalles de diseño o cambios en espeficicaciones. Los usuarios rechazan el exceso de personalización sobre el sistema operativo (véanse los cambios de Samsung y TouchWiz) y diferenciarse por aplicaciones o servicios de valor añadido (almacenamiento, fotos, juegos) resulta cada vez más complicado.

Fabricantes como Sony, HTC, LG o Samsung (entre otros) han invertido millones de dólares en innovación, ofreciendo características que tardaron en llegar al iPhone de Apple. Sin embargo, el mercado no ha respondido como esperaban y han visto como el usuario no parece dispuesto a pagar más por las novedades, sino que los precios (y con ello el margen) parecen inalterables: el «techo de cristal» en precio lo marca Apple con su iPhone y la gama baja tiende a 0, con fabricantes chinos que rompen el mercado cada pocos meses ofreciendo hardware muy potente a precios de derribo.

El precio medio de los smartphones en caída libre.

Conviene tener en cuenta que, para muchos fabricantes menores, un margen de 10 a 30 dólares por terminal puede ser negocio. Su inversión en I+D es cero. Su inversión en soporte o garantía es cero. Su inversión en publicidad es cero. Simplemente esperan unos meses a que la tecnología que quieren esté disponible y ponen un producto clónico en el mercado (ojo, clónico no quiere decir de baja calidad) que obliga al resto a rebajar precios. Evidentemente, estas cuentas no sirven para los grandes.

El GAP de precio entre iOS y Android aumenta año a año.

El iPhone 6S cuesta hoy 749 euros (versión más básica): ¿cuánto valdrá el día antes de la presentación del iPhone 7?. Exactamente lo mismo. ¿Y 10 días después? Unos 100 euros menos. Apple es la única que puede permitirse un modelo de venta donde no solo mantiene el margen por unidad, sino que lo va mejorando con el transcurso de los meses en la medida que cada vez le cuesta menos fabricarlo. ¿Cuanto vale un Android de gama alta a los seis meses?

Quo vadis Android?

Personalmente, hace tiempo que pienso que fabricantes como Samsung, Sony o LG no pueden estar contentos con Android. Para ellas, es una relación tóxica, de la que parece complicado salir; las opciones son las que todos imaginamos, desde apostar por un fork de Android (habría que ver la postura que tomaría Google) a crear un sistema operativo desde cero o firmar una alianza con Microsoft.

Android «iguala» a los fabricantes y esto no es necesariamente bueno para ellos (los beneficios de cara al usuario son otro cantar): el listón está en gama media y de entrada y ahí está el volumen, pero no el dinero. ¿Quién va a gastar más de 600 euros en un Android cuando por la mitad puedes tener una experiencia parecida? ¿Para qué gastar tiempo y dinero en añadir funciones que en pocos meses serán clonadas por otros?

Google tiene asegurado su dominio en la gama baja y en gran parte de la gama media, pero tiene problemas entre el público con más poder adquisitivo, ese que paga más de 600 euros por un terminal, compra aplicaciones de pago, contrata servicios y consume grandes cantidades de ancho de banda. Android, por su naturaleza, equilibra el mercado y hace mucho daño a la gama alta, tanto que tuvieron que modificar su política (y el precio) de sus Nexus para no acabar definitivamente con la competencia.

¿Y si Android da el salto definitivo al escritorio?

Google, por su parte, es una máquina de hacer dinero que no dudará en seguir invirtiendo para mantener su cuota de mercado. De hecho, veremos movimientos agresivos hacia el escritorio (la fusión entre Android y Chrome OS va por ese camino) ahora que la publicidad online agoniza y Microsoft se ha convertido en un gigante -también- de los servicios online.

Es obvio que en un escenario tan complejo como este resulta complicado encontrar culpables, incluso es probable que nadie lo sea por completo. El plan de Google estaba claro, pero también los fabricantes abrazaron a su sistema operativo quizás sin analizar lo suficiente las consecuencias a largo plazo. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Cuál es el futuro de Android?

Nota: Evidentemente, el titular es una simplificación. Hay muchas empresas que sí ganan dinero con Android, desde desarrolladores a fabricantes de accesorios, pasando por marcas como Sony o Samsung que tienen un gran negocio en la fabricación de componentes para terceros. En el texto nos referimos únicamente a la venta de smartphones.

Artículo relacionado | Google, Android y contratos draconianos para mantener el control