El exceso de estrellas fallidas reduce las posibilidades de vida alienígena

Las enanas marrones son consideradas como estrellas fallidas por dos grandes razones; no son lo bastante masivas y son incapaces de mantener reacciones nucleares continuas de fusión del hidrógeno-1 en su núcleo.

Además de esas particularidades también tienen otra cosa que las diferencia claramente de las enanas amarillas (como nuestro Sol) y las enanas rojas (como el astro rey del sistema Trappist-1), y es que son demasiado pequeñas y frías como para que los planetas que orbitan a su alrededor puedan llegar a tener vida.

Con esto claro podemos entender mejor la importancia de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Hull, en el que han recogido los resultados de una exploración prolongada de un superclúster situado a 5.000 años luz utilizando el Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope, VLT) de Europa.

En ese estudio los expertos indican que la densidad total de enanas marrones presentes en la Vía Láctea podría ser mayor de lo que se pensaba, ya que el dato que han dado habla de unos 100.000 millones frente a los 70.000 millones de otro estudio realizado en 2013.

La proporción es enorme ya que se estima que en nuestra galaxia existen como máximo 400.000 millones de estrellas. Si damos por bueno ese dato, que es una aproximación máxima y no precisa, nos daremos cuenta de que esas estrellas fallidas representan una cuarta parte del total.

Esto reduce en gran medida las posibilidades que exista vida alienígena en otras zonas de nuestra galaxia. Sin embargo debemos tener en cuenta que el estudio ha recurrido a algunas presunciones que no han sido plenamente confirmadas, lo que significa que no es totalmente preciso y que podría tener un cierto margen de error.

Más información: Arxiv.