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5 alternativas similares a Google Chrome
Google Chrome es el navegador web más conocido y utilizado del mercado. Obviamente, el tener detrás a una de las compañías con más presencia en Internet ayuda bastante, y eso sin contar que los instaladores de muchas aplicaciones gratuitas para Windows sugieren su instalación, aunque el usuario casi siempre puede desactivar dicha opción.
La clara posición dominante de Chrome (aunque afortunadamente con la competencia y el mercado abiertos) puede dar la impresión de que es una aplicación invencible en su sector, sin embargo, lejos de la realidad, se trata de un producto para el que hay muchísimas alternativas que funcionan de forma similar, con la salvedad del DRM, Flash y ciertos componentes pertenecientes a la propia Google.
Chromium: el “padre” de Google Chrome
Chromium es sobre todo un navegador web de código abierto creado y mantenido a iniciativa de Google, aunque existen otras partes y una comunidad de voluntarios que también contribuyen al proyecto. Sus objetivos son crear una aplicación que se adapte al hardware moderno; ofrecer una interfaz minimalista, intuitiva y fácil de usar para todos los perfiles de usuario; y ser una tecnología que vaya más allá de la navegación web.
El navegador web Chromium es bastante conocido sobre todo entre los usuarios de Linux, que recurren a él como una “alternativa software libre” de Chrome gracias a la no presencia de los componentes privativos. Las interfaces de Chrome y Chromium son idénticas, y es que el primero no es más que una reimplementación del segundo, ofreciendo ambos un buen soporte para los servicios de Google.
El hecho de que Chromium sea software libre ha permitido usarlo más allá de la navegación, de hecho, el framework para aplicaciones web Electron lo utiliza para su frontend (la parte que ve el usuario), mientras que para el backend (la parte que no ve el usuario) emplea Node.js. En la actualidad aplicaciones como Skype, Slack, GitHub Desktop y los editores de código Visual Studio Code y Atom están construidos con Electron, por lo que Chromium se ha consolidado como una especie de base tecnológica, yendo más allá de solo la navegación web.
Por otro lado, el hecho de ser software libre permite bifurcarlo y crear otros productos basados en él. Eso es precisamente lo que expondremos en este artículo: navegadores alternativos basados en Chromium. El hecho de que muchas de sus partes estén publicadas bajo licencias de código abierto permisivas permite volver privativos muchos de sus componentes en los productos derivados.
Opera
Opera Software tomó hace años la decisión de cambiar su propio motor de renderizado, Presto, por Chromium, una transición que se materializó en el lanzamiento de Opera 15.
Desde entonces Opera se beneficia del poder del motor de renderizado Blink y las herramientas de desarrolladores de Chormium/Chrome, aunque con una interfaz de usuario bastante cambiada con respecto al proyecto original y apoyándose en sus propios servicios y su propia tienda de extensiones en lugar de usar los de Google. Otra característica a destacar es el servicio de VPN gratuito, al que se puede acceder mediante la navegación privada.
Algunos usuarios dicen que incluye ciertas optimizaciones frente a Chrome, aunque a niveles generales ofrece una experiencia muy similar. Tiene soporte para Windows, Linux, Mac y Android.
Vivaldi Browser
El salto de Opera a Chromium fue dramático para muchos usuarios, ya que se perdieron casi todas las características propias que estaban presentes cuando se usaba Presto. Recogiendo estas críticas, surgió Vivaldi de la mano de un exCEO de Opera Software con el fin de recuperar todas aquellas posibilidades, aunque sin renunciar a los avances a nivel de renderizado y herramientas para desarrolladores aportados por Chromium.
Vivaldi fue presentado en su día como un navegador web para “usuarios avanzados” (o power users). Su intención es recuperar algunas de las características más interesantes de Opera Presto, como el cliente de correo electrónico integrado. También permite la creación de notas y ofrece una potente interfaz para el historial de navegación, mientras que para las extensiones se apoya en la Chrome Web Store.
Otras posibilidades interesantes ya soportadas por Vivaldi son la de realizar pantallazos a las páginas web y la hibernación de pestaña, que permite liberar recursos mediante la hibernación de pestañas que no está activas.
Sin tener la repercusión mediática de Opera, Vivaldi se ha consolidado como uno de los navegadores web alternativos más sólidos, aunque para los que estén acostumbrados a la interfaz de Chrome posiblemente les parezca una aplicación un tanto sobrecargada. Actualmente soporta Windows, Linux y Mac.
Brave Browser
Hace unos años el debate sobre los bloqueadores de publicidad estaba en boca de todos, y es que su uso, o más bien el abuso de su utilización, ha terminado por mermar los ingresos que obtienen muchos sitios web que ofrecen servicios gratuitos. De esta tendencia no se libran ni aquellos que operan presuntamente fuera de la ley, como The Pirate Bay.
Ante esta situación, Brendan Eich, creador de JavaScript que salió de Mozilla de forma bastante polémica, decidió crear Brave, un navegador basado en Chromium que tiene “los intereses del usuario en el corazón”, yendo sobre contra rastreadores y publicidad intrusiva que puede terminar siendo muy molesta.
Sin embargo, lejos de ofrecer una posición radical, Brave maneja un enfoque bastante revolucionario con Brave Payments (Pagos de Brave), que permite la utilización de una cartera virtual con unos pocos dólares y la configuración de microtransacciones. De esta manera, los sitios web cuyos anuncios han sido bloqueados luego son recompensados con pagos procedentes de Brave Payments.
Funciona en Windows, Linux, Mac y Android, pero presenta un inconveniente, y es que solo soporta una cantidad muy limitada de extensiones (posiblemente para evitar la instalación de bloqueadores de publicidad), así que no se lo puede considerar un producto dirigido a todos los perfiles de usuario.
SRWare Iron
SRWare Iron es otro navegador basado en Chromium enfocado en la privacidad, algo que consigue eliminando las funcionalidades de Chrome que podrían comprometerla. Siendo más concretos, hablamos de características del navegador de Google como las páginas de error, el Actualizador de Google, la carga previa de las DNS, las sugerencias en la barra de direcciones, etc.
Sin embargo, este mismo enfoque les ha costado a los desarrolladores de SRWare Iron fuertes críticas, ya que muchos los acusan de no arreglar ningún problema real, o dicho de otra manera, que están resolviendo problemas inexistentes. Google lleva años estando lejos de ser el mayor adalid de la privacidad, así que está por ver si SRWare Iron realmente aporta algo frente a Chrome.
Firefox Quantum
Si bien Firefox no es un navegador basado en Chromium, en los tiempos actuales no puede ser ignorado como alternativa a Chrome a pesar de que a nivel de cuota está lejos de sus mejores tiempos.
La razón de por qué proponemos a Firefox como otra alternativa la tiene Quantum, el nuevo motor de renderizado de Mozilla que le ha permitido a este conocido navegador dar un enorme salto cualitativo, hasta el extremo de que ahora mismo es un competidor más que digno para Chrome.
Además de Quantum, también hay que contar el fuerte compromiso con la privacidad que siempre ha tenido Mozilla, ofreciendo por defecto características que permiten bloquear los rastreadores o bien guardar la configuración de la sincronización, ofreciendo una experiencia más personalizada en este sentido.
Tras quedar rezagado durante años al mantener a Gecko como motor, Firefox brilla ahora como no lo hacía en años, y además manteniendo características muy propias de esta aplicación como la posibilidad de personalizar casi cualquier aspecto.
Soporta Windows, Linux, Mac, Android e iOS, aunque la versión para el sistema operativo de Google no rinde igual que las de escritorio a pesar de usar también Quantum, y la de iOS se ve obligada a emplear WebKit por las limitaciones impuestas por Apple.
Conclusión
Aunque Chrome es el gran dominador del mercado de los navegadores web, eso no quiere decir que no haya muchas alternativas de calidad que abren la puerta, entre otras cosas, a poner cierta distancia del ecosistema de Google, algo que puede terminar siendo atractivo para los más recelosos de su privacidad.
Aunque desde fuera pueda parecer que hay pocas opciones en el mercado de navegadores web, la realidad es que vivimos en la época en que más oferta de aplicaciones hay, con muchas opciones de calidad gracias a que se basan en Chromium, sin desmerecer a otras que siguen fieles a las tecnologías de Mozilla como Pale Moon.