CD Projekt RED no piensa pagar un centavo a Andrzej Sapkowski

CD Projekt RED no ha dudado a la hora de responder a las pretensiones de Andrzej Sapkowski, el autor de las novelas que inspiraron la franquicia de videojuegos The Witcher: no van a darle ni un centavo más.

Como recordarán nuestros lectores habituales el escritor polaco metió la pata hasta el fondo a la hora de negociar la venta de derechos de su conocida novela a CD Projekt RED. Andrzej Sapkowski no creía en el estudio ni en los videojuegos, pero lo más importante, tampoco tenía fe en sí mismo y en la calidad de su obra.

Esta triste realidad le llevó a malvender los derechos de The Witcher por unos 9.500 dólares, cifra hoy irrisoria que en su momento debió parecerle «un caballo ganador», ya que no esperaba que fuesen a tener éxito. El tiempo le dio una gran lección: la franquicia se ha convertido en una de las más importantes del mundo de los videojuegos y ha generado millones de dólares en todo el mundo, y Andrzej Sapkowski no se ha llevado nada, al menos de forma directa.

Decimos esto porque es evidente que el éxito de los videojuegos le ha dado fama internacional como escritor y le ha ayudado a vender sus libros a un nivel que no habría podido siquiera soñar sin el empuje de la franquicia de CD Projekt RED.

A pesar de todo parece que Andrzej Sapkowski es incapaz de callarse y de digerir su error. El escritor ha demando a CD Projekt RED y reclama el pago de un total de 16 millones de dólares, ya que dice que el primer contrato solo contemplaba la cesión de los derechos de su conocida obra para el desarrollo del primer juego, lo que excluiría a The Witcher 2 y The Witcher 3.

Por su parte CD Projekt RED sostiene que eso no es cierto y que han cumplido con todas sus obligaciones, así que no tienen nada más que pagar a Andrzej Sapkowski. Me permito añadir que según el argumento del escritor debería haber demandado cuando el estudio lanzó The Witcher 2 en 2011 y no ahora, en pleno 2018. ¿Por qué no lo hizo en su momento? Hay gente que no sabe «perder».