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Cómo mejorar la autonomía de un smartphone o tablet

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autonomía de un smartphone o tablet

La batería es un componente fundamental en cualquier dispositivo móvil y en particular en un smartphone. Aunque las últimas generaciones han mejorado en capacidad y eficiencia, y los sistemas operativos han avanzado en gestión energética, no han logrado compensar el aumento de consumo y la mayoría de modelos tienen problemas para terminar una jornada diaria a poco que le demos un uso frecuente.

Un smartphone actual ya no es un simple «móvil» y es todo una computadora en miniatura. Pantallas cada vez más grandes en tamaño y resolución; CPUs y gráficas cada vez más potentes; aumento de conectividad con todo tipo de módulos; cámaras multisensor con tecnologías de inteligencia artificial o de reconocimiento facial; nuevos sensores de todo tipo y conexión permanente a otro tipo de dispositivos como pulseras de actividad o relojes inteligentes, exigen a un móvil moderno un gran gasto de energía.

La tendencia casi general hacia las baterías no reemplazables o la exigencia de una delgadez extrema por cuestiones de diseño, está agravando la situación y nos obliga a contar con enchufes a redes de energía para recargas o tener que transportar baterías externas. Algo que no siempre es posible.

Cómo mejorar la autonomía de un smartphone o tablet

Cualquier usuario puede realizar acciones sencillas para aumentar la autonomía de su móvil inteligente. Como vimos en el práctico para mejorar la vida útil de la batería de un portátil, van enfocadas a reducir el consumo de energía y -al menos- poder usarlo con solvencia durante un día de trabajo. Te recordamos algunas de las acciones principales que podemos realizar.

Limita el brillo de la pantalla. Nada “chupa” más energía en un smartphone o tablet que su pantalla multitáctil. Ajustar su brillo es la primera medida que tenemos que hacer si queremos aumentar la autonomía. Podemos utilizar la función de brillo automático que utiliza el sensor de luz ambiental para ajustarlo o establecer manualmente un nivel contenido por debajo del máximo que por sí solo permitirá alargar la autonomía en Android.

Modera la conectividad. Tablets y especialmente smartphones de última generación tienen una capacidad de conectividad impresionante. Si Wi-Fi y/o los datos móviles son casi imprescindibles para mantenernos conectados a Internet, no lo son tanto otros como GPS, Bluetooth o NFC que puedes desactivar por defecto y utilizarlos únicamente cuando lo necesites. Las conexiones compartidas para establecer tu smartphone como punto de acceso inalámbrico también gastan mucho, al igual que las conexiones permanente a los wearables que usamos cada vez con más asiduidad.

Usa planes de energía. Android, iOS y Windows ofrecen administradores de energía predeterminados que ayudan a mejorar la duración de la batería con modos de ahorro que pueden activarse cuando no necesitemos usar un rendimiento completo del dispositivo. Todos se pueden fijar se activa al bajar de un nivel determinado de carga y conviene activarlo. También hay app de terceros gratuitos que pueden utilizarse.

Cuidado con Widgets y Temas. Los widgets son mini aplicaciones similares a los gadgets de escritorio que en Android facilitan el acceso a funciones y proveen de información visual. Son útiles y atractivos pero conviene revisar los que tenemos instalados y activos porque algunos consumen mucha batería, como el dedicado al tiempo meteorológico ¿De verdad necesitas que unas nubes pasen constantemente por la pantalla de tu smartphone? Racionaliza su uso y ajusta el intervalo. Lo mismo podemos decir de algunos temas, fondos de pantalla animados o similares.

Revisa sincronizaciones y automatismos. También son amplios los servicios que tienen activada la sincronización automática. De servicios de mensajería, de correo electrónico u otras aplicaciones. Siempre que te sea posible escapar del “guasap” o similares y cuando necesites aumentar la autonomía, aumenta el intervalo de actualización u obtén la información de manera manual.

Lo mismo podemos decir de los servicios en nube. No es raro ver un terminal que duplica la sincronización a servicios, Google Drive, OneDrive o DropBox o a otros de fotografía Google Foos o Amazon Prime que se empeñan en subirlas nada más tomarlas. Lo mismo para sincronización de contactos, música, película o libros. Desactiva las que no te sean esenciales.

Desinstala aplicaciones. La mayoría de smartphones se ofrecen por defecto con una cantidad de aplicaciones impresionantemente amplia. Algunas imprescindibles y otras directamente software basura que se ejecutan en segundo plano y además de reducir el rendimiento y ocupar espacio, penalizan la autonomía. Revisa y elimina todas las aplicaciones que no uses.

Ajustes inteligentes. Muchos smartphones se entregan con características adicionales para opciones de movimiento y gestuales. Algunos son útiles, otros cuestionables pero todos gastan batería. Podemos incluir en este grupo la vibración, sea en notificaciones o la retroalimentación háptica al pulsar una tecla, algo supérfluo que puede desactivarse.

Bloquea la pantalla. Complementando el apartado de la pantalla, también debemos ajustar al mínimo el tiempo de suspensión por inactividad de la pantalla. ¿Para qué la queremos encendida si no la utilizamos?

Ajuste avanzado de pantalla. El ajuste del brillo de la pantalla es un método fundamental para aumentar la autonomía. Cualquier smartphone lo permite pero hay herramientas avanzadas que van más allá. Una de ellas es Lux Lite que permite sobrescribir los niveles de brillo automático, incluso por debajo de lo que está permitido por defecto.

ROMs y kernel alternativos (Avanzado). Las posibilidades de Android como sistema de código abierto permite a los desarrolladores obtener su código, añadir funciones, y construir sus propias imágenes del sistema operativo para smartphones o tablets de la plataforma. La oferta de ROMs alternativas es amplia para un gran número de terminales. Algunas se enfocan en rendimiento y pueden consumir más que las estándar pero otras consumen bastante menos. Lo mismo podemos decir de kernels (núcleos del sistema) tremendamente optimizados. Es cuestión de probar los personalizados para nuestro terminal.

Finalmente, señalar las posibilidades de personalización de las frecuencias de trabajo de CPU y GPU y también su voltaje que permiten los kernel personalizados y que a menudo se utilizan como técnicas de ahorro de batería. No funcionan igual de bien ni con todos los terminales y necesitan saber lo que se está haciendo, pero usuarios avanzados pueden probarlo. Todas esta funciones avanzadas requieren rooteo y acceso al cargador de arranque.

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