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Las GeForce RTX 30 domarán por fin el trazado de rayos

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Durante los últimos días las filtraciones sobre las GeForce RTX 30 se han intensificado de forma considerable. Hace poco vimos una nueva información que nos dejaba las posibles especificaciones de las RTX 3080 Ti, RTX 3080, RTX 3070 y RTX 3060, y ahora un nuevo rumor asegura que Ampere ofrecerá una mejora de rendimiento en trazado de rayos que multiplicará por cuatro el rendimiento de Turing.

Vamos a hacer un análisis de ese dato, ya que hemos dicho algo muy  importante en pocas palabras. El trazado de rayos es una tecnología de renderizado muy exigente que permite crear efectos de iluminación, sobras y reflejos altamente realistas, pero tiene un coste prohibitivo en términos de rendimiento. Las tarjetas gráficas GeForce RTX serie 20 cuentan con núcleos RT que aceleran por hardware la carga de trabajo que representa el trazado de rayos, liberando de esta carga a los shaders.

Hoy por hoy ni siquiera la RTX 2080 Ti es capaz de ofrecer un rendimiento realmente bueno trabajando con trazado de rayos en juegos de la presente generación, ni siquiera aunque este se aplique de forma limitada a elemento en concreto. Por ejemplo, en Battlefield V el trazado de rayos se aplica únicamente a los reflejos y puede reducir el rendimiento en más de un 50%, dependiendo de la resolución utilizada.

El coste que representa el trazado de rayos es enorme incluso aunque contemos con aceleración por hardware, un problema que NVIDIA ha intentado resolver con la tecnología DLSS, un reescalado inteligente que renderiza a una resolución inferior a la nativa y combina imágenes diferentes para conseguir una calidad gráfica superior reduciendo el consumo de recursos y mejorando el rendimiento.

NVIDIA miró en la dirección correcta, ya que renderizar menos píxeles contribuye en gran medida a reducir el impacto del trazado de rayos en el rendimiento. Por decirlo de una forma simple, a menos píxeles menos rayos, y por tanto menos carga de trabajo. El resultado no fue óptimo en un principio, pero con DLSS 2.0 hemos llegado a un punto realmente interesante.

Esa mejora del 400% en trazado de rayos a la que apunta este rumor significaría que activar el trazado de rayos ya no tendría un coste real en términos de rendimiento en juegos, o que este sería mínimo y prácticamente despreciable. Sin embargo, debemos tener en cuenta que seguimos hablando de un trazado de rayos limitado a un elemento en concreto, es decir, las GeForce RTX 30 todavía no serán capaces de renderizar efectos de iluminación, sombras y reflejos generados con trazado de rayos en juegos de nueva generación de forma simultánea, tendrán que limitarse a uno en concreto.

GeForce RTX 30: adiós a la serie GTX

Ampere, la arquitectura que utilizarán las GeForce RTX 30, traerá mejoras importantes que afectarán tanto a su rendimiento bruto como a su potencial en trazado de rayos y a su eficiencia. Esta nueva generación de tarjetas gráficas tendrá un mayor conteo de shaders y doblará el conteo de núcleos RT que hemos visto en Turing, lo que significa que una RTX 3060 podría ser capaz de generar más «Gigarayos» que una RTX 2080 Ti. Esto no quiere decir que vaya a ser superior en términos de potencia bruta, pero podría trabajar con trazado de rayos de forma más eficiente.

Si se confirma todo lo que hemos dicho hasta ahora es probable que las GeForce RTX serie 20 no envejezcan nada bien y que se devalúen de forma prematura y a un ritmo más rápido de lo esperado, pero todo dependerá del precio de venta que tengan las GeForce RTX 30 y de lo que haga AMD con las Radeon RDNA 2. Si el precio de venta de las GeForce RTX 30 es alto las GeForce RTX serie 20 podrían quedar como una opción «asequible» para acceder al trazado de rayos.

En caso de que AMD nos sorprenda con una serie de tarjetas gráficas Radeon RDNA 2 a la altura de las GeForce RTX 30 la situación podrían cambiar por completo y producirse una guerra de precios que, al final, nos acabaría beneficiando a todos. Veremos cómo evoluciona la situación y qué ocurre entre el tercer y el cuarto trimestre de este año, dos fechas clave para NVIDIA y AMD, ya que se espera que ambas lancen sus nuevas tarjetas gráficas en esa franja.

La serie GTX 16 ha permitido a NVIDIA ofrecer una alternativa más asequible a los usuarios que querían disfrutar de una tarjeta gráfica de última generación pero que no estaban interesados en el trazado de rayos, y que por tanto no querían pagar el coste de una RTX serie 20. En general han funcionando razonablemente bien, y hay modelos como la GTX 1660 Super que son interesantes en relación precio-prestaciones.

Sin embargo, según las últimas informaciones, NVIDIA no piensa mantener esa división con Ampere, es decir, cuando se produzca el debut de dicha arquitectura todas las tarjetas gráficas basadas en Ampere tendrán hardware para trazado de rayos. Solo existirá una gama de productos, las GeForce RTX 30, no habrá nuevas GeForce sin núcleos RT.

¿Es un enfoque acertado? Francamente creo que no. Es cierto que el trazado de rayos se ha convertido en el estándar del futuro, pero se trata de una tecnología que todavía se encuentra en una etapa temprana y que no solo no se aprovecha de forma óptima, sino que todavía faltan unos cuantos años para que eso ocurra. Muchos usuarios todavía no tienen un interés real en el trazado de rayos, y no quieren pagar de más por acceder a algo que no les interesa.

Creo que para NVIDIA sería mucho mejor mantener esa dualidad RTX-GTX, al menos durante una generación más, ya que le permitiría cubrir de forma más realista el mercado y llegar a un mayor número de usuarios.

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