El Pixel 4 no ha tenido el éxito esperado, ¿qué puede aprender Google de este patinazo?

Un informe de IDC nos deja una estimación de las ventas del Pixel 4 bastante preocupante para el gigante de Mountain View, ya que apunta a un total de dos millones de unidades suministradas en un periodo de seis meses. Para contextualizar esta cifra debemos echar un vistazo a las ventas que consiguió el Pixel 3 durante el mismo periodo de tiempo (seis meses), y nos encontramos con una estimación cercana a los 3,5 millones de unidades. La diferencia es muy grande, como podemos apreciar.

El lanzamiento de los Pixel 3a y Pixel 3a XL fue, en su momento, todo un acierto. Se estima que dichos terminales lograron superar los tres millones de unidades suministradas durante los seis primeros meses tras su lanzamiento, un dato que, unido a todo lo que hemos dicho hasta ahora, hace que los Pixel 4a y Pixel 4a XL tengan más sentido que nunca, aunque todavía no han sido anunciados oficialmente por Google.

Bien, ¿y qué es lo que ha ido mal con el Pixel 4? La salida de los ejecutivos Rick Osterloh, jefe de hardware de Google, y Marc Levoy, responsable de la tecnología que está detrás de la cámara «mágica» de la serie Pixel, confirma que las cosas no iban nada bien, y que se mascaba la tragedia incluso antes del lanzamiento de dicho smartphone.

Según varias fuentes Rick Osterloh no estaba contento con algunas decisiones que se habían tomado con el Pixel 4, de hecho una de ellas estaba relacionada directamente con la capacidad de la batería, pieza clave para la autonomía del termina, pero Google hizo caso omiso y no introdujo los cambios que propuso este ejecutivo. Parece que, a raíz de ahí, el malestar de Osterloh llegó a un nivel insostenible, y por eso abandonó Google.

¿Qué puede aprender Google del Pixel 4?

Lo importante de los errores es aprender de ellos, sacar en claro sus causas e identificar posibles maneras de no volver a cometerlos. De un fracaso presente puede nacer un triunfo futuro, solo tenemos que aprender la lección, y en este caso creo que podemos agrupar los aspectos más importantes en cuatro grandes puntos:

• Diseño: el Pixel 4 ha mantenido un diseño que está claramente agotado. Google necesita introducir una evolución real en este sentido con el Pixel 5.
• Precio: aunque es cierto que el Pixel 4 ofrece un excelente rendimiento y que su cámara es fantástica, su precio de venta resulta muy elevado si lo comparamos con sus rivales directos.
• Almacenamiento: los 64 GB no ampliables lo colocan en una posición de inferioridad frente a sus principales rivales.
• Autonomía: Osterloh no estaba equivocado sobre el tema de la batería, ya que el Pixel 4 no ofrece una buena autonomía.

Una revisión en esos cuatro puntos podría convertir al Pixel 5 en un gran éxito. Personalmente creo que Google también podría optar por crear valor a través de una ampliación del soporte de sus terminales Pixel hasta llegar a un nivel similar al que ofrece Apple con los iPhone. Por ejemplo, ofrecer cuatro años de actualizaciones garantizadas de Android sería todo un acierto.

Y vosotros, ¿qué creéis que debería mejorar Google con el Pixel 5 frente al Pixel 4?