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Análisis

Analizamos Partisans 1941, estrategia, acción táctica y sigilo en la II Guerra Mundial

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Partisans 1941

Partisans 1941 es un juego de estrategia y acción táctica en tiempo real con protagonismo para el combate y el sigilo, a los que suma gestión de recursos y toque rolero en la mejora de los personajes. Ambientado en el frente oriental de la II Guerra Mundial, bebe de fuentes como el mítico Commandos, ha sido desarrollado por el estudio Alter Games y publicado por Daedalic Entertainment.

Perdí la cuenta de las horas que en su día le dediqué a Commandos. España, lamentablemente, no ha sido un país destacado en el desarrollo de juegos (no es sencillo), pero esta serie de Pyro Studios fue un auténtico bombazo, triunfó en el mercado internacional y nos hizo disfrutar muchísimo. Para mi gusto, su «espíritu» aún no ha sido superado y es que tampoco abundan juegos de este género, aunque títulos como Desperados o el Shadow Tactics de la misma productora que estos partisanos lo han intentando con otro tipo de ambientación.

Teniendo en cuenta que Partisans 1941 se promocionó en su desarrollo como «un Commandos moderno», teníamos ganas de probarlo y compartir con vosotros la experiencia. El distribuidor nos cedió una clave del juego para Steam que agradecemos y hemos sacado hueco aquí y allá para probarlo durante las últimas semanas.

Partisans 1941, hardware

Los requisitos de hardware mínimos para el juego son bastante contenidos. Sobre el papel y salvo la cantidad de memoria RAM necesaria, puede jugarse en millones de equipos, de sobremesa y portátiles. Los recomendados suben algo más, pero nada que impida su ejecución en ordenadores personales de gama media para arriba. Como siempre en juegos, cuanto más mejor, si bien depende también de la optimización practicada por el desarrollador. En cuanto a plataformas hay poco que comentar: Partisans 1941 solo está disponible para Windows 10 de 64 bits.

Mínimos:

  • Procesador: Intel Core i3 – 8100 / AMD Ryzen 3 2200G
  • Memoria: 8 GB de RAM
  • Gráficos: NVIDIA GeForce GTX 660 / AMD Radeon HD 7790
  • DirectX: Versión 9.0c
  • Almacenamiento: 10 GB de espacio disponible
  • S.O: Windows 10 de 64 bits

Recomendados:

  • Procesador: Intel Core i7-8700K / AMD Ryzen 7 3700X
  • Memoria: 16 GB de RAM
  • Gráficos: GeForce GTX 1060 6GB / AMD Radeon RX 590
  • DirectX: Versión 11
  • Almacenamiento: 10 GB de espacio disponible
  • S.O: Windows 10 de 64 bits

Para que tengas una idea, lo hemos probado en dos equipos diferentes. En un sobremesa de gama alta con Ryzen 7 3800X, gráfica 2080 Super, 32 GB de RAM y SSD PCIe, y también en un portátil con un Intel Core i7-7700HQ, gráfica GTX 1050, 16 GB de RAM y SSD PCIe. En el primero hemos jugado a 3K+ en un monitor panorámico a calidad máxima y en el segundo a FHD en calidades medias.

No hemos tenido problemas técnicos graves con ninguno de ellos, aunque sí algunos bugs que necesitarán los habituales parches. Los tiempos de carga, elevados en la versión de prueba, han mejorado con la última actualización. El motor gráfico del juego, Unreal Engine, resuelve bastante bien el apartado gráfico y el apartado de la música que es notable y acompaña a un juego que está localizado al español en textos, pero no así las voces que están en inglés. O con acento… porque en teoría tratamos con alemanes y rusos.

Partisans 1941

Partisans 1941, planteamiento

La acción nos lleva al frente oriental de la II Guerra Mundial, un campo de batalla terrorífico donde se jugó buena parte de la suerte final del mundo en la lucha contra Hitler y sus aliados. El juego nos pone en la piel de Alexey Zorin, un comandante del Ejército Rojo que después de escapar de un campo de prisioneros tendrá que liderar a un grupo de guerrilleros actuando tras las líneas enemigas para retrasar el avance del ejército alemán en pleno desarrollo de la Operación Barbarroja y las acciones de las terribles Waffen-SS.

El escenario, aunque repetido hasta la saciedad en juegos o películas, es sumamente atractivo para un jugador que a falta de tropas regulares tendrá que confiar en las habilidades de un pequeño grupo de valientes que actúan a modo de resistencia contra los nazis. Aunque el juego es ficción y no sigue un desarrollo histórico, los desarrolladores han hecho lo posible para transmitir una imagen auténtica de la guerra y a lo largo del juego encontramos informes sobre batallas o hechos reales, especialmente las heroicidades de los soldados rusos.

No es suficiente para engancharnos a la historia. Como era esperable, los partisanos son retratados puramente como heroicos luchadores por la libertad y la historia general queda en un segundo plano en el desarrollo del juego, incluyendo la relación entre personajes a pesar que todos tienen una historia de fondo que te cuentan en el juego. Incluso te sorprenderá ver tan pocas banderas nazis en los cuarteles que atacamos… Mejor guardar lo políticamente correcto teniendo en cuenta que el estudio de desarrollo es ruso y el distribuidor alemán.

Partisans 1941

El juego pasa de puntillas sobre todo ello. La historia y desarrollo de personajes queda en un segundo plano y hubiera dado exactamente igual situar el juego en la era de las cruzadas o en un mundo de fantasía. O en el salvaje oeste, donde la narrativa de un juego del mismo género (Desperados III) engancha bastante más.

En Partisans 1941 prima el escenario, su entorno, ambientación y la acción en un tipo de misiones que a falta de un argumento consistente sí son las que podríamos esperar de un pequeño pelotón de guerrilleros que sobreviven detrás de las líneas enemigas: sabotajes, incursión de suministros, asesinatos, protección de aldeanos o ataques a los flancos de ejércitos en los grandes batallas.

El juego no olvida la propia supervivencia de los partisanos, la creación y desarrollo de bases ocultas, las necesidades de alimentación o la mejora de equipamiento y armas que ofrecen otro punto de interés adicional entre las misiones. La experiencia ganada por nuestros guerrilleros se transforma en subidas de nivel y con ello una mejora de habilidades que aportan el toque rolero al juego.

Jugando a Partisans 1941

Después de una modesta animación, los ajustes de vídeo y audio y la gestión de los controles del propio juego, entramos en situación. El juego tiene tres niveles de dificultad y no es sencillo para empezar. De hecho, el desarrollador recomienda usar el nivel más bajo para la primera partida. El nivel Difícil simplemente es imposible sin conocer el juego, porque no permite guardar la partida durante las misiones, no permite usar un modo táctico que ayuda y mucho como luego veremos y cualquier herida grave supone la muerte y vuelta a empezar. Selecciona un nivel bajo y cuando termines el juego (en no demasiadas horas por cierto) podrás repetirlo a mayor dificultad.

La primera misión consiste en escapar de un campo de prisioneros después que nuestro héroe principal, el comandante Zorin, se libre de la ejecución por un pelo. A partir de ahí el sigilo se convierte en un ‘arte’ fundamental de este primer escenario que sirve a modo de tutorial guiado para conocer los fundamentos básicos.

El sigilo realmente en clave en todo el juego, favorecido por elementos del entorno donde podremos camuflarnos y salir de la línea de visión de los soldados alemanes, un extremo que podremos conocer con antelación pulsando sobre el botón derecho sobre ellos y prestando atención a la situación de cada uno. Unos son estáticos, pero otros se van moviendo por el escenario y te detectan con bastante facilidad en cuanto roces sus conos de visión.  La paciencia y la planificación es clave porque en todas las misiones estarás en desventaja en armas y número de efectivos frente a los enemigos.

Partisans 1941

Afortunadamente muy pronto tendrás ayuda a través de otros guerrilleros que se unen a tu causa. Los hay de varios tipos como luego detallaremos, especializados en combate cuerpo a cuerpo como nuestro Zorin, en determinadas armas o en servir como médicos militares, sin olvidar que todos pueden (y deben) tener algún tipo de habilidad en sigilo o en su capacidad para cubrirse del enemigo.

Y es importante porque la IA del juego es demasiado dura y errática cuando quiere. En el nivel de dificultad normal, un par de disparos de los enemigos suelen ser suficientes incluso cuando estemos bajo una cobertura, otra acción a buscar en cuanto puedas y que Partisans 1941 toma prestado de uno de nuestros juegos favoritos: XCOM.

Incluso si solo sufres daño y sobrevives a la pelea, las lesiones son abundantes e influyen en la capacidad de nuestros partisanos para continuar la misión. Por ejemplo, si tiene un brazo roto, ya no podrás operar un rifle. Heridas mayores, limitan el sigilo y la capacidad de descubrir a los guardias. Aunque hay analgésicos o estimulantes que debes llevar siempre y personajes con mayores capacidades de curación, en situaciones graves no podrás completar la misión. El cuidado de tus partisanos es tan extremo que hay lesiones internas que permanecen y solo se ignoran temporalmente hasta que puedas curarlos por completo.

Las misiones son variadas (algunas son excelentes) aunque nos hubiera gustado un mayor número de ellas. Teniendo en cuenta que somos pocos, débilmente equipados y que estamos detrás de las líneas enemigas, el objetivo general es poner de los nervios a los nazis y frenar su avance, volando puentes, envenenando sus provisiones, destruyendo sus suministros, protegiendo a los aldeanos…

La interfaz es sencilla de controlar desde el primer momento porque todo está en su sitio. La vista isométrica se puede girar a voluntad con el teclado y el ratón, y de la misma manera se realiza el control de los partisanos, el cambio rápido de armas o las acciones especiales. Obligatorio el uso del teclado además del ratón. Hay un mapa táctico que ayuda a conocer todo el entorno.

Todos los escenarios se desarrollan en territorio ruso y están bien resueltos visualmente bajo el motor Unreal Engine 4. Todos se sirven en tonalidades de grises y marrones. Oscuros, nada del colorido de Desperados, pero están bien ambientados y te ponen en situación. No será difícil que te encuentres con algún fallito aquí y allá cuando uno de tus soldados se atranque en la puerta de un barracón. Y aprende la tecla que revela los objetos del mapa porque tendrás que usarla constantemente ya que insisten en estar escondidos incluso aunque hayamos acabado con todos los enemigos.

La mecánica de la acción es similar a la de Commandos o Desperados. Usamos el sigilo ambiental para situar a nuestro grupo en las mejores posiciones o para ejecutar a los enemigos, algo recomendable al comienzo de todos los escenarios hasta que no quede más remedio de usar mayores argumentos. La alarma en los campamentos alemanes suena con demasiada facilidad y si no has acabado con todos los que puedas mediante el sigilo la situación se complicará y mucho.

Contamos con alguna ayuda extra como una acción especial táctica especial que nos ha gustado ya que permite paralizar el tiempo y nos da un un respiro para dar órdenes a nuestros partisanos. El juego también ofrece una enciclopedia para los que quieran conocer al detalle los fundamentos y todos los elementos del juego.

Base

Hasta las milicias más valientes tienen que descansar, reponerse, curarse y alimentarse. El juego lo resuelve con un campamento de partisanos oculto en el bosque al que accedemos después de cada misión. Visualmente es bastante espartano (como casi todo en este juego), pero añade otro punto de interés al juego como componente estratégico.

Podemos hacer bastantes cosas aunque su resolución no la realiza el propio jugador si no el simple paso del tiempo. De esta manera, asignamos nuestros partisanos a determinadas tareas y pulsamos sobre un botón que avanza al día siguiente y así sucesivamente hasta que llegue el Día de Misión y tengamos que salir de la tranquilidad del campamento al escenario de batalla que toque.

No podremos abarcar todas las tareas propuestas y ahí entra el componente estratégico. Tendremos que elegir entre construir instalaciones como almacenes para guardar equipamiento conseguido en las misiones y no podamos llevar ante nuestro inventario limitado; talleres donde construir armas y herramientas para misiones futuras o una instalación médica para curar a los partisanos de esas lesiones internas que solo se podrán curar por completo en esa instalaciones.

Partisans 1941

Además tendrás que recoger comida mediante caza y pesca y realizar operaciones especiales que se resuelven automáticamente con el paso de los días, devuelven un informe de situación y añaden distintas bonificaciones. No siempre tendremos el número de partisanos necesarios para ir haciendo todo lo que nos gustaría por o que habrá que seleccionar la gestión. Aunque no es lo más importante del juego añade ese componente estratégico adicional entre misiones.

Soldados

Como ocurre con la narrativa, los personajes de Partisans 1941 no están tan desarrollados como en Desperados, pero cumplen con su función lo que a la postre es lo principal, cada uno con sus propias habilidades. Alguno en especial. Comenzamos con el comandante Zorin, especializado en el combate cuerpo a cuerpo y con habilidades como el cuchillo arrojadizo con el que se puede acabar con un número innumerable de enemigos y -casi- resolver buena parte de las distintas zonas de los escenarios.

Teniendo en cuenta que el juego no es fácil y los enemigos peligrosos, más numerosos y mejor equipados, también será importante contar con un partisano que tenga habilidades especiales de curación. Especialistas en asalto con fusiles, aquellos capaces de manejar armamento pesado o granadas, o los clásicos francotiradores, son otros tipos de soldados que se irán añadiendo a la causa. Aunque serán varios, no podrás llevar a todos en las misiones, por lo que tendrás que elegir los más apropiados en cada escenario.

Partisans 1941

Cada uno puede manejar distintas armas, pero el hecho de que todos tengan una mejor afinidad con un tipo de ellas o habilidades específicas, es recomendable irlos especializando en su tipo específico. Y mejorándolos, con el toque rolero que te comentábamos. A medida que vayamos completando escenarios u operaciones especiales, recibirán experiencia y subirán de nivel en unos puntos que podremos usar para mejorar sus habilidades. Hay algunas genéricas para todas que tampoco se deben olvidar, como las relacionadas con la constitución y salud o la capacidad de usar las coberturas.

El inventario aporta otro punto de interés. Podemos llevar dos armas distintas al campo de batalla y asignar tres capacidades especiales a nuestros guerrilleros. La capacidad de la mochila es limitada (también se puede aumentar con los puntos de habilidad) y hay veces que no podremos recoger todos los elementos disponibles del campo de batalla. Hay de todo tipo, incluyendo nuevas armas, trampas, granadas, analgésicos o balas, cada una compatible con un tipo de arma. Si te lías a tiros las gastarás rápido y tendrás que recargar. No es difícil agotarlas y de ahí la importancia del sigilo previo.

Las armas y todos los elementos de la mochila se pueden intercambiar entre cada uno de los personajes incluso en batalla, siempre que estés cerca de ellos. También se puede guardar en los almacenes de la base para usarlos en escenarios específicos posteriores. Hay todo tipo de elementos a gestionar. Hay algunos que se pueden desmontar y obtener otros o alimentos que se puede prefabricar.

Otro punto a gestionar que el juego tiene en cuenta es la moral del pelotón. En su máximo grado aumentará la probabilidad de impactar disparos contra los enemigos, serán más rápidos en el campo de batalla o reducirán el tiempo para volver a usar las habilidades especiales. Una moral baja influye en todo lo contrario.

En cuanto a los enemigos te vas a encontrar de todo lo que había en el frente oriental de la II Guerra Mundial, tanto tropas regulares de la Wehrmacht o de las SS. Visualmente no se distinguen, pero usando la tecla específica para descubrir objetos ocultos podrás ver su distinto rango. La diferencia entre atacar un nido de ametralladoras o a un francotirador son como de la noche al día y podía haber dado mucho juego. Mejor que lo descubras por tu cuenta, pero la realidad es que unos y otros sucumben bajo un cuchillo habilidoso.

Disponibilidad y precio Partisans 1941

Es de agradecer que Alter Games (un pequeño estudio de 20 personas) haya apostado por un género de infiltración táctica en tiempo real que no es sencillo de desarrollar, donde no abundan títulos y con el que otros productores con más recursos no se atreven. El problema es que llega unos meses después de un título de corte similar, Desperados III, a nuestro juicio superior. Confirmando las dificultades de este género, nuestro gran Commandos aún no ha sido superado.

Con todo, Partisans 1941 no es un mal juego y tiene características propias para agradar. La ambientación y los entornos están bien conseguidos; la mecánica del juego bien resuelta; la IA aprieta; el apartado visual es correcto; el de la música notable; algunos escenarios son fantásticos de jugar, mientras que la gestión del campamento y de los soldados aportan ese toque estratégico y rolero que gusta a cualquier jugador.

A mejorar en siguientes entregas (que esperemos lleguen) la inconsistencia general del juego en varios apartados; una historia y narrativa que no termina de enganchar; mapas demasiados sombríos tirando a aburridos; mejoras visuales en modelados y texturas o algunos bugs por aquí y por allá.

Partisans 1941 está disponible en Steam para plataformas Windows PC por un precio de 29,99 euros. Contenido para los 50-60 euros a lo que nos están acostumbrando la mayoría de productoras para juegos PC. También está disponible un pack «Supporter Pack» por 6,99 euros adicionales. A buen seguro una segunda parte mejoraría un título atractivo para alimentar un género especial que no ofrece demasiados títulos. Desperados III es una gran alternativa con otro tipo de ambientación.

Valoración final
7.9 NOTA
NOS GUSTA
Un género de infiltración táctica de los que no abundan
Ambientación y entornos
Gráficos generales y sonido
Gestión de bases y soldados
Pasar a cuchillo a los nazis sigue divirtiendo
A MEJORAR
Narrativa e historia no enganchan
Mapas demasiado sombríos, a veces aburridos
Inconsistencias en varios apartados
Bugs (algunos resueltos)
RESUMEN
Partisans 1941 es un juego de acción táctica en tiempo real con protagonismo para el combate y el sigilo, que se inspira en el mítico Commandos y que añade aspectos de estrategia en la gestión de la base y un toque rolero en los personajes. Es un buen juego, pero tiene inconsistencias en varios apartados, narrativos, visuales y de ejecución.
Gráficos y sonido8
Jugabilidad8
Rendimiento8
Características/Precio7.5

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