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Twitter baneará las cuentas con información falsa sobre el coronavirus

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Twitter baneará las cuentas con información falsa sobre el coronavirus

Las redes sociales, Twitter entre ellas, tienen un muy serio problema con la desinformación y las noticias falsas. Y lo más grave de ello es que, debido a su enorme impacto en la opinión pública, son muchas las personas que, por una razón o por otra, terminan abrazando teorías de lo más delirantes y que, en determinados casos, pueden tener una peligrosa incidencia tanto en su propia salud como en la de las personas que las rodean.

En el amplio y sorprendente mundo de la conspiranoia en Twitter encontramos un menú de lo más variado: desde los siempre sorprendentes terraplanistas hasta los peligrosos defensores de que el clorito de sodio sirve para curar cualquier enfermedad, pasada, presente y futura. Luego tenemos a los que afirman que el 5G ha llegado para controlar nuestras mentes (mediante unos nanochips que llegarán a nuestro cuerpo junto a la vacuna del coronavirus), cuando no resulta ser, directamente, un vector de difusión del patógeno. Últimamente han proliferado, aunque no son nuevos, los que dicen que la nieve no es nieve (sí, hay gente así, en serio)…

Algunos, como los que afirman que la nieve no es nieve, que las pirámides de Egipto son obra de los marcianos, que la Tierra es plana (y Australia no existe) son, digamos que relativamente inocuos, como la homeopatía. Es un problema que puedan convencer a algunas personas de sus disparates, pero la consecuencia más nociva de ello es que, por sorpresa, te puedes encontrar soportando una chapa insoportable de alguien que pretende convencerte de que la NASA nos engaña, y que en el Polo Sur hay una fuerza multinacional dispuesta a liquidarte si intentas descubrir LA VERDAD.

Encontrarse este tipo de personas en Twitter es, como decía, un mal menor. Según su actitud puedes intentar dialogar para explicarles los mil medios que tienen para comprobar por sí mismos la curvatura de la Tierra o que acercar un encendedor encendido a una bola de nieve y que ésta no se derrita de inmediato tiene una explicación racional. El problema grave es el que plantean las personas que defienden que consumir un tóxico empleado para blanquear el papel es un medicamento universal, o que el coronavirus es una farsa para controlarnos. Y desgraciadamente también hay muchos de estos en Twitter.

Pensando en estos últimos, y como podemos leer en un comunicado oficial, Twitter se ha cansado (afortunadamente) y a partir de ahora baneará definitivamente aquellas cuentas que se dediquen a publicar información falsa y bulos en relación con la vacuna del coronavirus. Para tal fin empleará un equipo de revisores en combinación con sistemas de detección automáticos, que irá estableciendo sanciones de manera progresiva a las cuentas que publiquen ese tipo de contenidos. Castigos que irán desde la obligación de borrar los mensajes y bloqueos temporales hasta el bloqueo definitivo de la cuenta.

Twitter baneará las cuentas con información falsa sobre el coronavirus

Es importante aclarar, en este punto, que al hablar de información falsa en Twitter no hablamos de dudas legítimas, como cuáles podrían ser los efectos de la vacuna a medio y largo plazo (algo que no se ha podido evaluar en los análisis clínicos, debido a la premura para iniciar las vacunaciones), quejas sobre la distribución de las mismas, etcétera. Es decir, no se persiguen opiniones fundadas, sino informaciones falsas, como que la vacuna es tóxica, que los estudios clínicos son una farsa y demás infundios, que pueden tener un efecto negativo en personas que dudan si vacunarse o no.

La libertad de expresión es un derecho fundamental, estamos de acuerdo, pero aún más importante es la salud pública, y muchos de esos mensajes, que Twitter persigue de un modo cada vez más firme pueden tener un efecto muy negativo en la misma, de un modo parecido a la incidencia que tuvieron los manejos de Cambridge Analytika en el referéndum sobre el Brexit y las presidenciales estadounidenses de 2016: atacando a un sector de la población con un nivel bajo de información al respecto y con muchas dudas.

Perseguir ese tipo de contenidos es una obligación moral para Twitter, Facebook y demás redes y servicios online, al menos en mi opinión, y todas las medidas que adopten a ese respecto me parecen un acierto y, por lo tanto, lo celebro muy gratamente, por mucho que algunos lo califiquen como ataque a la libertad de expresión.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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