Variante delta: una sola dosis de vacuna no es suficiente

Que la COVID-19 es uno de los mayores retos a los que, como sociedad, nos hemos enfrentado, es algo que a estas altura ya queda fuera de toda duda. Primero fue el patógeno «original», y después diversas mutaciones del mismo, desde la cepa británica hasta la variante delta, la lucha del virus por reproducirse se enfrenta a un excepcional esfuerzo, primero por parte de la comunidad científica y después por parte de las autoridades, para conseguir, si no es posible erradicarlo, sí al menos hacer posible que podamos convivir con el mismo del mismo modo que, desde hace décadas, lo hacemos con otros patógenos como la gripe.

El final de 2020 tuvo un sabor agridulce, pues casi coincidieron en el tiempo el final de los ensayos clínicos de las vacunas y sus respectivas aprobaciones por parte de los reguladores, con la aparición de diversas variantes que nos hicieron dudar seriamente sobre si dichas vacunas serían efectivas contra las nuevas cepas. Finalmente, aunque con ciertas diferencias en el grado de efectividad, los primeros resultados fueron positivos, así que volvimos a respirar.. y entonces llegó la variante delta.

Presuntamente originaria de India, la variante delta ha desarrollado mutaciones con respecto a la cepa original que mejoran su acoplamiento con las células del organismo humano. Además, también parece resultar más efectiva en lo referido a su propagación, y estas son las razones por las que actualmente se ha convertido en la principal preocupación relacionada con el coronavirus. Y, además, es un recordatorio de algo de lo que ya hablamos aquí hace algunos meses.

Aunque se están produciendo muchos estudios y los resultados entre ellos no siempre coinciden, hoy podemos leer en Business Insider sobre una nueva prueba llevada a cabo recientemente, y que apunta a que una sola dosis de la vacuna resultaría insuficiente para combatir la variante delta. Algo a lo que se suman otros estudios que afirman que una vacunación parcial puede incrementar la sensibilidad de los receptores a la variante delta.

A principios de año, seguramente lo recordarás, empezó a plantearse la posibilidad de retrasar la segunda dosis de los vacunados para, de este modo, extender la base de personas que ya habrían recibido la primera. Una medida que algunos gobiernos observaron con buenos ojos, y que incluso se llegó a llevar a cabo en algunos lugares. En ese momento, como decía antes, ya planteamos los riesgos de retrasar la segunda dosis, y no solo para el propio paciente, también para el resto del mundo, pues las personas a medio inmunizar pueden ser el campo de entrenamiento perfecto para nuevas variantes que desarrollen resistencia.

En aquel momento, y para que se entendiera mejor, establecí una comparación entre la evolución del coronavirus y las superbacterias, recomendando encarecidamente la lectura de este texto de Raúl Rivas González, catedrático de microbiología de la Universidad de Salamanca. Además, de nuestra publicación de hace unos meses tomo parte de un comentario dejado por un lector, que me parece excepcionalmente acertado:

La persona común con nada de conocimiento cree que la medicina tiene un avance progresivo infinito, y la realidad es que se va adaptando a lo que aparece. Por suerte, hasta ahora, nos ha ido relativamente bien. Pero nunca había vivido un pandemia, parecía algo de los libros de historia, y acá estamos. Y es una suerte que la tasa de letalidad del Covid no sea más alta. 

La variante delta es, de momento, un recordatorio de que aquello sobre lo que ya alertábamos hace meses estaría empezando a ocurrir. Y no es necesario ser catastrofistas ni conviene serlo, el ritmo de vacunaciones es sorprendente, y con sus más y sus menos, creo que debemos quedarnos con que estamos siguiendo el camino correcto en lo referido a la inmunización de la población.

Ahora bien, y con los estudios que demuestran la baja efectividad de una sola dosis frente a la variante delta, es más importante que nunca completar los ciclos de vacunación en tiempo y forma, para así garantizar la inmunidad. Nos jugamos mucho con todo esto.