Un coche eléctrico pretende recorrer Australia usando paneles solares

Hace solo unos días hablaba del hito alcanzado por un coche eléctrico, el prototipo Mercedes-Benz Vision EQXX, había logrado recorrer más de 1.000 kilómetros sin necesidad de efectuar recarga alguna durante el trayecto. Sí, se trata de un prototipo, pero el hito me parece bastante significativo, y señala una dirección clave en la que debe avanzar el coche eléctrico para crecer en popularidad y adopción: la autonomía. Hay otros factores, claro está, pero este, con el tiempo, se ha mostrado como un de vital importancia.

Y aunque en este caso, nos encontramos también ante una prueba de concepto, en la que la eficiencia y su posible traslado a la realidad de los conductores todavía queda muy lejos, también resulta de lo más interesante, no tanto en lo referido a autonomía como a independencia. Y es que, según podemos leer en Gizmodo, un equipo de investigadores pretende recorrer 9,400 millas, algo más de 15.000 kilómetros en un Tesla, empleando paneles solares para cargar sus baterías.

El viaje se llevará a cabo el próximo mes de septiembre y durará nada menos que 84 días. Y es que, según sus cálculos, cada día tendrán que dedicar dos horas a conducir y otras seis a la carga del coche eléctrico. Para tal fin emplearán 18 paneles solares de unos 18 metros que desplegarán junto al Tesla para capturar energía solar que se transferirá a las baterías. Los paneles están fabricados con PET, el mismo plástico que se emplea para producir botellas de agua, y han sido impresos con pintura solar a base de agua en una impresora que se empleaba para imprimir etiquetas de vino.

Como parte del proyecto, este coche eléctrico hará visitas a 70 escuelas que se encuentran en su travesía, con el fin de que los estudiantes puedan tener contacto de primera mano con el proyecto y, quien sabe, quizá encontrar la inspiración para tener sus propias ideas con respecto al coche eléctrico.

Este no es, ya lo dije antes, un concepto que se pueda trasladar per se al mundo real. Nadie, en un viaje de media o larga distancia por carretera en un coche eléctrico, puede permitirse fragmentarlo en segmentos de dos horas, y estacionar en los arcenes para desplegar los paneles solares durante seis horas para recargar las baterías. Sin embargo, sí que planea un modelo totalmente autónomo de la red eléctrica, que para zonas con bastante sol y en vehículos que recorren cortas distancias de manera diaria, sí que puede ser una alternativa interesante a los sistemas actuales.

Pero, más allá de eso, este proyecto plantea que, con las mejoras que se puedan producir en la tecnología de obtención de energía a partir de la luz solar, quizá en un futuro sea más factible pensar en algún tipo de coche eléctrico, u otro tipo de vehículo, que dependa al menos parcialmente de la energía solar para su movilidad. Tengo serías dudas sobre si quienes ya peinamos canas llegaremos a verlo, pero me parece un futuro muy interesante. Mientras tanto, tendremos que esperar a la llegada de las electrolineras del futuro.