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Mercedes rompe la barrera de los 1.000 kilómetros con una recarga

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Mercedes rompe la barrera de los 1.000 kilómetros con una recarga

Poco a poco, los vehículos eléctricos se van haciendo con su hueco en el mercado, y algunos hitos, como el alcanzado por Mercedes con su prototipo Mercedes Benz Vision EQXX, son un avance precisamente en una de las líneas de lo más demandado a los eléctricos puros (a diferencia de los híbridos): una mayor autonomía que permita realizar viajes largos sin tener que realizar múltiples paradas, de cargador en cargador, para evitarse sorpresas y disgustos.

Hace unos meses, frente a las propuestas de diseño de las electrolineras del futuro, en base a un concurso organizado en Canadá, recordaba yo la odisea experimentada por Sezar Blue, un creador de contenido al que sigo desde hace ya algún tiempo, en un viaje de Madrid a Galicia con su Tesla Model 3 Standard Range. Y no ha sido su único problema, pues de manera más reciente, en un viaje a Andalucía, solo la amabilidad de los trabajadores del hotel en el que se alojaba evitó que tuviera problemas mayores, tras encontrarse con un cargador que no funcionaba. Así lo contaba él mismo en su canal de YouTube:

Y para quien no lo conozca, aclarar que Sezar Blue es un defensor de la movilidad eléctrica, es decir, que estos vídeos no son consecuencia de una actitud negativa hacia este modelo de movilidad (de hecho primero compró un híbrido y después dio el salto al Tesla Model 3). Es decir, que es el testimonio honesto de una persona que apuesta por la movilidad eléctrica, pero que tampoco oculta la parte negativa de la misma, y que desgraciadamente ya se ha enfrentado a la misma en un par de ocasiones.

Todavía tendremos que esperar unos años hasta contar con una red de electrolineras que evite estos problemas pero, incluso llegado el momento, es posible que tengamos que seguir planificando las paradas en base a las necesidades del coche, y no de las nuestras. Y sí, esto no es un problema terrible, lo sé, pero sí que va en contra del principio de comodidad y flexibilidad que nos ofrece el coche frente a otros medios de transporte. Por eso, prototipos como éste de Mercedes me parecen un gran avance.

¿Y en qué consiste el logro alcanzado por Mercedes? Pues, como podemos leer en The Driven, su prototipo Mercedes Benz Vision EQXX fue capaz de viajar desde Sindelfingen, en las cercanías de Stuttgart, Alemania, hasta Cassis, en la Costa Azul francesa, completando un recorrido de 1.008 kilómetros sin tener que parar a recargar la batería. Todo un hito que, sin duda, contribuirá a que el resto de fabricantes también pisen el acelerador en este sentido, mejorando sustancialmente la autonomía de determinadas categorías de coches eléctricos.

Mercedes rompe la barrera de los 1.000 kilómetros con una recarga

Y digo que solo determinadas categorías porque, por poner un ejemplo, no tendría ningún sentido equipar un coche urbano con las baterías necesarias para tener esta autonomía. Sin embargo berlinas y sedanes, más propios para las largas distancias, sí que son los candidatos idóneos para este incremento en la autonomía, pues son los que verdaderamente le sacarían partido. No es casual que este hito haya sido alcanzado por Mercedes, un fabricante claramente identificado con ese segmento de mercado. Por no hablar de otras áreas, en las que Mercedes-Benz ya lleva años trabajando.

Algo muy interesante de esta prueba es que parte de la misma se produjo en condiciones de frío y lluvia, y recordemos que el rendimiento de las baterías disminuye a medida que baja la temperatura. Y en cuanto a velocidades, también hubo bastante variedad, desde carreteras en obras hasta autopistas con carril rápido de 140 kilómetros hora. La velocidad media del viaje fue de 87,4 kilómetros por hora, la de consumo de este prototipo de Mercedes fue de 8,7 kilovatios cada 100 kilómetros y, al llegar a su destino, todavía conservaba alrededor de un 15% de carga.

Este hito, como plantea la marca, no depende solo de la capacidad de las baterías. Otros muchos aspectos, desde la aerodinámica del vehículo hasta el tipo y nivel de inflado de los neumáticos, también repercuten en el consumo. Y esto es más importante de lo que pueda parecer en primera instancia, por lo que es algo en lo que el resto de fabricantes deberían observar con atención el experimento de Mercedes, para extraer valiosas enseñanzas.

Espero que mi coche actual todavía me dure bastantes años, tanto por cariño como por economía. Si a día de hoy me viera obligado a cambiar, y dado que es raro que lo mueva para hacer menos de 100 kilómetros (salvo cuando voy a la compra, claro), en proporción con el coste de adquisición, haría que no me planteara un eléctrico, quizá en todo caso un híbrido. Sin embargo, si esto que nos ha mostrado hoy Mercedes es una señal de futuro, es posible que cuando me toque jubilar a mi coche actual sí que haya cambiado de opinión.

¿Qué opinas tú? ¿Te planteas el salto al eléctrico o ya lo has dado, o crees que aún es pronto? ¿Y si tu respuesta ha sido que no o todavía no, es la autonomía la principal razón o hay otros factores?

 

Imágenes: Mercedes-Benz

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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