Facebook no se recuperará con Mark Zuckerberg

Decir que Facebook tiene un problema es quedarse muy, muy cortos. Llevamos años, por desgracia, informando de manera regular de los problemas de la que, otrora, fuera la gran red social. Parece mentira al recordarlo, pero hace algo más de una década, Facebook gozaba de una popularidad y una imagen excelentes, y muchas de las personas que hoy no quieren tener nada que ver con dicha red social, en aquel momento la utilizaban asiduamente. Yo entre ellos.

El principio del fin, entendiendo el fin como su ya permanente crisis de reputación, lo encontramos en el escándalo de Cambridge Analytica, con el uso y abuso de los datos de los usuarios de la red social para influir de manera decisiva en varios procesos electorales. Un escándalo que todavía colea en instancias judiciales, donde todavía hay procesos abiertos que pretenden llevar a Mark Zuckerberg a los juzgados para valorar su posible responsabilidad.

2021 también fue un año complicado para Facebook, al punto de que la compañía decidió cambiar su nombre a Meta, intentando desvincular en la medida de lo posible el resto de sus líneas de negocio de la imagen de la red social. Algo impensable unos años antes, pero un cortafuegos necesario en la actualidad. El problema, no obstante, es que Meta, la nueva identidad de la corporación, sigue arrastrando buena parte del lastre de Facebook, por lo que el alcance de esta medida habría sido un tanto limitado.

Así, para muchos la lectura sería que Facebook es un problema para Mark Zukerberg, pero según podemos leer en Business Insider, hay quienes se plantean invertir la ecuación, un punto de vista que parece bastante razonable. Y no hablamos de una voz cualquiera, ni mucho menos. Quien plantea que Mark Zuckerberg es un problema para Facebook es Frances Haugen, un nombre que quizá te resulte familiar, pues fue la principal responsable de la filtración de información interna de Facebook, documentación que tomó al dejar de trabajar en la compañía.

Haugen es, por lo tanto, la persona a la que le debemos que mucha información sobre la malas prácticas internas de Facebook salieran a la luz el año pasado, y de que a consecuencia de dichas revelaciones, los responsables de la compañía se hayan visto obligados a dar muchas explicaciones, y que muchas personas se hayan replanteado su relación con la red social, toda vez que, siempre según su testimonio, Facebook habría estado incumpliendo sus propios compromisos.

El problema, según plantea Frances Haugen, es que Zuckerberg en realidad piensa que Facebook es un reflejo fidedigno de la sociedad, un punto de vista que ignora por completo el uso que muchos expertos en intoxicación y manipulación han aprendido a darle. Y esto se complica por su estatus en la toma de decisiones, ya que su opinión tiene un peso cuantitativo demoledor, un 56%, que ocasiona que siempre se actúa según su criterio personal.

Así, en su opinión, Facebook no podrá salir del agujero en el que se encuentra desde hace ya unos años si Zuckerberg se mantiene en la misma. Claro, esperar que decida renunciar a su participación en la toma de decisiones parece impensable hoy en día, más aún si tenemos en cuenta su punto de vista, que ya he comentado anteriormente. Sin embargo, y aún si desea mantenerse dentro, lo que sí debería plantearse es reducir el peso de su voto en la toma de decisiones.