RX 7000 se comercializará en diciembre de 2022 y no será rival para RTX 40

AMD Radeon RX 7000, la generación de gráficas construida con la arquitectura RDNA 3, será presentada oficialmente el 3 de noviembre de 2022, mientras que se rumorea que su fecha de lanzamiento al mercado estaría establecida para mediados de diciembre del mismo año. A eso se suma la posibilidad de que el gigante rojo haga lo mismo que NVIDIA y empiece a comercializar los modelos más altos para ir lanzando los de gama media y baja durante el transcurso de 2023.

Los modelos de RX 7000 más altos conocidos, que por ahora son referenciados a través de sus dados (dies), Navi 31 y Navi 32, emplearán un diseño MCM y el proceso de fabricación de 5nm de TSMC. La arquitectura RDNA 3 apunta a ofrecer una mejora de más del 50% en la relación de rendimiento por vatio en comparación con RDNA 2, pero, desgraciadamente para Radeon, los últimos rumores no la sitúan muy bien en comparación con RTX 40.

AMD parece haberse decidido por introducir más memoria de caché infinita en sus futuras Radeon RX 7000, lo que podría dejarle con poco margen para mejorar en aspectos como el rendimiento con trazado de rayos. Aquí nos encontramos con la misma situación vista en los últimos años, y es que NVIDIA está aparentemente dos generaciones por delante de Radeon en tecnologías. Además, la mejora experimentada por RTX 40 situaría a esta última claramente por encima de RX 7000 en rendimiento de rasterización.

Vaya por delante que los pronósticos en torno al rendimiento de RX 7000 son solo rumores por ahora, pero el golpe en la mesa que ha supuesto NVIDIA GeForce RTX 40 apunta a habérselo puesto difícil a AMD, más viendo que incluso Intel está, al menos en estos momentos, por encima en cuanto a tecnologías. Dicho con otras palabras y a falta de que pueda cubrir correctamente todas las gamas, Intel es en la actualidad un rival con más potencial que AMD para hacer frente al fuerte dominio que ejerce NVIDIA.

En resumidas cuentas, tiene toda la pinta que RX 7000 supondrá una mejora importante en comparación con la anterior generación de gráficas Radeon, pero su evolución podría ser insuficiente para competir con garantías con RTX 40. Esto forzaría a AMD a tener que jugar con el recurso fácil, el precio, porque sino sus futuras gráficas dedicadas lo tendrán difícil para tener atractivo de cara a los consumidores.