Nuestros lectores hablan: ¿cuál crees que fue la consola más avanzada de su generación?

Elegir cuál fue la consola más avanzada de su generación es una decisión difícil, de eso no hay ninguna duda, sobre todo porque a lo largo de las últimas cuatro décadas se han producido saltos importantes que han ido más allá de la potencia, y que han cambiado la manera en la que jugamos y la forma en la que interactuamos con otros jugadores.

No se trata de una cuestión de potencia, y no debemos caer en el error de limitarnos a valorar el rendimiento ya que esto nos llevaría a elegir a la consola más potente de su generación, y esto no implica necesariamente que por ello podamos considerarla como la más avanzada. Son conceptos distintos, y en el segundo caso debemos tener en cuenta otras cosas.

Con esto en mente, soy el primero en mojarme y os digo que, en mi humilde opinión, Dreamcast fue con diferencia la consola más avanzada de su generación, y probablemente la más innovadora de toda la historia de las videoconsolas. Sé que Nintendo 64 introdujo la vibración en el mando y fue la primera en apostar por integrar un stick analógico, también soy consciente de que Xbox innovó con la integración de un disco duro y que marcó un punto de inflexión con el servicio Xbox Live, pero la verdad es que al final Dreamcast marcó un punto de inflexión mucho mayor dentro de su generación.

Antes de la llegada de Dreamcast los juegos 3D eran muy toscos y simples, tenían que recurrir a técnicas como la niebla o los escenarios pre-redenrizados para evitar problemas de rendimiento y el texturizado era terrible. La consola de SEGA marcó un salto gráfico enorme, todavía recuerdo mi primer contacto con juegos como Resident Evil Code Veronica o Metropolis Street Racer, fue simplemente impresionante.

Pero el salto en potencia gráfica es solo la punta del iceberg. Dreamcast fue, en mi opinión, la consola más avanzada de su generación porque introdujo avances tan importantes como la Visual Memory, mejoraba la experiencia de juego y era casi una consola en miniatura, y también porque vino acompañada de una enorme cantidad de periféricos, incluyendo desde una pistola hasta un teclado y un ratón, y porque contaba con un módem y con todo el software que necesitábamos para conectarnos a Internet y jugar en línea.

Hoy nos parecerá algo ridículo, pero estamos hablando de una consola que llegó a Japón en 1998 (a Europa en 1999) y que ofrecía un valor fantástico por el precio que tenía (39.999 pesetas en España, 240 euros al cambio). Dreamcast dio un enorme salto a nivel de potencia, fue la primera en empezar a difuminar la barrera entre una consola y un PC, y sentó las bases de las consolas que utilizamos hoy en día, con las que podemos navegar por Internet y jugar online. Ahora os toca a vosotros, nos leemos en los comentarios.