Internet por Wi-Fi o cable, qué es mejor y por qué

Elegir entre Wi-Fi o cable es una decisión complicada. Cada tipo de conexión a Internet tiene sus ventajas y sus desventajas, y al final esto implica que si no tomamos la decisión correcta nos encontremos con una experiencia de uso que no cumplirá con nuestras necesidades, o que incluso puede llegar a ser muy pobre.

Sé que nuestros lectores avanzados tienen claro este tema, y que saben cuándo es mejor utilizar Wi-Fi o cable, pero otros lectores con menos conocimientos todavía tienen dudas sobre este tema, y es por eso que hemos decidido dar forma a esta sencilla guía, donde os vamos a ayudar a resolver todas esas dudas de una vez por todas.

Este artículo va a ser muy claro y fácil de entender, pero si tras terminar de leerlo tenéis cualquier pregunta podéis dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros a resolverla. Sin más, poneos cómodos que empezamos.

Internet por Wi-Fi o cable: qué son y cómo funcionan

Una conexión a Internet por Wi-Fi es aquella que se establece de manera inalámbrica entre el router y otro dispositivo. Con este tipo de conexión se utilizan ondas de radio con forma de dónut que viajan en dos direcciones, estableciendo la clásica modalidad de recepción y envío que permite establecer una comunicación bidireccional. Podemos tener conectados varios dispositivos de forma simultánea en una misma red Wi-Fi.

Así, el router recibe las señales del dispositivo, lo que conocemos como «subida», y el dispositivo las señales del router, lo que conocemos como «bajada». En ese recorrido, las ondas pueden encontrarse con diferentes obstáculos, pueden verse afectadas por fuentes de interferencias que generen otras ondas que operen en la misma frecuencia, y también perderán intensidad con la distancia.

Cuando utilizamos una conexión a Internet por cable se produce también esa comunicación bidireccional entre el dispositivo y el router, pero con una particularidad, y es que en este caso se realiza a través de un cable que une a ambos. Dicho cable puede limitar la velocidad de la conexión, así que debe ser capaz de trabajar como mínimo al nivel máximo que sea capaz de alcanzar nuestra conexión.

A diferencia de lo que ocurre con una conexión inalámbrica, solo podemos conectar un dispositivo por cada cable, y este no se ve afectado de la misma manera ni por la distancia ni por las interferencias, lo que supone una ventaja muy importante.

Ventajas y desventajas de una conexión a Internet por Wi-Fi

Ventajas

• Podemos conectar múltiples dispositivos de una manera sencilla y rápida.
• No tendremos que gestionar cableado.
• Tendremos conexión a Internet desde diferentes lugares de casa.
• Podremos movernos con nuestros dispositivos y seguir conectados a Internet.
• Rendimiento bueno con los estándares Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6.

Desventajas

• La velocidad se reduce notablemente con la distancia.
• Mayor sensibilidad a las interferencias y a los obstáculos.
• La latencia puede ser muy elevada, y el rendimiento muy variable.
• Más propensa a sufrir microcaídas que pueden dejarnos sin conexión unos instantes.

Este tipo de conexiones son la opción ideal para conectar dispositivos móviles y ordenadores portátiles, y también para utilizar aquellos sistemas que utilizamos para streaming y que no requieren de una velocidad muy elevada, ni de una estabilidad total. También puede ser la mejor solución para crear entornos multidispositivo sin tener que hacer una importante inversión en conexiones y cableado.

Ventajas y desventajas de una conexión a Internet por cable

Ventajas

• Alto rendimiento.
• Menos sensibles a las interferencias y a la distancia.
• Ofrecen una estabilidad superior.
• Su latencia es mucho menor.
• No suelen sufrir microcortes ni microcaídas.

Desventajas

• No es viable para entornos multidispositivo, ya que nos limita a un cable por equipo.
• Alcance limitado, es complicado llevar una conexión cableada a otra habitación sin recurrir a un PLC.

Este tipo de conexiones son la mejor opción para dispositivos y sistemas que necesiten una alta velocidad, una latencia muy baja y una estabilidad total, como un ordenador para gaming, una videoconsola o un dispositivo para jugar en la nube. La diferencia que puede marcar este tipo de conexión en términos de latencia y estabilidad frente al Wi-Fi es enorme, así que tenedlo muy en cuenta.