Mark Zuckerberg vs Apple Vision Pro

Desde que Apple presentara, el pasado lunes, sus Apple Vision Pro, el nuevo dispositivo de los de Cupertino ha dado mucho, mucho de qué hablar. Esto es lógico y era esperable, pues los rumores y filtraciones sobre el salto de Apple al campo de la realidad mixta y la realidad artificial han estado en el aire durante años, su presentación en la WWDC 2023 era un secreto a voces desde hace meses, y pese a todo ese ruido es justo reconocer que Apple nos ha sorprendido a todos con un concepto verdaderamente revolucionario.

Yo mismo reconocí, tras su presentación, que ya entendía la razón por la que Tim Cook había mostrado tanto entusiasmo (según nos contaban las filtraciones) por Apple Vision Pro, y es que va mucho más allá de ser un simple visor. Con su habilidad para elegir nombres, los de Cupertino se han inventado la categoría de ordenador espacial, para referirse a un dispositivo con una capacidad de cómputo equiparable a la de un ordenador, pero que se utiliza a modo de wearable, algo para lo que solo necesitaremos el propio visor y su batería o un cable para conectarlo a la red eléctrica. Y sí, sé que así dicho puede parecer que hablamos de un ordenador portátil, pero claro, con la diferencia de que la inmensa mayoría de los componentes del mismo se ubican en un visor.

Aunque, claro, hay opiniones para todos los gustos, en general la recepción que ha tenido el dispositivo en sí, como concepto, ha sido tremendamente positiva, y los primeros testimonios de las personas que lo han probado afirman que verdaderamente tiene el potencial de marcar un cambio sustancial en el modo en el que interactuamos con productos, servicios y contenidos. Eso sí, como ya esperábamos, nadie, ni en el evento ni a posteriori, se ha acordado del Metaverso. Y sí, digo que lo esperábamos porque ya a principios del año pasado supimos que el visor de Apple no sería una puerta a la propuesta de Zuckerberg, algo que quedó aún más claro cuando Tim Cook volvió a hablar sobre el tema.

Esa omisión premeditada, aún siendo predecible, no ha debido hacer gracia alguna en Meta y, como podemos leer en Business Insider, Mark Zuckerberg se habría despachado criticando Apple Vision Pro en un encuentro con los empleados de Meta, en una línea argumental en la que, sin duda, el elemento más destacable es que achacó, a la presentación del dispositivo, que lo que se había visto durante la misma, todo el tiempo, era a personas solas y sentadas.

Aunque esto no es totalmente cierto, pues en algunos momentos vimos a personas en entornos de trabajo e interactuando con otras personas, se entiende la premisa, y es que plantea que Apple Vision Pro es un dispositivo orientado a muchas actividades individuales, frente a la propuesta del Metaverso, que básicamente consiste en un entorno 100% social, en el que siempre estaremos interactuando con otros usuarios del mismo.

Como premisa teórica está muy bien, pero recordemos que la propia Meta definía el Metaverso como un lugar triste y vacío, lo que apunta a que, al menos en el estado actual de las tecnologías, una propuesta en la que priman las actividades individuales puede tener mucho más encaje que la de Zuckerberg. Y en cuanto a que muchas de las actividades se practican sentados… me choca, viniendo del máximo responsable de la empresa que tardó un año en anunciar que añadía piernas a los avatares, y que para más inri en realidad no fuera cierto.

Como decía antes, el Metaverso es una herida abierta para Meta y para Mark Zuckerberg, y que Apple decida ignorar este espacio en su esperado y sonado debut en el mundo de la realidad virtual y la realidad aumentada, se puede interpretar como un buen puñado de sal. Sin embargo, mucho me temo que las palabras del fundador de la red social atacan, aún sin quererlo, más a su fallido proyecto que al visor de realidad aumentada de Apple. Quizá, en unos años, y probablemente tras ser reformulado, el Metaverso o una evolución del mismo sí que llegue a convertirse en algo exitoso. Pero, al menos de momento, nada parece haber cambiado en una apuesta que le costó a la compañía casi el 20% de su valor.