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Guía: Montando un PC para jugar por 600 euros (2015)

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Seguimos renovando nuestras guías y esta semana montaremos un PC para jugar por 600 euros, un presupuesto que ya nos permite acceder a un equipo muy superior a cualquiera de las dos consolas de nueva generación, y también más potente que el que os dejamos la semana pasada en nuestra anterior guía, donde nos limitamos a un presupuesto de 400 euros.

En contra de lo que creen y hacen creer otros medios a los usuarios no es necesario gastar mil euros para montar un buen PC gamer, ya que por mucho menos podemos hacernos con algo equilibrado y con un excelente nivel de rendimiento.

Por otro lado tampoco es conveniente considerar en pleno 2015 un procesador básico de dos núcleos y dos hilos para algo más que la ofimática y el multimedia ligero, algo que cualquier gamer habitual sabe y que durante el último año se ha hecho todavía más evidente.

Al igual que en la guía anterior mantendremos una estructura razonada y ordenada de componentes y nos limitaremos a la torre, pero no temáis, tenemos pensado hacer un especial de accesorios cuando acabemos de renovar todas nuestras guías de hardware, en el que os ayudaremos a elegir también monitor, altavoces, teclado y ratón.

No os hacemos esperar más, vamos a lo importante, aunque antes os recordamos que el objetivo de este equipo es jugar a todo en 1080p con todo en ultra o alto, aunque con él también podemos subir a 2K y mantener la calidad alta en muchos juegos.

Plataforma

El aumento de presupuesto nos permite acceder a CPUs Intel de cuatro núcleos pero también a los FX de cuatro módulos y ocho núcleos de AMD, una buena noticia pero que a su vez nos obliga a realizar una elección muy complicada que no ha sido nada fácil de resolver.

Al final hemos optado por Intel y el socket LGA1150 acompañado de un Core i5 por que con ello conseguimos un rendimiento más estable a un precio más asequible del conjunto placa + procesador.

Para aprovechar al máximo un FX de ocho núcleos habríamos necesitado una placa de gama alta y un buen disipador para sostener el overclock, lo que nos obligaría a recortar componentes tan vitales como la tarjeta gráfica.

Sí, el Core i5 que hemos elegido es un poco más caro que un FX-8350 pero cuenta con cuatro núcleos reales, consume muy poco y tiene un IPC muy alto, lo que le permite ofrecer un rendimiento superior en la mayoría de los juegos, y la placa base que debe acompañarlo es, como dijimos, más económica que la que deberíamos montar con dicho FX.

Placa base

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Bien, hemos optado por un procesador Core i5 sin multiplicador desbloqueado, por lo que no necesitamos una placa base con chipset Z97, sino que nos vale cualquier modelo básico, aunque obviamente no debemos descuidar por ello la calidad de la misma.

Manteniendo la exigencia de unos requisitos mínimos de calidad en aras de garantizar una buena vida útil y la ausencia total de fallos optamos por la GIGABYTE GA-H81M-HD3, una placa básica equipada con el chipset H81 que cuenta con todo lo que vamos a necesitar a medio y largo plazo.

Entre sus principales características destacan las siguientes:

  • Construcción UltraDurable 4 Plus con condensadores sólidos y protección contra picos de tensión.
  • BIOS UEFI dual.
  • Hasta 16 GB de memoria DDR3 a 1.333 MHz o 1.600 MHz. No necesitamos más, ya que el estándar actual son 8 GB y nos permitirá doblarlo dentro de unos años, cuando sea realmente necesario. Por otro lado la velocidad no es un problema, ya que nuestro procesador no permite overclock.

Al optar por esta placa tenemos, en resumen, una calidad más que suficiente y todo lo que necesitamos, pero nos permite a su vez ahorrar un poco de dinero que podemos añadir a la tarjeta gráfica.

Precio: 62,35 euros.

Procesador

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Estoy seguro de que más de uno habrá acertado con el modelo concreto de procesador que hemos elegido por lo que ha ido leyendo hasta ahora y en efecto, es el Core i5 4460.

De todo lo que ofrece Intel actualmente por menos de 200 euros es sin duda el más equilibrado, ya que las diferencias frente a modelos más caros son de apenas unos pocos MHz de frecuencia que no justifican el gasto extra.

Con este procesador tendremos un consumo moderado, cuatro núcleos reales a 3,2 GHz-3,4 GHz, modo normal y turbo, y un alto IPC que nos garantizará un rendimiento estable en cualquier juego.

Precio: 181 euros.

Memoria RAM

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Dado que el presupuesto es bastante ajustado y no podemos derrorar en ningún sentido si queremos mantener un buen equilibrio de componentes hemos optado por el mismo módulo de 8 GB de la guía de anterior, el HyperX Savage de Kingston con latencias CL9 y 1.600 MHz de frecuencia.

A pesar de que su precio ha subido aproximadamente unos 70 céntimos sigue siendo lo mejor que hemos podido encontrar y cumple de sobra con el estándar actual de 8 GB para jugar con garantías.

No, no notaremos una mejora de rendimiento en juegos si montamos 16 GB, así que no vale la pena invertir más dado el objetivo del equipo y lo limitado del presupuesto.

Os recordamos que el optar por un módulo y renunciar al doble canal no es un problema, ya que no notaremos diferencia alguna a nivel de rendimiento y sin embargo podremos ampliar a 16 GB con mayor facilidad cuando sea necesario.

Precio: 52,20 euros.

Almacenamiento

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Gracias a que hemos ido apurando al máximo el presupuesto podemos invertir un poco más en este componente, donde hemos optado por un Crucial BX100 de 250 GB, una capacidad que no nos impone excesivas limitaciones.

A nivel de prestaciones este pequeñín nos ofrece unas velocidades de lectura y escritura secuencial de 535 MB/s y 370 MB/s, y de 87.000 IOPS y 70.000 IOPS en lectura y escritura aleatoria.

Una maravilla para lo que cuesta, y lo mejor es que no nos rompe el presupuesto gracias a lo ajustadas que han sido nuestras anteriores decisiones.

Precio: 84,95 euros.

Tarjeta gráfica

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Un punto muy importante, donde invertiremos casi todo lo que nos queda de presupuesto, ya que es en esencia el punto más influyente del equipo, aunque obviamente ello no nos debe llevar a caer en desequilibrios.

Teniendo en cuenta lo que nos queda de presupuesto y lo que todavía falta por comprar nos hemos decantado por la GTX 960, concretamente el modelo más sencillo GIGABYTE por ser el más económico y venir a pesar de todo con overclock de fábrica.

Por lo demás monta 2 GB de GDDR5 y su rendimiento es excelente, ya que como veremos en las pruebas finales cumple de sobra con el objetivo de la guía.

Precio: 197,20 euros.

Caja

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Nos queda muy poco presupuesto pero no tendremos problema para terminar el equipo de forma equilibrada sin pasarnos demasiado del máximo que nos hemos marcado.

Dado que la placa es de pequeño tamaño, que no vamos a hacer overclock y que la tarjeta gráfica también es muy pequeña hemos optado por la caja Mars Gaming MC0.

A pesar de su bajo coste es bastante bonita y cuenta con todos los conectores frontales que vamos a necesitar, incluyendo un USB 3.0 y salidas jack para auriculares y micro. Soporta dos ventiladores de 8 mm opcionales (no incluidos).

Precio: 16,92 euros.

Fuente de alimentación

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Estamos casi al borde del presupuesto pero tenemos la suerte de que una GTX 960 no demanda una gran fuente (400W), así que no tendremos que irnos a modelos excesivamente caros.

Para no pasarnos mucho del presupuesto pero tampoco sacrificar en un punto tan importante como la fuente hemos optado por la Aerocool GT500S 500W 80Plus Bronze Modular.

Dicha fuente cumple de sobra con las necesidades del equipo y nos ofrece tranquilidad y seguridad gracias a la potencia real de 460W y 28 amperios en el carril de 12V.

Precio: 48,42 euros.

Notas finales

El coste total del equipo es de 643,34 euros. Hemos dejado aparte la unidad de DVD, ya que para muchos usuarios es innecesaria dada la enorme implantación de las memorias USB y de plataformas digitales como Steam, Humble Store y Good Old Games.

Si añadimos una grabadora de DVD el coste subiría hasta los 650 euros, aproximadamente, pero eso lo dejamos al libre albedrío de cada uno.

También podríamos reducir el coste hasta los 600 euros redondos prescindiendo del SSD a favor de un HDD, pero esos 40 euros extra merecen la pena, así que os recomiendo mantenerlo aunque se pase un poco del presupuesto base inicial.

Dicho esto pasamos a ver qué tal rinde este pequeño en algunos de los juegos más importantes del momento:

  • Battlefield 4 en 1080p al máximo con 4xAA: 51 FPS.
  • CoD Advanced Warfare en 1080p al máximo: 101 FPS (73 FPS en resolución 2K).
  • Crysis 3 en 1080p al máximo con 4xAA: 29 FPS.
  • Dead Rising 3 en 1080p al máximo: 45 FPS.
  • Far Cry 4 en 1080p al máximo: 46 FPS.
  • GTA V en 1080p, calidad alta y FXAA: 75 FPS.

Enlaces de interés: Montando un PC para jugar por 400 euros (2015)

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