Hardware: Xbox One y PS4 a fondo

Sony y Microsoft han mostrado sus apuestas para la próxima generación de consolas y el resultado ha sido dos sistemas muy similares, aunque no por ello iguales. En un primer artículo os dejamos algunos detalles en una comparativa entre ambas consolas y hoy hacemos lo propio aunque más a fondo, para que tengáis claro las posibilidades y lo que monta cada una a nivel de hardware.

PS4 es, sin duda, la más potente de la nueva generación. En su interior late «un corazón» basado en la arquitectura Jaguar, una CPU de 64 bits con 8 núcleos que trabaja a 1,6 GHz. Con respecto a su GPU se trata de una variante del núcleo Pitcairn, utilizado en las HD 7800 de AMD, equipado con un total de 1.152 procesadores de flujo, 32 ROPs y un bus de 256 bits, lo que unido a sus 8 GB de GDDR5 (5,5 GHz) da un ancho de banda de 176 GB/s.

Con respecto a Xbox One encontramos también una APU Jaguar de AMD personalizada, con 8 núcleos y una frecuencia estimada de 1,6 GHz. La gran diferencia radica, como adelantamos en su momento, en la GPU. En la consola de Microsoft el chip utilizado se basa en el núcleo Bonaire y suma 768 procesadores de flujo, bus de 256 bits y 8 GB de DDR3, lo que da un ancho de banda total de 68,3 GB/s. La diferencia puede parecer grande en este último aspecto, pero gracias a la inclusión de 32 MB de eDRAM la cosa queda más igualada, ya que este extra consigue amortiguar el impacto y reducir la latencia en las transferencias de datos, logrando un ancho de banda equivalente a 200 GB/s, según los ingenieros de Microsoft.

Finalmente en lo que a software respecta la consola de Sony utiliza una variante de Unix como sistema operativo junto a OpenGL 4.2, mientras que la de Microsoft giran sobre una variante basada en el kernel Windows NT 6.x de 64 bits junto a DirectX 11.

Dicho esto queda patente que PS4 sería ligeramente superior por el lado GPU, aunque no sería en todo caso una diferencia abismal ni mucho menos. Con todo, tendremos que esperar a ver el impacto real de lo dicho en juegos.