Regreso a Skyrim

Hace cinco años que Bethesda revolucionó el mundo de los videojuegos con Skyrim, un título que no solo resultó ser sobresaliente desde cualquier punto de vista sino que marcó hitos jugables y técnicos nunca vistos hasta la fecha. Con un historial de más de 150 horas en el título original, hemos vuelto al salvaje mundo de bárbaros, magia y dragones para contaros si merece la pena el remake. ¿Buscas protección o provocar daño?

The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition incluye todos los contenidos del juego original y las tres expansiones que se lanzaron: Dawnguard, Hearthfire y Dragonborn. Además, se ha aprovechado para darle un «lavado de cara» al aspecto técnico que, si bien mejora considerablemente lo que vimos en el original no se puede considerar como una remasterización al uso.

No hay cambio alguno en las mecánicas de juego, la IA o el contenido más allá de lo que podamos incluir a través del mods (ahondaremos en este punto más adelante) y sorprende – o más bien decepciona – encontrarse con algunos bugs que ya padecimos hace cinco años. Le perdonamos casi todo a Bethesda, pero esperábamos más trabajo en este punto.

Un repaso a lo técnico

Esta edición especial de Skyrim no sorprende en lo técnico en PC (se pueden lograr un nivel gráfico muy superior desde hace años recurriendo a mods) pero sí consigue adaptar el título a los tiempos que corren y ofrecen una experiencia consistente en consolas, lejos de aquel festival de caídas de frames y popping que sufrimos en PS3 o Xbox 360.

El primer aspecto a destacar es que no hay cambios en el apartado artístico o de modelado, así que las novedades están relacionadas con filtros gráficos, efectos de post-procesado e iluminación volumétrica; el mundo es más realista, el paso del tiempo es todavía más espectacular (mención especial para los atardeceres) y la distancia de dibujado, ahora sí, nos permite disfrutar de la inmensidad de Skyrim. Resumiendo, todo se ve mejor, pero no esperéis nada parecido a un triple A.

En consolas, el juego se ve con ajustes ultra y 1080p nativos, aunque bloqueado a 30 frames para garantizar la máxima estabilidad bajo cualquier circunstancia. ¿Se podía haber llegado a 60 frames? Pensamos que, al menos en PS4, sí; la propia Bethesda ya ha confirmado una versión 4K nativo para PS4 Pro (con una GPU unas 2,3 veces más potente que la original), así que no es una locura pensar que han decidido igualar por lo bajo en la edición PS4/Xbox One.

El salto del código original a 64 bits, necesario para que funcione en las consolas de nueva generación, también debería ser una gran noticia para los usuarios de PC: se gana consistencia y estabilidad, al tiempo que se abre camino a mods todavía más ambiciosos de lo que estábamos acostumbrados hasta ahora.

¿Merece la pena volver a Skyrim?

Cinco años después, Skyrim sigue siendo un imprescindible para los aficionados al rol y la aventura. Sí, es cierto que sus mecánicas son tan arcaicas como entonces (el sistema de combate está a años luz de Witcher 3 o Lords of the Fallen, por ejemplo) y veremos varios bugs a lo largo de nuestra aventura pero su magia se conserva intacta; el mundo de Skyrim está repleto de secretos por descubrir y la sensación de libertad para el jugador es tal que todavía no ha sido igualada.

La cantidad de contenido que incluye el título y las expansiones es inabarcable para cualquiera que quiera tener una vida personal; podemos estar horas desarrollando nuestro personaje, buscando tesoros o inmersos en tramas que poco tienen que ver con la historia principal. Aunque el juego te atrapa desde las primeras horas, no será hasta bien avanzado el juego y definido nuestro personaje cuando empezarmos a sentirnos poderosos y capaces de hacer literalmente lo que queramos en el mundo que Bethesda pone a nuestra disposición.

Los usuarios de PC que ya tuvieran el juego tienen pocas excusas para no volver a disfrutarlo; es gratuito (si tienes la edición Legendaria), funciona mejor que el original y es una plataforma ideal para los nuevos mods que llegarán. Si no lo tenéis, lo mejor es esperar a que Steam deje caer algunas de sus suculentas ofertas porque, a día de hoy, es complicado justificar lo que cuesta.

Si jugáis en consola y no disfrutastéis del original corred a por el, pero sabiendo que no es un juego top desde el punto de vista técnico y que la oferta de mods es reducida; por la arquitectura cerrada de las máquinas ninguno podrá suponer cambios drásticos en el juego (nada de mejorar los gráficos, por ejemplo) así que esta no debería ser una variable importante a la hora de decidirnos a comprarlo.

¿Era necesario este remake? Probablemente no o, al menos, no tan pronto. Mucho nos tememos que este Skyrim 1.5 no es lo que los fans de la saga esperaban y aunque será bienvenido por todos aquellos que no lo jugaron en su momento, hubiéramos preferido tener que esperar más a cambio de un salto mayor. Recomendable para fans, obligatorio si no pudistéis disfrutarlo en su día.