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Guía: tarjetas gráficas «obsoletas» que todavía rinden bien
La tecnología avanzada y cambia con gran rapidez, pero sin duda uno de los sectores que más afectado se ve por este hecho es el de las tarjetas gráficas, ya que se producen nuevos lanzamientos con bastante frecuencia y la sensación de estar «desactualizado» se deja notar con fuerza incluso aunque sólo nos quedemos una generación por detrás.
No os preocupéis es normal, ya que con cada nueva generación gráfica se suelen introducir cambios que nos lleven incluso a pensar que nuestra tarjeta gráfica actual ya no sirve y que de verdad es imprescindible que actualicemos, pero la realidad es muy distinta, ya que la misma seguirá rindiendo igual de bien que hace unos meses.
¿Y qué pasa con los que tenemos tarjetas gráficas antiguas? es una buena pregunta, y a ello vamos a dedicar precisamente esta guía, en la que hablaremos sobre esas generaciones de tarjetas gráficas que han quedado «obsoletas», al menos en teoría, y veremos las que todavía hoy son capaces de ofrecer un buen desempeño.
Esperamos que esto os ayude a entender un poco mejor la realidad actual del sector gráfico, y a tener claro si realmente es necesario o recomendable que actualicéis vuestra tarjeta gráfica.
Como siempre esperamos que os guste y nos ponemos manos a la obra.
Por el principio, ¿qué entendemos por tarjeta gráfica «obsoleta»?
Decimos que una tarjeta gráfica se queda «obsoleta» cuando han trascurrido un mínimo de cuatro años desde su lanzamiento, ya que en ese periodo de tiempo lo normal es que se hayan lanzando como mínimo dos generaciones nuevas y que haya quedado «desfasada».
Un ejemplo de tarjeta gráfica «obsoleta» lo tendríamos en las GTX 680 y Radeon HD 7970, dos modelos muy conocidos que fueron el tope de gama de 2012 y que tienen por encima a tres generaciones diferentes en el caso de NVIDIA y cuatro en el caso de AMD contando a las series R9 300.
Ahora tenemos claro el término, ¿pero qué me supone tener una tarjeta gráfica «obsoleta»? Podemos resumirlo en tres puntos clave:
- Soporte reducido, con mejoras de rendimiento nulas incluso aunque lleguen nuevos controladores. Esto quiere decir que nuestra tarjeta gráfica se habrá quedado estancada y sin margen de mejora vía software.
- Peor eficiencia si comparamos con las nuevas soluciones gráficas que vayan llegando al mercado, consecuencia del mayor rendimiento bruto de aquellas y las reducciones de consumo gracias a las nuevas arquitecturas y procesos de fabricación.
- Limitaciones a nivel de soporte de APIs, que pueden llegar a suponer que no podamos mover ciertos juegos, como ocurrió por ejemplo con las GTX 295, que a pesar de que todavía hoy rinden muchísimo para el tiempo que tienen están estancadas en DirectX 10 y no son viables.
Tengo una tarjeta gráfica «obsoleta», ¿necesito actualizarla?
De lo dicho anteriormente podrás sacar en claro si tu tarjeta gráfica está «obsoleta» o no, y en caso afirmativo es probable que te hagas la pregunta que da título a este apartado.
No podemos dar una respuesta universal ya que la misma depende del modelo exacto que tengas, del uso que le vayas a dar y de la resolución y el nivel de calidad con el que quieras jugar. Es, en definitiva, una decisión que depende de vosotros en última instancia.
Sin embargo queremos ayudaros a tomar esa decisión, y para ello os vamos a dejar un resumen con aquellas tarjetas gráficas «obsoletas» que todavía hoy ofrecen un buen rendimiento, y os daremos una explicación de lo que podéis esperar de cada una para que valoréis si realmente os merece la pena o no actualizar.
Tarjetas gráficas NVIDIA
- GTX 480: a pesar de tener 6 años a sus espaldas es una tarjeta gráfica muy potente. Con ella puedes jugar a juegos tan exigentes como The Witcher 3 en 1080p con total fluidez limitando los ajustes gráficos, sobre todo la calidad de las texturas, la densidad y la distancia de visión de la vegetación. Su mayor carencia es que sólo cuenta con 1,5 GB de VRAM.
- GTX 570: es una versión ligeramente mejorada de la anterior y ofrece un rendimiento casi idéntico, aunque sólo cuenta con 1,2 GB de VRAM. Si reducimos la calidad gráfica a niveles medios rendirá de maravilla en 1080p con la mayoría de los juegos.
- GTX 580: es más potente que la anterior y más eficiente, aunque tampoco marca un salto enorme en rendimiento bruto. Por lo general ofrece un desempeño ligeramente superior, aunque si tienes la versión de 3 GB de VRAM estás de suerte, ya que reduce el impacto en el rendimiento de los ajustes que consumen mucha memoria gráfica, como la calidad de las texturas. Mantiene un buen desempeño incluso en 1080p, sobre todo la versión de 3 GB.
- GTX 650 TI Boost: ofrecen un funcionamiento bastante eficiente y consiguen un buen rendimiento en resoluciones 1080p con calidades medias-bajas, dependiendo como siempre de las exigencias de cada juego en concreto.
- GTX 660 y GTX 660 TI: son bastante capaces y gracias a sus 2 GB de VRAM rinden bien incluso en resoluciones 1080p, aunque en calidades medias con los títulos más exigentes si queremos la máxima fluidez.
- GTX 670: es una solución muy potente y aunque han quedado superadas por modelos como las GTX 770 y GTX 970 todavía son capaces de ofrecer un buen rendimiento en resoluciones 1080p y calidades altas, incluso en juegos exigentes, y manteniendo una gran fluidez.
- GTX 680: es una tarjeta gráfica muy potente que puede mover cualquier juego actual en resoluciones 1080p y calidades muy altas sin problema. No tiene casi nada que envidiar a modelos como la GTX 770 o la GTX 960.
Tarjetas gráficas AMD
- Radeon HD 5870: hay dos versiones, una con 1 GB y otra con 2 GB de GDDR5. Ambas pueden incluso con juegos actuales en 1080p siempre que ajustemos los niveles de calidad, pero la segunda rinde mejor gracias a ese gigabyte extra.
- Radeon HD 6950: estamos en un caso parecido al anterior. Tienen un rendimiento muy similar, y de nuevo hay modelos con 1 GB y 2 GB. Si tienes el segundo mejor, pero en cualquier caso mantienen bien el tipo incluso en 1080p.
- Radeon HD 6970: están equipadas con 2 GB de GDDR5 y a pesar de que también tienen seis años encima ofrecen un rendimiento muy bueno. Pueden con cualquier cosa en 1080p, siempre que reduzcamos calidad gráfica en función de las exigencias del juego.
- Radeon HD 7850 y 7870: son tarjetas gráficas que marcaron un cambio de arquitectura importante gracias a la introducción de la computación asíncrona. Si tienes los modelos de 2 GB puedes sacarles todavía mucho partido, ya que pueden con cualquier juego actual en 1080p con calidades más que aceptables y un buen nivel de fluidez.
- Radeon HD 7950: cuentan con 3 GB de memoria gráfica y se mantienen como una excelente tarjeta gráfica para jugar en 1080p con calidades altas y un excelente nivel de fluidez.
- Radeon HD 7970: también cuentan con 3 GB de memoria gráfica y ofrecen un rendimiento muy bueno en resoluciones 1080p. En rendimiento bruto se encuentra en un nivel similar a las R9 280X y R9 380.
Notas finales
Antes de terminar quiero dejaros una serie de aclaraciones importantes que completan toda la información que os hemos dado anteriormente:
- Si vais a jugar en 900p o menos cualquiera de las tarjetas gráficas citadas os funcionará de maravilla.
- En caso de que tengáis soluciones gráficas que no estén en la lista no quiere decir que no sirvan para jugar, sino que simplemente no ofrecen una buena experiencia en resoluciones 1080p en la mayoría de los casos.
- A la hora de actualizar tened muy en cuenta esta guía de equivalencias que publicamos en su momento, y también esta otra dedicada al tema del procesador y el cuello de botella, ya que os serán de gran ayuda.
Enlaces de interés: MC guías.
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