Bungie explica porqué PS4 Pro no puede mover Destiny 2 a 60 FPS

Es oficial, PS4 Pro es incapaz de mover Destiny 2 a 60 FPS y Bungie ha querido explicar los motivos para evitar posibles especulaciones y reducir al mínimo la posible polémica que pueda generar dicha noticia.

Ya os hemos dicho desde que se conocieron las especificaciones oficiales de PS4 Pro que dicha consola tiene dos cuellos de botella importantes. El primero está en la CPU, ya que como sabemos monta un procesador Jaguar con ocho núcleos a 2,1 GHz.

Su IPC es muy bajo y sólo quedan libres cinco núcleos «y medio» para los desarrolladores, lo que significa que su potencia real está incluso por debajo de los Core i3 y de los Ryzen serie 5 más económicos.

El segundo cuello de botella lo tenemos en la memoria total. PS4 Pro dispone de 8 GB de GDDR5 unificada, pero de esa cantidad sólo quedan libres 5,5 GB que se deben repartir entre memoria gráfica y de sistema, lo que significa que por ejemplo podríamos tener una configuración de 4 GB como RAM y 1,5 GB como VRAM.

Pues bien, en este caso concreto dicha consola no puede mover Destiny 2 a 60 FPS porque la CPU no es lo bastante potente para lidiar con el motor de físicas del juego, el sistema de inteligencia artificial y la carga que supone la presencia de otros jugadores en el modo online.

Sin embargo gracias a la potencia extra que ofrece la GPU de PS4 (2.304 shaders frente a los 1.152 shaders de PS4) Bungie ha podido elevar la resolución del juego a 4K reescalado y mantener 30 fotogramas por segundo.

¿Realmente supone una diferencia tan grande?

Se ha debatido mucho sobre la eterna polémica de mantener 30 FPS o 60 FPS y las ventajas reales que ello supone. Para disfrutar de una buena experiencia de juego el mínimo debe ser siempre 30 FPS estables, aunque podemos llegar a tolerar alguna caída puntual siempre que no baje de los 25 FPS.

Sin embargo al subir a 60 FPS disfrutamos de una mayor fluidez y de una experiencia de juego superior, y no sólo por el tema visual sino también por los tiempos de respuesta del sistema de control, lo que conocemos como «imput lag».

Al elevar la tasa media a 60 FPS podemos reducir el tiempo de respuesta hasta en un 50%, lo que significa que además de una experiencia más fluida también tendremos una ventaja clara frente a aquellos que jueguen a 30 FPS.

Más información: Overclock3D.