Nuestros lectores hablan: Smartphones gaming, ¿tienen sentido?

Los smartphones gaming no son realmente algo nuevo. Si hacéis un poco memoria estoy seguro de que muchos de vosotros recordaréis el Acer Predator 6, un terminal basado en Android que fue anunciado oficialmente en la IFA de 2015 y que se mostraba como una solución de gama alta con potencia suficiente para mover los juegos más exigentes.

El concepto que está detrás de los smartphones gaming es simple; ofrecer un terminal que integre todas las funciones de un teléfono inteligente tradicional pero que además pueda ofrecer una buena experiencia con videojuegos, y además diferenciada.

En este último punto es donde en mi opinión se encuentra la clave del asunto que todavía no han sabido resolver los fabricantes, en ofrecer una experiencia verdaderamente diferenciada de los smartphones tradicionales, una cuestión que no se puede superar introduciendo simples cambios a nivel de diseño o de software.

Si un smartphone gaming es prácticamente idéntico a un smartphone estándar de gama alta (o tope de gama) dicho producto no tiene realmente justificación alguna y es por tanto innecesario. Por contra si cuenta con un hardware más potente, un sistema de control integrado específicamente diseñado para juegos y dispone de títulos exclusivos la cosa cambia, y mucho.

Como anticipé creo que ahí es donde está la clave y que actualmente los smartphones gaming no tienen razón de ser, al menos en la concepción más tradicional que hemos podido ver hasta ahora.

Habrá que ver qué hacer Razer con su supuesto smartphone para gaming, pero mientras tanto os invito a que nos deis vuestra opinión y a que nos contéis qué opinión os merecen este tipo de dispositivos.