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Samsung trabaja en dos nuevos smartphones flexibles

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El gigante surcoreano ha sido uno de los primeros en lanzarse al mercado de los smartphones flexibles con el Galaxy Fold, un terminal que, como sabemos, tiene un diseño muy cuidado, un acabado premiun y unas especificaciones de primer nivel.

El Galaxy Fold es, junto con el Huawei Mate X, uno de los smartphones flexibles más importantes del momento, pero parece que no será la única «aventura» que veremos por parte de Samsung en este sector durante los próximos meses. Según las últimas informaciones la compañía está trabajando en dos nuevos smartphones flexibles que utilizarán diseños distintos.

Os ponemos en situación, el Galaxy Fold tiene un diseño centrado alrededor de dos pantallas, una externa de pequeño tamaño que el terminal utiliza para trabajar como smartphone, y otra interna que se extiende al abrir el dispositivo. Pues bien, según la fuente de la noticia Samsung tiene en desarrollo dos nuevos conceptos:

  • Un smartphone flexible que seguirá el planteamiento del Huawei Mate X, es decir, que contará con una única pantalla plegable que cubrirá tanto la cara interna como la mitad de la zona externa.
  • Un smartphone flexible con una única pantalla flexible pero en vertical, y colocada en posición interna. Por si os cuesta encajar este concepto os lo explico de forma simple, sería la misma idea que hemos visto en las patentes que apuntan al posible lanzamiento de un Motorola RAZR 2019, es decir, un smartphone tipo concha con una pantalla flexible en su interior.

No tenemos concretada ninguna fecha de lanzamiento, pero se comenta que el primer modelo podría ser anunciado junto al Galaxy Note 10 en la segunda mitad de 2019, y que el modelo tipo concha se iría a principios de 2020.

Los smartphones flexibles están llamados a convertirse en el próximo «estándar» dentro del sector smartphone, aunque de momento se encuentran en una etapa temprana. Sus altos costes de fabricación afectan de forma considerable al precio de venta que, francamente, es prohibitivo para el usuario medio.

Esperamos que con el paso del tiempo los costes se reduzcan y los precios empiecen a bajar de forma sostenida hasta quedar entre los 600 y los 1.000 euros, un nivel que sí podría ser aceptable para una buena parte de los consumidores.

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