PS4 y PS5 serán más caras si no acaba la guerra comercial con China

Sony ha dado la voz de alarma por la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China, pero esta vez ha sido contundente, o se arregla la situación o PS4 y PS5 serán más caras.

Sé que puede sonar extraño que hagamos referencia a una consola que todavía no ha salido, pero todo tiene una explicación, y es más sencilla de lo que pueda parecer a simple vista. Desde el lanzamiento de PS3 la compañía japonesa optó por una estrategia muy clara que se ha mantenido hasta nuestros días: vender sus consolas con un precio tan ajustado que llegaba incluso a provocarle pequeñas pérdidas por cada unidad vendida.

Esas pérdidas se compensaban con la venta de juegos y de servicios, como PS Plus, un enfoque también han seguido otras compañías como Microsoft. Con PS4 la historia se repitió, Sony perdía alrededor de 60 dólares por cada consola vendida, pero compensaba con creces esa suma gracias a los ingresos obtenidos a través del software y de los servicios vendidos, una realidad que se repetirá con PS5.

¿Por qué está dispuesta Sony a perder dinero con cada consola vendida? Pues muy fácil, porque le permite venderla a un precio más atractivo para el consumidor, potenciar su adopción crear un ecosistema sólido que poco a poco le irá dando importantes ingresos. En efecto, Sony obtiene la mayor parte de sus ingresos dentro del universo PlayStation no por las consolas vendidas, sino por los juegos y servicios que consumen los usuarios.

Sin esa estrategia Sony no habría podido colocar más de cien millones de consolas PS4 en menos de seis años, una cifra impresionante que obviamente ha generado mucho dinero en ventas, pero lo realmente importante detrás de ella es lo que ha movido en ingresos obtenidos por juegos y servicios.

Un usuario que haya comprado una media de cuatro juegos y haya utilizado PSN durante dos años habrá gastado alrededor de 360 euros, ahora multiplicad esa media, que no es nada exagerada por cien millones de consolas. Mareante, ¿verdad? Pues ese sencillo ejemplo explica a la perfección todo lo que hay detrás de vender consolas «perdiendo dinero», es una inversión para potenciar el ecosistema.

PS4 y PS5 tendrán un precio mayor

Con el paso del tiempo Sony logra reducir los costes de producción de sus consolas, tanto por la rebaja gradual del precio de los componentes como por la creación de diseños más sencillos y económicos (las versiones «Slim»). Esto hace que las ventas con pérdidas se superen y que empiecen a obtener pequeños ingresos con cada consola vendida.

PS4 se encuentra ahora mismo en esa situación, y lo mismo ocurre con PS4 Pro, pero el margen están pequeño que una subida sostenida de aranceles a componentes básicos utilizados en la construcción de ambas consolas obligaría a Sony a volver a asumir pérdidas o a subir el precio de ambas. La compañía japonesa no parece estar dispuesta a volver a pasar por ahí, y ya ha dado la voz de alarma: o se resuelve la guerra comercial o PS4 y PS5 subirán de precio.

Sé lo que estáis pensando, ¿y podría afectar ya a PS5? Pues sí, tened en cuenta que Sony acumula componentes necesarios para la fabricación de dicha consola mucho antes de que se produzca su lanzamiento. La entrada en producción de aquella debería tener lugar en la primera mitad de 2020, una fecha que está más cerca de lo que parece.

Esto, unido al futuro incierto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos deja a Sony, y también a Microsoft en una posición complicada. Si no hay acuerdo entre ambos países y los aranceles acaban afectando a ambas compañías es posible que el precio de las consolas actuales aumente hasta en un 20%, y lo mismo ocurriría con el precio de PS5.

Según diversos analistas dicha consola llegará al mercado con un precio aproximado de entre 400 y 499 dólares. Si se produce ese aumento de precio del 20% ambas cantidades subirían hasta los 480 y 598 dólares, respectivamente.