Google contribuirá a luchar contra los deepfakes… con más deepfakes

El hecho de que en un principio cualquier persona pueda contribuir a llenar Internet de contenidos es un arma de doble filo, ya que se facilita tanto la transmisión de conocimiento como la de contenidos falsos. En los últimos tiempos han proliferado los deepfakes, engaños muy bien acabados gracias a la utilización de tecnología punta (sobre todo aprendizaje automático) que amenazan con ser potentes herramientas de manipulación o destrucción de personas.

Para contribuir en la lucha contra la amenaza mencionada en el párrafo anterior, Google va a hacer algo que en un principio parece poco sensato: publicar deepkakes creados por ella misma. La intención del gigante de las búsquedas no es empeorar el problema, sino ayudar a los investigadores en su detección y así reducir la cantidad de información falsa que puede adulterar la opinión de los votantes de cara a unas elecciones, además de abarcar otras situaciones como falsos vídeos pornográficos en los que se ven a rostros famosos.

Google ha filmado a actores en una gran variedad de escenas y luego usó métodos de generación de deepfakes disponibles de forma pública para crear un total de 3.000 contenidos falsificados, los cuales pueden ser ahora utilizados por investigadores para mejorar la efectividad y la precisión de las herramientas dedicadas a la detección automática de deepfakes. El gigante de Mountain View ha explicado que esto no se quedará aquí, y que en el futuro publicará más contenidos falsificados con el propósito de mantenerse al día en lo que se refiere a la evolución tecnológica, ya que la calidad de los deepfakes podría mejorar en el futuro.

Que los contenidos falsos en Internet sean cada vez más sofisticados es algo que preocupa a muchos. Además de Google, Facebook anunció este mes que se ha unido a Microsoft y diversas universidades como las de Berkeley, MIT y Oxford para combatir la amenaza desinformadora de los deepfakes, los cuales, como ya hemos comentado, pueden ser usados para adulterar la opinión pública (sobre todo en procesos electorales) o bien dañar la imagen de personas, principalmente famosas.