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El cazaplanetas TESS observa un agujero negro devorando una estrella

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El Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS), ha observado por primera vez a un agujero negro devorando una estrella, en un evento de disrupción de marea que se produce una vez cada 10.000 o 100.000 años.

Este fenómeno cataclísmico ocurre cuando una estrella se acerca demasiado al horizonte de sucesos de un agujero negro supermasivo y es destrozada por las fuerzas de marea del mismo.  Los choques entre los restos y el calor generado por la acreción desencadenan una gran explosión de luz.

La captación temprana del evento por TESS, con la ayuda de la red mundial de telescopios robóticos con sede en la Universidad Estatal de Ohio, la llamada ASAS-SN que se dedica a la búsqueda automatizada de nuevas supernovas, permitió a los astrónomos preparar otros telescopios terrestres y adelantar seguimientos de longitud de onda múltiple. «Los primeros datos serán increíblemente útiles para modelar la física de estos estallidos”, explica uno de los científicos.

Los primeros datos de TESS permitieron ver la luz muy cerca del agujero negro, «mucho más cerca de lo que hemos podido verlo antes», dicen. Utilizaron datos UV para determinar que la temperatura cayó desde 40.000 a 20.000 grados durante unos pocos días. Es la primera vez que se ve una disminución tan temprana de la temperatura en un evento de disrupción de marea, aunque algunas teoría lo habían predicho.

Los astrónomos creen que la estrella destruida sería similar en tamaño a nuestro sol, mientras que el agujero negro tendría 6 millones de veces la masa de nuestra estrella. El fenómeno ha sido bautizado como ASASSN-19bt y se ha localizado en el centro de una galaxia llamada 2MASX J07001137-6602251 ubicada a unos 375 millones de años luz de distancia en la constelación de Volans.

Estos eventos son increiblemente raros, porque las estrellas necesitan estar muy cerca de un agujero negro para crear uno, aproximadamente la distancia que la Tierra está del Sol, como mucho. Además, en una galaxia del tamaño de la Vía Láctea, ocurren solo una vez cada 10.000 a 100.000 años. Las supernovas, en comparación, ocurren con mucha más frecuencia, cada 100 años aproximadamente.

En total, los astrónomos han observado solo unas 40 disrupciones de marea hasta el momento, y los científicos predijeron que TESS solo vería uno o dos en su misión inicial de dos años. «Imagine que está en la cima de un rascacielos en el centro de la ciudad, y deja caer una canica desde la parte superior tratando de que caiga por el agujero de una tapa de alcantarilla. Es más difícil que eso», comentan.

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