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Las tarjetas gráficas Intel Xe aparecen en GFXBench, rendirán casi al nivel de la RTX 2080

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El lanzamiento de las tarjetas gráficas Intel Xe está previsto para 2020, y está llamado a convertirse en uno de los movimientos más importantes y más ambiciosos del gigante del chip, no solo porque supone el regreso del gigante a uno de los sectores en los que fracasó a finales de los noventa, sino porque además según las últimas filtraciones Intel está trabajando a plena máquina para ponerlo todo patas arriba.

No hablamos sin razón. Las filtraciones más recientes apuntan a la llegada de tres versiones de la serie Intel Xe, un modelo con 128 unidades de ejecución que tendrá un rendimiento a medio camino entre la GTX 1050 y la GTX 1060; una versión con 256 unidades de ejecución, que tendrá un rendimiento similar al que ofrece la GTX 1080 de NVIDA y una variante con 512 unidades de ejecución, que será el tope de gama de Intel y cuyo rendimiento podría estar muy cerca del que ofrece la RTX 2080 de NVIDIA (comparable a la Radeon VII de AMD).

Además de esa estimación en términos de potencia bruta sabemos que las Intel Xe estarán preparadas para trabajar con trazado de rayos, y gracias a un reciente registro que ha aparecido en GFXBench podemos confirmar que su desarrollo se encuentra muy avanzado, tanto que ya han empezado a ser objeto de pruebas con drivers tempranos. En el registro no aparecen datos de rendimiento, probablemente porque fueron eliminados o restringidos para que no se pudieran ver de forma pública, pero en cualquier caso lo importante es que confirman, como dijimos, que las gráficas dedicadas de Intel están cada vez más avanzadas.

Precio y disponibilidad de las Intel Xe: ¿tendrán éxito?

Como hemos dicho el lanzamiento de las tarjetas gráficas Intel Xe se espera para mediados de 2020 y según las últimas informaciones la compañía de Santa Clara intentará ofrecer un buen valor precio-prestaciones. Todavía no hay nada oficial, pero se comenta que el modelo de 128 unidades de ejecución rondará los 99-129 euros, que el modelo con 256 unidades de ejecución tendrá un coste de 199-229 euros y que la versión con 512 unidades de ejecución rondará los 399-449 euros.

Quizá alguno se haya llevado las manos a la cabeza al ver los precios y crea que son demasiado buenos para ser verdad, pero tenemos tener en cuenta que hablamos de una generación que llegará a mediados de 2020, es decir, que todavía tiene por delante casi un año de desarrollo, y que puede que para entonces tanto NVIDIA como AMD hayan anunciado nuevos productos gráficos y que hayan reducido el precio de sus generaciones actuales.

A esto debemos unir, además, que Intel podría estar dispuesta a asumir un margen de beneficio más reducido para popularizar y aumentar de manera significativa la base de usuarios de sus tarjetas gráficas Xe. Esto es más importante de lo que parece, sobre todo en términos de creación de ecosistema propio. Si unimos ambas ideas nos damos cuenta de que los precios que hemos dado ya no parecen tan disparatados.

Nos queda una pregunta por contestar, el tema del éxito. Es imposible dar nada por seguro, pero en esta ocasión Intel lo tiene más fácil. El gigante de Santa Clara lleva varios años comprometido con el sector de las GPUs integradas y gracias a ello ha dado forma a ecosistema de software y drivers bastante sólido. Dado que las Intel Xe mantendrán la arquitectura base de sus GPUs integradas la conclusión es simple, podemos esperar una línea bastante madura y capaz de ofrecer una buena experiencia desde el primer momento.

Es evidente que esto no asegura el éxito, y más teniendo en cuenta la competencia que deberá afrontar por parte de NVIDIA y de AMD, pero es algo positivo y nos invita a tener unas expectativas favorables de cara al lanzamiento de las Intel Xe.

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