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Los Simpsons llegan a los 30 años a costa de perder su esencia

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Los Simpsons pierden su esencia

Pese a la gran repercusión que están teniendo las plataformas de streaming como Netflix, HBO o la próxima llegada de Disney+, todavía existen series en abierto que nos mantienen pegados al televisor incluso pese al paso de los años, como el inigualable caso de Los Simpsons.

Y es que recientemente la serie cumplió su 30 aniversario desde que fuera emitida originalmente en Estados Unidos, habiéndonos deleitado con el mismo número de temporadas en las que seguir las desventuras de esta «típica» familia americana, manteniéndose todavía en emisión actualmente con su trigesimoprimera temporada.

No obstante, si bien está claro que la serie ha ido evolucionando con el paso de los años, la búsqueda de mantenerse siempre al día con las bromas y contenidos parece haber acabando jugándoles una mala pasada: los Simpsons ya no son tan divertidos.

Los Simpsons Evolución

Un referente constante a la cultura pop

Más allá de la propia mejora en los dibujos, la evolución más notable de la serie se aprecia en el propio paso del tiempo y la sociedad. Y es que Los Simpsons han tenido siempre un punto de actualidad en todas sus historias, mostrando las temáticas más influyentes y pequeñas referencias de los temas actuales en cada momento y época.

Desde conflictos políticos como la guerra de Vietnam o el temperamental George Bush Sr, hasta críticas sociales más directas como el rechazo a la homosexual, la explotación laboral de los países asiáticos, o temas más moralistas como la influencia del dinero en nuestra sociedad capaz incluso de «poner precio a nuestra dignidad».

Aunque realmente esto acabó convirtiéndose en un camino de dos sentidos, siendo la propia serie un referente cultural para otros programas y series, así como toda clase de memes y referencias en nuestro día a día, llegando incluso a colarse en el Top de temas más comentados en Twitter.

Tal es el punto que incluso el famoso diccionario de Oxford aceptó la famosa línea de queja de Homer, contando ahora con una definición propia y aceptada lingüísticamente para el «D’oh».

De referencias y cameos a la publicidad

Sin embargo, uno de los mayores cambios que hemos podido apreciar con el paso de los años ha sido la monetización de la fama y el alcance de la propia serie. Y es que lo que al principio eran pequeñas apariciones y referencias a clásicos del cine o conflictos de la actualidad, acabó convirtiéndose en un escaparate de promoción.

Todavía recuerdo algunas de las apariciones más controvertidas como el falso Michael Jackson (papel interpretado por el propio cantante), pequeñas burlas como la «inspirada» colaboración de Cypres Hill con una orquesta o el «anónimo» Thomas Pynchon, o las múltiples apariciones y gadgets de Stephen Hawking.

Unas apariciones que si bien se cobraban su protagonismo, no llegaban a influir en los propios guiones alocados de la serie, una problemática que fue haciéndose cada vez más presente con el paso de los años, con capítulos e historias directamente inspirados en los personajes y series de moda, tales como Juego de Tronos.

De hecho, los propias alusiones sociales también han pasado a un plano más secundario, habiendo perdido parte de ese toque sensacionalista y crítico de las primeras temporadas.

Aunque una de las últimas y más fuertes referencias ha sido la reciente asociación con Disney, que además de desembocar en la inclusión de esta serie al propio servicio de streaming de la compañía de animación, también ha supuesto una recurrente y más cuidada aparición de referencias.

Los Simpsons Disney Plus

Los Simpsons: la película

Uno de los mayores puntos de inflexión llegó de manos de la primera y única película basa en la serie, un formato que probó ser contraproducente para el estilo multi-hisotria en el que se centra el programa de televisión.

Además, aunque todavía nos encontrábamos en una época álgida del humor, la búsqueda de incorporar muchas referencias (en varias ocasiones incluso forzadas) acababa dejando una sensación muy lejana a lo que los fans esperaban.

La única parte buena de este film fue el propio aprovechamiento que hizo la serie, haciendo burla de sí mismos en varios episodios posteriores, e incorporando algunos de los personajes favoritos de la película como «Spider-cerdo».

¿Han perdido los Simpsons a su público objetivo?

Así pues, llegamos hasta esta reflexión. Y es que en mi opinión más que haber perdido el humor, creo que los Simpsons han comenzado a incluir demasiadas referencias del mundo actual que sólo el público más joven llega a comprender realmente.

De esta manera se está comenzando a perder el contacto con su público original, que es realmente el más apegado a la propia serie, y el que precisamente está comenzando a abandonar su seguimiento.

Y es que aunque a todos nos gustaría que esta serie nos acompañase durante toda la vida, parece que tan sólo se está estirando lo inevitable. Y vosotros, ¿seguís viendo la serie? ¿creéis que ha perdido su encanto?, y más importante, ¿pensáis que deberían buscarle un final?

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