Guías
Diez errores frecuentes durante el montaje de un PC que debes evitar
Te has decidido, vas a montar un nuevo PC y quieres hacerlo por ti mismo. Ya has elegido los componentes, y solo te queda empezar a montarlos. Si tienes dudas y quieres contar con una referencia que te sirva de ayuda te recuerdo esta guía que publicamos hace unos años, donde vimos el proceso de montaje de un PC. La base sigue siendo la misma a día de hoy para cualquier equipo, así que sigue siendo perfectamente válida.
En general montar un PC no es complicado si tienes una base clara, es decir, si sabes lo que tienes que hacer. Elegir los componentes con mejor valor precio-prestaciones es, de hecho, un desafío mayor que proceder al montaje de los mismos. En MuyComputer somos conscientes de ello, y por eso compartimos con vosotros numerosas guías y artículos que os ayudarán a elegir las piezas que mejor valor ofrecen en cada momento.
Con este artículo queremos, sin embargo, romper con la rutina y salirnos de la tónica habitual. En él vamos a profundizar sobre los diez errores que se comenten con mayor frecuencia durante el proceso de montaje de un PC, es decir, nos vamos a centrar en un plano más práctico asociado a la instalación de cada componente y no en la etapa de selección de los mismos.
Como siempre esto que esta guía os ayude a ampliar vuestros conocimientos, y sobre todo, que os sea útil. Si tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y estará encantado de ayudaros. Sin más preámbulos, empezamos.
Errores habituales al montar un PC
1.-Hardware incompatible
Sigue siendo, sin duda, uno de los más habituales y uno de los más molestos. Ponte en situación, has comprado todo lo que necesitas para montar tu equipo y justo cuando estás manos a la obra te das cuenta de que hay algo que no encaja, o, aún peor, has terminado el montaje y has conectado el equipo pero hay algo que no funciona.
Es cierto que gracias al soporte que ofrecen algunas tiendas y a la introducción de los configuradores que avisan de posibles incompatibilidades este problema ya no es tan grave como hace unos años, pero sigue teniendo un gran impacto y se mantiene como uno de los más importantes.
Podemos encontrarnos con diferentes tipos de incompatibilidades a nivel de hardware, y por ello sus consecuencias pueden ser muy distintas. Ya no es habitual encontrarnos con situaciones de incompatibilidad clásica en materia de socket (procesador incompatible con una placa base determinada), de memoria RAM o de conectividad entre diferentes componentes, pero sí en lo que respecta a formatos, medidas y alimentación.
En efecto, todo lo que hemos avanzado a la hora de reducir los errores por hardware incompatible en su sentido más clásico se ha extendido a las incompatibilidades que se producen al comprar componentes con un formato inadecuado, ventiladores con un tamaño erróneo, tarjetas gráficas que no caben en el chasis y fuentes de alimentación que no cumplen con el mínimo recomendable para mantener el equipo que queremos montar, ya sea por conectores o potencia e intensidad (vatios y amperaje).
Algunos casos pueden tener solución, pero en la mayoría de ellos no tendremos más remedio que tramitar una devolución.
Consejo: antes de comprar los componentes asegúrate de que son compatibles, y también de que tienen las medidas apropiadas y los conectores necesarios.
2.-Orientar mal el procesador
Para los usuarios que han montado, al menos, un PC anteriormente o que han cambiado el procesador de su equipo esto no supone un problema, pero para los recién llegados puede acabar convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
El procesador es uno de los componentes más importantes a la hora de montar un PC, y normalmente también es uno de los más caros. Su fragilidad también es algo que debemos tener muy en cuenta, es decir, no se va a romper fácilmente, pero si cometemos algún error grave podríamos acabar por inutilizarlo.
En el caso de Intel sus procesadores utilizan una conexión de tipo LGA (Land Grid Array), lo que significa que cuentan con una una matriz de superficies conductoras chapadas en oro que hacen contacto con la placa base a través del socket. Por contra, AMD utiliza una conexión de tipo PGA (Pin Grid Array), en la que tenemos una gran cantidad de pines que se insertan directamente en el socket de la placa base.
A pesar de sus diferencias cada procesador debe ir orientado de una manera concreta, es decir, se debe insertar en una posición específica. Para identificar esa posición basta con mirar el pequeño triangulito que Intel y AMD colocan en una de las esquinas del IHS, así que solo tenemos que hacer que este coincida con el dibujo del socket. Es muy fácil, pero si no somos conscientes de ello podemos liar un desastre enorme.
Si hemos colocado el procesador adecuadamente no tendremos que hacer presión, este caerá por su propio peso. Una vez que terminemos ajustamos el cierre de seguridad y listo.
Consejo: mira bien la orientación del dibujo y no fuerces nunca el procesador, debe entrar por su propio peso. Si no lo tienes claro te enseñamos cómo montar un procesador paso a paso.
3.-Aplicar una cantidad inadecuada de pasta térmica
Es otro de los problemas más importantes y más frecuentes a la hora de montar un PC. La pasta térmica es un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de refrigeración que va montado sobre la CPU, ya que sirve de contacto entre ambos y permite una transferencia de calor óptima.
Cada vez más usuarios son conscientes de esto, pero por desgracia el efecto que ha tenido esa mayor consciencia no siempre ha sido positivo. Tenemos tendencia a pensar que más siempre es mejor, pero en este caso no solo no lo es, sino que además puede que acabemos consiguiendo el efecto totalmente contrario, es decir, que en lugar de mejorar la refrigeración la empeoremos de manera significativa.
Esto también ha dado pie a ciertos mitos que no tienen justificación alguna, y ha movido a algunos usuarios a pensar que solo tienen que aplicar una cantidad muy pequeña de pasta térmica en el IHS del procesador. Tampoco es una buena idea, ya que si la cantidad es insuficiente para cubrir por completo el difusor térmico del procesador puede que tengamos temperaturas más altas de lo esperado, ya que en esas zonas que no hemos cubierto la transferencia de calor no será óptima.
Lo ideal es, por lo general, aplicar en el centro del IHS una cantidad de pasta térmica del tamaño de un guisante. Una vez que hayamos terminado bastará con colocar la base de contacto del sistema de refrigeración que vayamos a utilizar y listo, la presión que ejercida en el montaje aplastará nuestro «guisante de pasta térmica» y extenderá dicho material por todo el difusor térmico.
En caso de que tengáis dudas sobre si habéis aplicado una cantidad insuficiente de pasta térmica os recuerdo que es mejor pasarse un poco que quedarse corto.
Consejo: utiliza la técnica del guisante al centro que te hemos indicado y no te obsesiones con este tema, no es necesario utilizar una cantidad exagerada de pasta térmica.
4.-Utilizar un sistema de refrigeración compatible pero insuficiente
Has invertido mucho dinero en el procesador que utilizarás para montar tu PC, ¿pero has tenido en cuenta el calor que va a generar y lo que necesitarás para mantenerlo bajo control? En la mayoría de los casos la respuesta es un sí, pero luego, en la realidad, nos encontramos con soluciones de refrigeración que no llegan al nivel que requiere su CPU.
Muchos usuarios reconocen que intentan reducir el gasto comprando sistemas de refrigeración que saben que quizá vayan un poco justos. No son conscientes de los problemas que esto puede ocasionarles a medio y largo plazo. En otras ocasiones el sistema de disipación puede ser suficiente para un uso estándar, pero insuficiente al hacer overclock.
Si utilizas un sistema de refrigeración insuficiente para mantener bajo control las temperaturas de un procesador puede que no notes problemas a corto plazo, los acabarás teniendo antes o después. Recuerda que el exceso de calor reduce en gran medida la vida útil de los semiconductores, y que tu procesador podría acabar sufriendo una muerte prematura.
Consejo: piensa en qué uso vas a dar al procesador. En el caso de procesadores con un TDP bajo (65 vatios por ejemplo) si no vamos a hacer overclock un ventilador de 30 euros puede ser suficiente, pero si es un modelo de gama alta, como el Core i9 9900K o el Ryzen 9 3900X, y encima tenemos pensado hacer overclock deberíamos optar por una solución de refrigeración líquida todo en uno, como la Corsair Hydro H100i RGB Platinum.
5.-No conectar el cable de alimentación del sistema de disipación
Es más común de lo que puede parecer. Instalas el ventilador o el kit de refrigeración líquida, continúas con el montaje del resto del PC, y cuando te dispones a encenderlo te das cuenta de que el ventilador (o los ventiladores) del sistema de refrigeración no funcionan.
Seguro que tu primera reacción es correr a apagar el PC por si el procesador sufre algún daño. Tranquilo, sus temperaturas de trabajo no se van a disparar en unos segundos, no tienes nada que temer. Vuelve a abrir el chasis y conecta el cable de alimentación del ventilador a la placa base.
En algunos kits de refrigeración todo en uno, sobre todo aquellos con iluminación LED RGB, puede que tengamos que enchufar otro conector adicional para la alimentación o la gestión de dicha iluminación, así que tenedlo en cuenta.
Consejo: sé que estarás deseando terminar el montaje de tu PC, pero tómate tu tiempo y comprueba que todos los conectores que necesitas están debidamente enchufados antes de cerrar y de conectarlo.
6.-Instalar mal la memoria RAM en tu nuevo PC
Quizá alguno de nuestros lectores haya puesto cara de sorpresa, pero sí, es posible instalar mal la memoria RAM. Si tenemos pensado utilizad dos módulos querremos aprovechar el modo de doble canal. Aquellos que nunca han montado un PC pueden pensar que basta con colocarlos sin más, pero esto no es cierto.
Si nuestra placa base tiene cuatro ranuras para memoria RAM deberemos colocar los dos módulos en las ranuras correspondientes para aprovechar el doble canal. Esto se indica en el manual de la placa base, pero la mayoría de los modelos actuales los diferencian utilizando dos colores distintos.
Por ejemplo, en la placa base de la imagen vemos dos ranuras en color gris y dos ranuras en color negro. Si instalamos un módulo de RAM en una ranura gris y otra en una ranura de color negro habremos instalado mal la memoria. Los dos módulos funcionarán, es decir, si montamos por ejemplo 16 GB divididos en dos módulos de 8 GB tendremos esa cantidad disponible, pero no tendremos acceso al doble canal.
Consejo: los módulos deben ir colocados en las ranuras del mismo color. Si tu placa base no diferencia por colores no te preocupes, instala un módulo en la ranura A1 y otro módulo en la ranura B1 y listo (también valdría hacer lo propio en las ranuras A2 y B2).
7.-Ventiladores y flujo de aire en un PC
Es otro de los problemas más importantes que me he encontrado en muchas configuraciones de gente que decía «saber mucho del tema». Los ventiladores tienen una función clara, ayudar a enfriar el equipo para evitar que el calor acabe siendo problema.
Su importancia es enorme. Si la configuración de ventiladores que tenemos no es capaz de crear un buen flujo de aire puede acabemos teniendo un exceso de calor importante en el interior del chasis. Esto elevará la temperatura en el interior del equipo, y afectará a los sistemas de refrigeración dedicados que trabajan sobre el procesador, la tarjeta gráfica, la memoria RAM y otros componentes, como las unidades de almacenamiento que se encuentren en esa zona.
Por eso es tan importante que los ventiladores que mueven el aire dentro y fuera de la caja estén bien colocados y que sean capaces de generar un buen flujo de aire. Si montamos un equipo de alto rendimiento con un único ventilador metiendo aire frío tendremos un problema importante.
Recuerda, además, que el flujo de aire que hay en el interior del chasis es fundamental para enfriar componentes que utilizan sistemas de refrigeración pasiva, como el chipset y el VRM de la placa base, las memorias RAM y las unidades SSD M.2.
Consejo: ten presente el equipo que vas a montar y la refrigeración que vas a necesitar para crear un buen flujo de aire, cuida la elección de chasis y ventiladores. En la mayoría de los casos con dos ventiladores frontales de 120 mm metiendo aire y uno trasero de 120 mm que saque el aire caliente es suficiente.
8.-No disponer de los conectores necesarios
Otro error frecuente que afecta, sobre todo, a las fuentes de alimentación. Si has comprado una tarjeta gráfica que requiere un conector de alimentación adicional y no lo has tenido en cuenta a la hora de comprar la fuente de alimentación te llevarás un disgusto importante, ya que no podrás utilizarla.
Por suerte este caso tiene solución, ya que existen adaptadores molex a PCIE tanto de 6 como de 8 pines a precios muy económicos, pero también puede que nos encontremos con otros escenarios que no tengan una solución tan sencilla (casos en los que directamente nos faltan conectores y no podemos «sacarlos de la nada»).
También es habitual encontrar errores en los conectores externos, es decir, en los que utilizamos para determinados accesorios, siendo el monitor uno de los principales afectados. En aquellos casos en los que la señal es digital en ambas direcciones la solución es sencilla y económica, ya que bastará con comprar un adaptador sin más, pero en aquellos en los que una señal es analógica y otra digital tendremos que comprar un adaptador con conversor de señal integrada, cuyo precio es considerablemente mayor.
Consejo: piensa en todas las conexiones que vas a necesitar y en los periféricos que vas a utilizar. Asegúrate de que tu nuevo PC tiene todas las que vas a utilizar, y del tipo que necesitas.
9.-Montar una fuente de alimentación insuficiente
Ya hemos dicho que muchos usuarios intentan ahorrar reduciendo el gasto en cosas tan importantes como el sistema de refrigeración y los ventiladores. El chasis también suele ser otro de los grandes olvidados a la hora de montar un PC equilibrado, y la fuente de alimentación tampoco se libra, por desgracia.
He visto equipos de 2.000 euros con fuentes de alimentación de 40 euros, una auténtica locura. Puede que ese tipo de configuraciones funcionen, y que lo hagan sin problemas aparentes durante un tiempo, pero estamos jugando a la ruleta rusa, y antes o después «encontraremos la bala».
Montar un PC con una fuente de alimentación muy ajustada puede darnos problemas a largo plazo, y si esta es incapaz de cubrir el mínimo necesario para una configuración determinada tendremos problemas de estabilidad que pueden llevarnos, al final, a la muerte de la fuente, que puede acabar arrastrando a tan fatídico final a otros componentes.
Consejo: valora el consumo total de los componentes del PC que vas a montar y compra una fuente de alimentación que esté un poco por encima de sus necesidades reales. Busca modelos de calidad, con certificaciones 80 Plus y de marcas reconocidas. ¿Tienes dudas? Pues echa un vistazo a esta guía de fuentes de alimentación.
10.-Descuidar la gestión y ordenación del cableado
Muchas veces las prisas nos llevan a obviar detalles importantes, y la gestión y la correcta ordenación de los cables suele ser una de las tareas más perjudicadas. Dejar un montaje con cables mal ordenados, colgando y a la vista no es un error grave en sí mismo, pero puede acabar dando problemas y no queda nada estético.
En primer lugar debemos tener en cuenta que puede reducir el flujo de aire, y que todos esos cables actuarán, además, como un imán para el polvo que entra y sale a diario del interior del chasis. A todo esto debemos añadir otra cuestión, y es que pueden estorbar a la hora de hacer mantenimientos básicos o de cambiar componentes.
Llevar a cabo una buena gestión del cableado de un PC puede ser tedioso y requiere un poco de esfuerzo, pero al final merece mucho la pena. Aunque no vayamos a mostrar el interior del PC tendrá efectos beneficiosos en el flujo del aire, y nos evitará tener que nadar entre cables cuando queramos tocar el interior del equipo para actualizar el PC.
Consejo: utiliza solo el cableado que necesitas y esconde el resto en el espacio del chasis reservado para ello. Utiliza bridas para reducir el impacto de los cables que tienes que conectar a diferentes componentes.
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