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Cinco errores que debes evitar al montar un PC con un procesador Ryzen 3000

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Lo tienes claro, vas a montar un PC con un procesador Ryzen 3000. No tengo duda de que has hecho una excelente elección, siempre que no hayas optado por los nuevos Ryzen 3000XT, ya que, como te hemos comentado en este artículo, su valor precio-prestaciones es tan flojo que no tienen ningún sentido.

Puede que tengas pensada una configuración determinada, y que hayas empezado a ver el precio de cada uno de los componentes que tienes pensado utilizar en el montaje de tu nuevo equipo con un Ryzen 3000, pero antes de que te lances y des el paso definitivo permíteme compartir contigo esta guía, en la que encontrarás cinco errores frecuentes que debes evitar al montar tu nuevo PC.

Muchos de estos errores se deben a la subsistencia de algunos mitos alrededor de los Ryzen 3000, mientras que otros son, simple y  llanamente, interpretaciones erróneas de informaciones que sí son correctas. Vamos a ser breves y concisos para que entendáis todos los puntos clave a la perfección, pero si a pesar de eso os queda alguna duda podéis dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros a resolverla.

1.-Sistema de refrigeración y procesador Ryzen 3000

Podemos considerar este error como consecuencia directa de un mito que, todavía hoy, tiene una fuerte presencia, y es que muchos usuarios aún creen que los procesadores de AMD son más «calentorros» que los de Intel, y que necesitan de sistemas de refrigeración muy caros para funcionar correctamente.

No solo no es cierto, sino que además podemos utilizar todos los procesadores Ryzen 3000 sin problemas con el ventilador que traen de casa. Es cierto que no tendremos el mismo margen para hacer overclock, y que algunos modelos, como el Ryzen 5 3600, vienen con un disipador bastante limitado, pero incluso en este último caso las temperaturas de trabajo se acaban estabilizando en los 80 grados con la CPU a plena carga.

Comprar un sistema de refrigeración de calidad para acompañar a un Ryzen 3000 es una buena idea, pero no resulta imprescindible. Si tienes pensado comprar un Ryzen 9 3950X recuerda que no incluye ningún tipo de sistema de refrigeración, y que necesitarás hacerte con uno que sea compatible y que pueda, además, mantener bajo control sus temperaturas de trabajo. En este caso lo mejor sería optar por un kit de refrigeración líquida todo en uno como la Corsair H100i RGB PRO XT.

2.-Memoria RAM: mitos y realidades asociados a un Ryzen 3000

Es un hecho, la memoria RAM afecta al rendimiento de los procesadores Ryzen 3000. No debería sorprendernos, esto ya ocurría con los Ryzen serie 1000 y serie 2000, pero debemos tener claro qué afecta realmente al rendimiento, qué no y dónde está el punto realmente óptimo, es decir, ese tope del que no debemos pasar porque, simplemente, no compensa en relación coste-rendimiento.

Bien, la primera clave que debemos tener totalmente asimilada es que una configuración de doble canal es fundamental para que un Ryzen 3000 pueda desarrollar todo su potencial. Si por cuestiones de presupuesto no puedes montar dos módulos y activar el doble canal no pasa nada, pero ten en cuenta que deberás hacerlo en un futuro para que tu CPU deje de estar limitada. Esto tiene una explicación, y es que en una configuración de doble canal nos encontramos con un bus de datos de 128 bits, lo que se traduce en un mayor ancho de banda frente a una configuración de canal único (64 bits).

Otro punto importante lo tenemos en la velocidad de la memoria. La diferencia de rendimiento que se produce al utilizar memoria RAM a 2.666 MHz con un Ryzen 3000 y hacer lo propio con un kit que tenga unas frecuencias de 3.200 MHz es bastante notable. Sin embargo, la mejora de rendimiento se reduce al entrar en la franja de los 3.466 MHz, y el precio de la memoria sube de forma considerable, así que por valor precio-rendimiento os recomiendo no superar los 3.200 MHz.

Obvia decir que tampoco debemos descuidar las latencias. En este caso si buscamos módulos a 3.200 MHz lo ideal sería no pasar de CL16.

3.-Overclock y procesadores Ryzen 3000: no te obsesiones

Los procesadores Ryzen 3000 utilizan una arquitectura MCM, algo que, como vimos recientemente, se traduce en una serie de ventajas importantes frente a los procesadores Intel, pero también en algunas desventajas que afectan, precisamente, al overclock que  son capaces de alcanzar este tipo de CPUs.

Es un hecho que los procesadores Ryzen 3000 no pueden alcanzar las mismas frecuencias de reloj que los Intel Core serie 9 y serie 10, y tampoco tienen el mismo margen de overclock. Por ejemplo, un Ryzen 5 3600 puede llegar a los 4,2 GHz con overclock, una cifra que está muy lejos de los más de 5 GHz que alcanza, por ejemplo, un Core i5 10600K con overclock.

Cuando hablamos de un Ryzen 5 3600 el overclock tiene un cierto sentido porque AMD no ha apurado sus frecuencias al máximo, pero en la serie «X» (Ryzen 7 3800X, por ejemplo) y en la serie «XT» (Ryzen 9 3900XT, por ejemplo) el overclock pierde toda su razón de ser, ya que dichos modelos vienen con las frecuencias ajustadas al máximo. Ya os lo explicamos en su momento, y es que, salvo contadas excepciones, no vale la pena overclockear un Ryzen 3000.

4.-Ryzen 3000 y cuello de botella: una visión realista

Rendimiento medio en juegos con resolución 4K

Este error es consecuencia, precisamente, de otro mito importante: creer que porque los Ryzen 3000 tengan un rendimiento bruto menor en monohilo suponen algún tipo de cuello de botella con las tarjetas gráficas más potentes del mercado.

Vamos a recurrir al sentido común. Un procesador que tiene un IPC y una configuración de núcleos idéntica a la de otro, pero que funciona a mayor frecuencia, será capaz de ofrecer un rendimiento superior. Es perfectamente comprensible, pero esto no quiere decir que nos encontremos ante un cuello de botella.

Un cuello de botella se produce cuando un componente lastra gravemente el rendimiento de otro. Que un Core i5 10600K logre, por ejemplo, 10 FPS más en algunos juegos que un Ryzen 5 3600X no quiere decir que el segundo esté haciendo cuello de botella, simplemente rinde un poco menos porque funciona a una frecuencia inferior.

Puedes unir sin problemas un Ryzen 5 3600 y una RTX 2080 Ti, no tendrás un cuello de botella real, aunque es cierto que con un Core i5 10600K obtendrías unos pocos FPS más en resoluciones 1080p y 1440p. Recuerda que, al subir a 2160p, la carga de trabajo que debe soportar la GPU es tan grande que el impacto del procesador en el rendimiento pasa a un segundo plano, y la diferencia entre esos dos procesadores que hemos puesto de ejemplo se minimiza hasta tal punto que queda en una simple anécdota.

5.-Cuidado al elegir la placa base: no gastes de más

Creo que es uno de los errores más frecuentes, y curiosamente también es uno de los más fáciles de solucionar. Para acompañar a un procesador Ryzen 3000 y disfrutar de las funciones más importantes de la nueva generación de AMD no necesitamos una placa base de gama alta, una realidad que, sin embargo, no todo el mundo ha sido capaz de asimilar.

Ya hablé sobre este tema en nuestra última guía de compras dedicada a elegir la placa base que mejor se ajuste a tus necesidades, lo ideal es comprar un modelo que cueste entre un tercio y la mitad de lo que has pagado por tu procesador. Por ejemplo, si vas a montar un Ryzen 5 3600 lo ideal sería buscar modelos de menos de 100 euros. Por contra, si has elegido un Ryzen 7 3700X o un Ryzen 7 3800X no es necesario que inviertas más de 150-170 euros.

Montar una placa base de 200 euros y un procesador de 190 euros no tendría ningún sentido, aunque a simple vista pueda parecer lo contrario. Sale mucho más a cuenta montar una placa base de 100 o 110 euros y destinar el resto a montar un procesador más potente. En ese ejemplo que hemos puesto sería suficiente para pasar de una placa base X570 y un Ryzen 5 3600 a una placa base B550 y un Ryzen 7 3700X.

Notas finales: equilibrio en función de tu presupuesto

Esa es, sin duda, la mejor manera de montar un PC. Piensa en el uso que le vas a dar, mira el presupuesto que tienes y actúa en consecuencia. Hay muchas posibilidades, así que no te precipites.

Por ejemplo, si tienes pensado montar un PC para jugar y quieres optar por un Ryzen 3000, pero no puedes gastar más de 800 euros deberías considerar unir un Ryzen 5 3600, una placa base de menos de 100 euros, 16 GB de RAM económica a 3,2 GHz y una Radeon RX 5700 o una RTX 2060.

En caso de que tengas un presupuesto de 1.000 euros y quieras jugar podrías mantener la base anterior y saltar a una RTX 2070 Super o una RX 5700 XT, por ejemplo. No te olvides del SSD, un componente importante que se acabará convirtiendo en una pieza fundamental cuando lleguen las consolas de nueva generación.

Antes de terminar un apunte, recuerda que los procesadores Ryzen 9 3900X y Ryzen 9 3950X son muy potentes, pero no tienen sentido en equipos para gaming porque ningún juego aprovecha, ni aprovechará a medio o largo plazo, su alto número de núcleos. Hoy por hoy no tiene sentido ir más allá de un Ryzen 7 3700X o 3800X si solo vas a jugar.

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