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Cuello de botella en un PC: tipos, cómo identificarlos y cómo resolverlos

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Cuando hablamos de cuello de botella en PC lo más habitual es pensar en el procesador, pero lo cierto es que existen otros tipos que pueden tener consecuencias muy graves en el rendimiento general del sistema y debemos tener muy en cuenta para contar con una visión más completa de la importancia que tiene el equilibrio de componentes a la hora de montar un equipo.

En este artículo vamos a repasar los tipos de cuello de botella más importantes y más habituales que podemos encontrarnos en un PC. Os indicaremos qué síntomas y consecuencias suelen tener para que podáis identificarlos fácilmente y os daremos una serie de soluciones. Siempre que sea posible indicaremos la opción de resolver o al menos mitigar cada cuello de botella sin necesidad de gastar dinero.

Como siempre esperamos que este artículo os guste y sobre todo que os sea útil. Si tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y os ayudaremos a resolverla. Sin más preámbulos empezamos.

Cuello de botella: nociones generales

Decir que un PC tiene un cuello de botella indica que dicho equipo tiene al menos un componente que no está a la altura de los otros, y que por tanto lastra en todo o en parte el rendimiento general del sistema.

Dado que en un ordenador la comunicación y el trabajo conjunto de diferentes componentes es básico podemos entender sin problemas el concepto, aunque por desgracia es algo que vendedores y fabricantes no han terminado de aceptar y hoy por hoy todavía es normal encontrar configuraciones desequilibradas que se maquillan con estrategias de márketing a modo de gancho para atraer al consumidor.

Hablamos de casos como el clásico «tiene 16 GB de RAM y una gráfica dedicada», afirmaciones en las que prima la cantidad sobre la necesidad y el equilibrio real y que en muchas ocasiones acaba llevando al usuario a comprar un PC descompensado con unas especificaciones que no necesita.

Evitar del todo el cuello de botella es imposible ya que siempre nos encontraremos con alguna descompensación entre componentes, pero lo importante es hacer que ésta sea tan mínima que no lleguemos a notarla o que su impacto acabe siendo residual.

Cuello de botella en el procesador

Es uno de los tipos más habituales y sobre el que más hemos hablado en artículos anteriores. Se produce cuando el procesador es incapaz de ofrecer el rendimiento suficiente para mantener a otros componentes trabajando al 90-100%. El caso más frecuente es aquél en el que la CPU limita el rendimiento de la tarjeta gráfica.

¿Qué síntomas presenta? Cuando se produce este tipo de cuello de botella lo más habitual es experimentar pérdidas de rendimiento que pueden ir desde tirones hasta bloqueos o parones temporales.

En juegos se puede manifestar de tres formas:

  • Tiempos de carga elevados.
  • Mínimos de fotogramas por segundo muy bajos.
  • Rendimiento inestable.

¿Cómo puedo resolverlo? La manera más efectiva es cambiar el procesador a uno más potente, aunque también podemos mejorar la situación haciendo overclock si nuestra CPU lo permite.

Cuello de botella en la memoria RAM

Es importante tener en cuenta que en este caso no hablamos de escenarios en los que no podemos ejecutar aplicaciones o juegos por no llegar al mínimo de RAM, sino de aquellos casos en los que éstos funcionan porque cumplimos con ese mínimo pero no logramos una experiencia óptima.

¿Qué síntomas presenta? Los más habituales son un rendimiento inconsistente en general y los tirones y parones bruscos en juegos.

Esto ocurre porque nuestro equipo no cuenta con la suficiente cantidad de memoria para almacenar todos los datos que requiere una aplicación o juego para que ésta funcione de forma óptima, y por tanto tiene que estar vaciando y cargando nuevos datos cada cierto tiempo. Esto supone una mayor carga de trabajo para otros componentes como el procesador, que tienen que repetir ciclos concretos.

¿Cómo puedo resolverlo? Si no quieres gastar dinero hacer un arranque limpio del sistema puede ayudarte a liberar memoria RAM y a mejorar el rendimiento en general, aunque la solución definitiva es una ampliación.

Te recordamos que para juegos el mínimo para disfrutar actualmente de una buena experiencia son 8 GB de RAM, aunque algunos títulos ya consumen entre 10 GB y 12 GB.

Cuello de botella en el disco duro

Sí, puede existir un cuello de botella en el disco duro. De este componente depende en buena parte el rendimiento general del sistema, lo que significa que una unidad lenta hará que tanto el sistema operativo como los juegos se vean afectados de forma negativa.

Un disco duro de alto rendimiento o un SSD no hará que tengas muchos más FPS es un juego, pero sí hará que sistema operativo y aplicaciones funcionen con mayor agilidad y reducirá los tiempos de carga.

¿Qué síntomas presenta? Tiempos de encendido y apagado del sistema muy altos, tiempos de carga demasiado lentos y problemas en la carga de texturas en juegos son algunos de los más claros.

¿Cómo puedo resolverlo? Lo mejor es hacer un cambio de unidad y optar por un SSD, aunque las desfragmentaciones pueden ayudarnos a mejorar un poco la situación en unidades HDD.

Cuello de botella en la tarjeta gráfica

Es una situación que se produce con mucha frecuencia en equipos preconfigurados que se venden en grandes superficies y en tiendas especializadas. Lo entenderemos mejor con un ejemplo: imagina un PC para juegos con un procesador Core i5 8600 que viene con una gráfica GeForce GT 1030, la descompensación entre ambos componentes es clara, ya que el primero es una CPU de gama media y la segunda una GPU de gama baja.

Con esa configuración tendremos una tarjeta gráfica incapaz de ofrecer el rendimiento que necesitamos para jugar de forma óptima en resoluciones 1080p y superiores, y no estaremos aprovechando adecuadamente el resto de componentes del equipo.

¿Qué síntomas presenta? Un rendimiento insuficiente en juegos incluso en calidades bajas es la señal más clara de que tenemos una tarjeta gráfica que no cubre con nuestras necesidades.

¿Cómo puedo resolverlo? Hacer overclock a la tarjeta gráfica (GPU y memoria) puede ayudar a mejorar un poco la situación, pero en casos extremos como el ejemplo que hemos puesto la única solución real es actualizar la tarjeta gráfica.

Enlaces de interés: Guías MC.

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