A Fondo
Rendimiento de Death Stranding en PC: NVIDIA y la magia del DLSS 2.0
Death Stranding llegó ayer a PC, y como sabrán nuestros lectores habituales viene con un importante lavado de cara a nivel gráfico y cuenta, además, con soporte de la tecnología DLSS 2.0 de NVIDIA, un sistema de reescalado inteligente que reduce la carga de trazado que debe afrontar la GPU al disminuir el conteo real de píxeles en cada escena.
Lo entenderemos mejor con un ejemplo. Imagina que inicias Death Stranding y configuras una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles. Pues bien, la tecnología DLSS 2.0 de NVIDIA partiría de la mitad de esa resolución nativa, y reescalaría combinando diferentes imágenes en tiempo real para crear, gracias a ellas, la mejor imagen posible.
El resultado en las primeras implementaciones de esta tecnología no fue nada bueno, pero con DLSS 2.0 la cosa ha cambiado, y mucho. Tuve la oportunidad de probar la primera integración del sistema de DLSS en juegos como Battlefield V y Metro Exodus, y debo reconocer que el resultado final no me gusto nada. Sin embargo, la llegada de DLSS 2.0 a Wolfenstein: Youngblood marcó un enorme punto de inflexión, ya que como os contamos en su momento esta tecnología empezó a hacer, por fin, su trabajo.
NVIDIA DLSS 2.0: una mirada más profunda
Como os hemos dicho en los párrafos anteriores, la tecnología DLSS nació como una técnica de reescalado inteligente que se apoya en un sistema de inteligencia artificial. Dicho sistema ha sido entrenado para desarrollar una serie de algoritmos que permiten crear una imagen de alta calidad combinando varias imágenes.
Lo que hace esta tecnología es, por tanto, ejecutar un proceso de reconstrucción de la imagen en tiempo real recurriendo a un reescalado muy particular. No tiene nada que ver con otras técnicas de reescalado conocidas, ya que el DLSS de NVIDIA no se limita a partir de una base determinada de píxeles y a «estirarla» para cubrir los espacios vacíos, aplicando después un suavizado de bordes temporal para «apañar» el resultado y maquillar los dientes de sierra. Por ejemplo, PS4 Pro utiliza la técnica «checkerboard rendering», que renderiza solo un 50% de los píxeles necesarios para crear una imagen, y extrapola el resto a partir de los píxeles base, aplicando un filtro de reconstrucción temporal para mejorar la calidad final.
El objetivo de la tecnología DLSS es muy distinto, ya que busca crear una imagen perfecta partiendo de varias imágenes y seleccionando la mejor combinación posible de aquellas, todo en tiempo real. La imagen elegida será renderizada partiendo de una resolución inferior, y reescalada hasta llegar a la resolución objetivo, que no es otra que aquella que hayamos seleccionado en la configuración de cada juego.
NVIDIA prometió que el reescalado DLSS iba a ser capaz de ofrecer una alta calidad de imagen y de mejorar enormemente el rendimiento en juegos, una promesa que pudieron cumplir con la primera generación de dicha tecnología, pero que sí se ha hecho realidad con la llegada de nueva generación, conocida como DLSS 2.0.
Para poder activar la tecnología DLSS debemos contar con una tarjeta gráfica basada en la arquitectura Turing de NVIDIA, pero ojo, solo son compatibles los modelos de la serie RTX 20 porque dicha tecnología se ejecuta a través de los núcleos tensor, especializados en sacar adelante cargas de trabajo enfocadas a la inteligencia artificial. Esa aceleración por hardware a través de los núcleos tensor es imprescindible, así que si contamos con una GTX 16 o inferior (GTX 10, GTX 900…) no podremos activarla. Por contra, si cuentas con una GeForce RXT 2060 o superior podrás activarla sin problema.
Cuando activamos la tecnología DLSS 2.0 podemos elegir entre diferentes configuraciones que priorizan el rendimiento o la calidad. La única diferencia que presentan estos modos es la resolución base desde la que se realizará el proceso de renderizado. Así, en el modo «rendimiento», se parte de un 50% del conteo de píxeles de la resolución deseada, y en el modo «calidad» el conteo total sube al 67%. Para que nos entendamos, si configuramos un juego a 1080p y activamos DLSS 2.0 en modo calidad, la resolución base será de 540p.
Sé lo que estáis pensando, que no suena bien, y que el recorte de píxeles parece demasiado grande como para que la calidad de imagen final sea buena. Pues por increíble que parezca así es, y Death Stranding es un excelente ejemplo del valor que ofrece la tecnología DLS 2.0 de NVIDIA. Vamos a ver por qué.
Death Stranding con DLSS 2.0: mayor calidad de imagen y rendimiento
Así de simple, cuando activamos la tecnología de reescalado DLSS 2.0 en Death Stranding no solo mejoramos de forma notable el rendimiento, sino que además, conseguimos una mejora clara de la calidad de imagen.
El aumento de rendimiento varía en función de la tarjeta gráfica que utilicemos y de la resolución. Cuando jugamos en 1080p hay una mejora de rendimiento menos perceptible porque no es una resolución exigente. Obviamente también influye el hecho de que Death Stranding está bastante bien optimizado. Sin embargo, cuando subimos la resolución a 1440p apreciamos un incremento importante del rendimiento, y cuando llegamos a 2160p (4K) el salto es tan grande que la tecnología DLSS 2.0 prácticamente dobla el rendimiento.
A continuación os dejo el equipo de pruebas que he utilizado para analizar la tecnología DLSS 2.0 en Death Stranding:
- Procesador Ryzen 7 1800X con ocho núcleos y dieciséis hilos a 4 GHz.
- 32 GB (4 x 8 GB) de RAM Corsair Dominator Platinum RGB DDR4 a 3.200 MHz (CL16).
- Placa base GIGABYTE AORUS GA-AX370-GAMING 5 con BIOS F25.
- Sistema de refrigeración Corsair Hydro Series H100i RGB Platinum.
- Tarjeta gráfica GIGABYTE RTX 2080 Super OC (GPU a 1.975 MHz en modo turbo) y 8 GB de GDDR6 a 15,5 GHz.
- SSD Samsung Evo 850 de 500 GB (sistema operativo).
- SSD PCIE NVMe Corsair Force Series MP510 de 960 GB, donde se ha instalado el juego.
- SHDD Seagate de 2 TB con 8 GB de SSD como caché.
- Windows 10 Pro de 64 bits.
- Fuente de alimentación Corsair AX1000 80 Plus Titanium con certificación 80 Plus Titanio.
La mejora de rendimiento es clara, y contundente. Gracias a la tecnología DLSS 2.0 podemos jugar a Death Stranding en calidad máxima y resolución 4K manteniendo 60 FPS estables con una RTX 2060, y alcanzar medias de 90 FPS con una RTX 2080 Super manteniendo dichos ajustes, ¿pero qué hay de la calidad de imagen? Quiero hacer una prueba a ciegas con vosotros, os voy a dejar una serie de imágenes y quiero que intentéis adivinar en cuáles de ellas se activó la tecnología DLSS 2.0 y en cuáles no. Podéis ampliarlas haciendo clic en ellas.
Vamos a ver cuántas habéis acertado. Todas las imágenes nombradas como Death Stranding 1 tienen desactivado el DLSS 2.0, mientras que las imágenes identificadas como Death Stranding 2 lo tienen activado.
Si os fijáis detenidamente, al activar la tecnología DLSS 2.0 en Death Stranding se reducen en gran medida los dientes de sierra (aliasing), algo que resulta especialmente evidente en distancias largas. También se mejora la nitidez de algunas superficies y de numerosos detalles. La conclusión es muy clara, NVIDIA ha hecho un excelente trabajo con la tecnología DLSS 2.0, y ha conseguido un avance importante que a mi juicio, representa un valor más interesante incluso que el trazado de rayos, al menos en su estado actual.
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