Apple piensa en un Face ID basado en las venas de tu cara

El gigante de Cupertino tiene en su haber una patente muy interesante que apunta a un sistema Face ID basado en las venas que tenemos en nuestro rostro. Esta variante del sistema de reconocimiento facial de Apple introduciría una importante capa de seguridad que mejoraría enormemente su eficacia, y reduciría al máximo las manipulaciones.

Como sabrán nuestros lectores habituales Face ID utiliza un conjunto de sensores y un sistema láser que proyecta cientos de miles de puntos sobre el rostro para crear una imagen 3D. Gracias a esta configuración, Apple pudo superar las limitaciones que presentan los sistemas de reconocimiento facial 2D tradicionales, aunque obviamente no es perfecto, y puede ser vulnerado utilizando máscaras.

Un sistema Face ID basado en las venas de nuestro rostro podría poner punto y final a esa carencia a la que hemos hecho referencia en el párrafo anterior. Cada persona tiene un sistema circulatorio único, lo que significa que los patrones de venas y arterias que recorren nuestro cuerpo son únicos, tanto como nuestra huella dactilar.

¿Qué supondría un Face ID basado en las venas de tu cara?

Las implicaciones que tendría, por tanto, un Face ID basado en las venas de nuestra cara son muy fáciles de entender, y muy interesantes, como dijimos al principio:

• Tendríamos una capa de seguridad base, nuestro propio rostro.
• Junto a aquella nos encontraríamos con una capa de seguridad secundaria y avanzada, el patrón de las venas de nuestro rostro.

Utilizar una máscara realista ya no serviría para superar este sistema de autenticación biométrica, ya que al no encontrar ese patrón de nuestras venas el acceso se bloquearía por completo. Sé lo que estáis pensando, ¿y cómo sería posible identificar ese patrón de nuestro sistema circulatorio?

La autenticación biométrica a través de nuestro sistema circulatorio no es algo realmente nuevo, de hecho Fujitsu lleva un tiempo utilizando este sistema a través de PalmSecure, que analiza las venas de la palma de la mano. Esto quiere decir que contamos con la tecnología necesaria, de hecho Apple solo tendría que recurrir a sensores infrarrojos.

Para un usuario normal este sistema de autenticación biométrica no representa un valor real lo bastante grande como para justificar el coste que podría representar, pero en entornos profesionales la cosa cambia. Quizá Apple pueda recurrir a esta tecnología para dar forma a un iPhone profesional diferenciado de su gama de consumo general, o puede que decida introducirla en toda su línea iPhone en un futuro.

De momento no hay nada definitivo sobre esa versión de Face ID basado en las venas del rostro, así que todas las puertas están abiertas. Tened en cuenta que esto quiere decir que también cabe la posibilidad de que la patente que acabamos de ver nunca llegue a salir del papel.