Android 11 acaba con Daydream, ¿adiós al VR en smartphones?

El temido cementerio de Google vuelve a a sacar la pala, en esta ocasión con la ya vaticinada e «inevitable» desaparición definitiva de Daydream VR, su dispositivo de realidad virtual enfocado a teléfonos inteligentes. La última actualización de Android 11 dejará oficialmente de admitir la plataforma de realidad virtual, eliminando así los últimos dispositivos compatibles con estos auriculares VR.

Y es que lo que empezó como una ingeniosa y económica solución basada en el uso del cartón y las lentes especiales de Google Cardboard, no tardó en evolucionar en un diseño y funcionalidad más parejo al de los cascos de realidad virtual completos, abriendo así una nueva puerta para los usuarios, que podían usar sus teléfonos, independientemente de su gama, para poder emular y disfrutar de esta experiencia inmersiva sin incurrir en grandes inversiones.

Sin embargo, al igual que ha sucedido con los grandes sistemas de realidad virtual, Daydream VR nunca llegó a alcanzar su máximo potencial. En parte debido a sus limitaciones técnicas, con una experiencia general algo burda con respecto a su precio de casi 100 euros; en parte por la falta de un despegue de la industria; y en parte por la obvia comparativa frente a los dispositivos VR independientes que comenzaron a ofrecer otras compañías como Oculus, Google se quedó lejos de cumplir con las expectativas de los usuarios.

El sueño de las VR sigue vivo en los smartphones

Aunque la salida de Google supone un gran golpe con respecto a la presencia de la realidad virtual en el ámbito móvil, esto no implica que se trate de un segmento abandonado. De hecho, recientemente hemos visto la llegada y normalización de estos dispositivos VR portables como las nuevas Oculus Quest 2, que mantienen este espíritu de auriculares de realidad virtual centrados en la potencia de un dispositivo independiente conectado.

Por supuesto, con esto parece casi seguro que este futuro continuará avanzando de la mano de los actuales participantes, con una salida aparentemente definitiva de Google, que una vez más, ve frustrado su intento de asentar sus dispositivos VR y AR de consumo.