Conecta con nosotros
tarjeta gráfica usada tarjeta gráfica usada

A Fondo

Cinco razones por las que no debes comprar una tarjeta gráfica usada para criptominado

Publicado

el

Comprar una tarjeta gráfica usada se ha convertido en una de las pocas vías de escape que tienen, a día de hoy, aquellos que necesitan renovar su PC. La vorágine que ha generado el minado de criptodivisas, unida a alta demanda y a la especulación, han drenado por completo el stock, lo que ha dado forma a una escasez de tarjetas gráficas, sin precedentes, algo que, al final, ha afectado también al mercado de segunda mano.

Ya lo he dicho en más de una ocasión, comprar una tarjeta gráfica usada puede ser una buena idea, sobre todo cuando nos movemos en presupuestos ajustados y queremos dar forma a un PC capaz de mover juegos actuales sin tener que hacer una gran inversión. Por ejemplo, hasta hace relativamente poco era posible encontrar tarjetas gráficas como la GTX 970 por entre 80 y 100 euros, una solución que todavía hoy se mantiene entre las 50 tarjetas gráficas más potentes que existen.

Por desgracia, el auge de las criptodivisas no solo ha afectado al precio de las tarjetas gráficas de segunda mano, también ha hecho mella en el estado en el que estas se encuentran, ha afectado a su vida útil real y ha generado miedo entre todos aquellos que quieren comprar una tarjeta gráfica usada. No solo tendrán que asumir precios elevados, sino que además es probable que acaben adquiriendo una unidad que fue utilizada para minar criptodivisas.

Entiendo que algunos de nuestros lectores pensarán que no puede ser tan grave comprar una tarjeta gráfica que ha sido usada para minar criptodivisas, y que estas son, de hecho, sometidas a ajustes que pueden reducir el voltaje y la velocidad de la GPU, y sí, tenéis razón, pero al mismo tiempo se utilizan, en la mayoría de los casos, en régimen de 24/7, es decir, se mantienen funcionando de forma ininterrumpida en ciclos de 24 horas, todos los días de la semana. Obvia decir que esto supone un castigo importante y que genera un mayor desgaste de todos los elementos de la tarjeta gráfica.

Soy consciente de que muchos de nuestros lectores tienen, a pesar de todo lo que he dicho, dudas sobre si realmente merece la pena comprar una tarjeta gráfica usada que ha sido utilizada para minar criptodivisas, y por eso me he animado a dar forma a este artículo, donde voy a compartir con vosotros cinco claves por las que creo que no es una buena opción y que debemos evitarlo. Como siempre, podéis dejar vuestras preguntas en los comentarios, y os ayudaremos a resolverlas.

comprar una tarjeta gráfica usada para criptominado

1.-Una tarjeta gráfica usada para minar ha recibido un uso anormal

Es lo que os había adelantado en la introducción. Vamos a entenderlo mejor con un ejemplo muy sencillo, piensa en una RTX 3080 que va a parar a manos de un usuario medio. Este la utiliza para jugar una media de 3 horas al día, con juegos actuales que son capaces de llevarla al 100% de uso. Tendríamos, por tanto, una media de uso de 90 horas al mes, lo que al año suma 1.080 horas de uso intensivo.

Bien, ahora pongamos ese mismo ejemplo aplicado a una configuración que ha sido utilizada para minar criptodivisas. Como he dicho, este tipo de sistemas se utilizan en régimen ininterrumpido de 24 horas al día, lo que significa que, a lo largo de un año, se habría utilizado de forma intensiva durante 8.640 horas, es decir, ocho veces más que en el caso anterior.

Es evidente que el tiempo de uso al que se somete un producto afecta de una manera u otra a su vida útil, y cuando hablamos de componentes electrónicos esta cuestión adquiere una enorme dimensión. Comprar una tarjeta gráfica usada para minar criptodivisas supone, en resumen, adquirir un producto que ha recibido en un año un uso tan intensivo que equivale a un uso normal repartido durante 8 años.

Como habréis podido imaginar, esto no significa que toda tarjeta gráfica usada para minar criptodivisas vaya a fallar de forma prematura debido a ese uso intensivo, pero obviamente tienen un mayor riesgo de dar este tipo de problemas que aquellas que han sido sometidas a un uso más moderado, razonable y equilibrado.

comprar una tarjeta gráfica usada para criptominado

2.-Tienen un precio desproporcionado e inadecuado

Partimos de la base del punto anterior. Una tarjeta gráfica usada para minar criptodivisas ha recibido un uso intensivo en un periodo de tiempo muy corto, tanto que, como vimos en el ejemplo anterior, equivaldría a condensar un uso normal de ocho años en un único año. Esto debería reducir significativamente su valor, pero los mineros que revenden sus tarjeas gráficas intentan apurar al máximo, y ponen precios que rozan lo absurdo.

Una tarjeta gráfica que cuesta, nueva, 1.000 euros, y que tiene un año de uso en tiempo, pero que lleva encima el castigo equivalente a ocho años de uso normal, no puede retener en el mercado de segunda mano un precio equivalente al 85% de su valor (850 euros). El vendedor puede decir que pide esa cantidad porque solo la ha usado durante un año, y quizá indique que «está nueva», pero la realidad es muy distinta si valoramos el uso real al que ha sido sometida.

En la mayoría de los casos, el valor que ofrece una tarjeta gráfica usada para minar criptodivisas es, en relación calidad-precio, muy baja. Los mineros suelen intentar revenderlas con precios ridículos, lo que las convierte en una inversión de alto riesgo. Entiendo que no es fácil discernir cuándo una tarjeta gráfica ha sido usada para minar criptodivisas y cuando no, pero si tenemos claro su origen y sabemos que se ha utilizado para minar, debemos tener en cuenta todo lo que hemos dicho, aunque tenga menos de un año de uso.

comprar una tarjeta gráfica usada

3.-El mito de reducir voltajes y frecuencias de trabajo para cuidar la tarjeta gráfica

Estoy seguro de que más de uno de nuestros lectores habrá leído que muchos mineros intentan optimizar los ajustes de cada tarjeta gráfica, reduciendo el voltaje y las velocidades de la GPU. No te confundas, no lo hacen para cuidarla y alargar su vida útil, sino para maximizar el rendimiento. Criptodivisas como Ethereum, por ejemplo, dependen especialmente de la memoria gráfica y del ancho de banda, lo que hace que los mineros bajen velocidad a la GPU y lleven al límite la velocidad de la memoria.

¿Significa esto que la tarjeta gráfica usada para minar sufre menos? En absoluto, una tarjeta gráfica no se limita a la GPU, tiene otra serie de componentes de los que depende su correcto funcionamiento, y si estos fallan, la tarjeta gráfica dejará de funcionar. Por ejemplo, cuando se sube al límite la velocidad de la memoria para maximizar el rendimiento, se está generando una situación anormal que puede acabar derivando en un fallo que afecte a dicho componente. También podríamos tener problemas con el sistema VRM.

También circulan otros «mantras» que dicen cosas como que «los mineros cuidan las tarjetas gráficas porque son una herramienta para obtener ingresos», y no digo que no pueda ser cierto en algunos casos, pero no tenemos ninguna garantía de ello, y al final la realidad es la que es, y es que este componente se utiliza en una tarea para la cual no fue concebido originalmente, y en un régimen que, además, se sale totalmente de lo normal, y que por tanto no ha sido objeto de pruebas en los análisis de calidad que debe superar cada tarjeta gráfica.

comprar una tarjeta gráfica usada

4.-Desgaste de componentes y problemas de temperatura

Puede que una tarjeta gráfica usada para minar criptodivisas parezca funcionar con total normalidad. Muchos modelos que se utilizan en minería montan sistemas de disipación de alto rendimiento, lo que ayuda a mantenlas funcionando incluso aunque su estado no sea verdaderamente óptimo, pero son, en el fondo, una «bomba de relojería» a punto de estallar.

He visto pruebas de tarjetas gráficas de alto rendimiento que, tras menos de un año de uso minando en régimen de 24/7, registraban diferencias de temperatura de hasta 25 grados más comparadas con un modelo que había tenido un uso normal. Para poner esto en contexto, hablamos 85 grados frente a 60 grados, dos valores que son como la noche y el día, de hecho el primero ya nos lleva a la franja en la que el modo turbo de las tarjetas gráficas de NVIDIA empieza a bajar, lo que implica menos rendimiento.

Pero esto no es todo, también pueden dar problemas de estabilidad, errores gráficos y mostrar comportamientos erráticos, síntomas claros de que algo no va bien, y de que la tarjeta gráfica podría acabar dando un fallo masivo en cualquier momento, es decir, de que podría morir de forma inminente. Por otro lado, hay que recordar también que los ventiladores pueden haber agotado su vida útil, y que otros componentes básicos pueden haber sido llevados al límite.

comprar una tarjeta gráfica usada

5.-Contribuyes a mantener un escenario muy perjudicial para los consumidores

Es, a mi juicio, uno de los motivos más importantes para rechazar una tarjeta gráfica usada para minar. Piensa por un momento en todo lo que implica esto para el consumidor:

  • Demanda anormalmente alta que ha inflado los precios, y que nos ha dejado sin stock. No puedes comprar una tarjeta gráfica por culpa del minado de criptodivisas.
  • Los mineros dan un uso intensivo a las tarjetas gráficas que compran, y las utilizan como una herramienta para ganar dinero hasta que deja de serles rentable.
  • Cuando ya no les renta, las revenden e intentan recuperar al máximo el coste. No dudarán en pedir precios absurdos para generar una situación en la que, al final, los únicos que ganan son ellos. Puede que una tarjeta gráfica usada por un minero solo tenga un año, pero durante ese año podría haber recibido un uso ocho veces mayor comparado con un escenario normal, y por ello su valor debería reducirse de forma proporcional y acorde a ese uso real, algo que nunca ocurre.
  • Especulación y reventa: es otro de los problemas más habituales. Los mineros no se limitan a comprar tarjetas gráficas para minar, cuando les toca venderlas en el mercado de segunda mano, aprovechan los precios inflados para especular y generar un escenario nefasto para el consumidor.
  • Es una inversión de riesgo: y bastante grande, incluso aunque la tarjeta gráfica no muestre síntomas de un funcionamiento anormal a simple vista. Someterla a pruebas intensivas, medir los voltajes y las temperaturas y realizar pruebas extremas de rendimiento durante un tiempo considerable para poner a prueba su estabilidad pueden ayudarnos a valorar el estado de una tarjeta gráfica usada. Es uno de los mejores consejos que puedo daros si vais a comprar en el mercado de segunda mano.

Notas finales: No te la juegues con una tarjeta gráfica usada para minar

Entiendo que, ahora mismo, con la situación que vive el mercado, puede ser complicado no tomar decisiones arriesgadas, sobre todo si encontramos ofertas atractivas en el mercado de segunda mano. Comprar una tarjeta gráfica usada que ha pasado un tiempo minando criptodivisas puede parecer una opción interesante, sobre todo en aquellos casos en los que el precio resulta muy bueno, y no faltará gente que te diga que ellos no han tenido ningún problema, y que no tiene por qué pasarte nada, ¿pero y si te pasa?

Dejando la suerte a un lado, debes tener claro que una tarjeta gráfica usada de forma intensiva y que ha recibido el equivalente a dos, cuatro, seis o incluso a ocho años de uso concentrado en tan solo un año tiene muchas probabilidades de fallar, y que solo por eso ya supone un riesgo que no deberías estar dispuesto a asumir. Puede que compres una tarjeta gráfica que fue usada para minar y que funcione a la perfección, pero tienes más probabilidades de que ocurra todo lo contrario.

Por otro lado, al adquirir tarjetas gráficas que fueron usadas para minar criptodivisas estás contribuyendo, de una manera clara, a mantener ese escenario que te mostramos en el punto cinco. Un minero de criptodivisas tiene claro que podrá recuperar la inversión que hizo al comprar 5, 10 o incluso 100 tarjetas gráficas, y no duda en aprovecharse del mercado y del usuario para especular y sacar una buena tajada. Al no comprar esas tarjetas gráficas, estás luchando de forma directa contra ese problema.

Soy un firme defensor del mercado de segunda mano, pero las tarjetas gráficas usadas para minar criptodivisas son un problema para todos, no solo por el daño que pueden hacer al usuario, sino también por todo lo que hay detrás de ellas a nivel de mercado.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído