Análisis
Razer Blade 15 Advanced, estilo, rendimiento y movilidad
Razer Blade 15 Advanced se sitúa por méritos propios en la élite de las computadoras portátiles. Enfocado a ejecución de juegos, cuenta con capacidad para ejecutar con solvencia cualquier tarea informática gracias a sus componentes de máximo nivel, un chasis delgado y elegante de metal que no pasará desapercibido en ningún ambiente, y una portabilidad y autonomía que podemos considerar razonable.
Ya conoces que los videojuegos siguen tirando del carro del PC como primera industria del entretenimiento mundial y son mayoría las computadoras, componentes o periféricos que llegan al mercado con la etiqueta gaming. Los portátiles, los más vendidos entre el gran grupo de ordenadores personales, no escapan a la tendencia y el modelo que nos ocupa es una buena muestra de ello. Aún los usuarios que seguimos manteniendo y actualizando nuestros equipos de sobremesa, podemos entender la atracción actual por los portátiles ante su capacidad de actuación en movilidad o en el escritorio, para trabajo u ocio.
En este grupo la oferta es amplia y la competencia por atraer al consumidor, brutal. Si en portátiles dedicados para juegos compañías como ASUS o MSI se llevan una buena parte de las ventas, los grandes del PC como Lenovo y HP han creado líneas dedicadas (Legion y Omen, respectivamente) y otros como Dell vende modelos propios y mantienen marcas adicionales como los Alienware entre la élite.
Otros fabricantes como Razer, bien conocido por sus periféricos para juegos, también ofrecen una gama de portátiles que como éstos están destinados a la gama alta del mercado. Gracias al equipo de Razer en España, hemos tenido oportunidad de analizar una de las versiones más potentes de su catálogo confirmando las buenas impresiones que nos dejó su presentación: este portátil tiene el potencial de reemplazar a sobremesas como máquina única, siempre que tu presupuesto se lo pueda permitir porque la inversión a realizar es elevada.
Razer Blade 15 Advanced, especificaciones
Razer ofrece la serie Blade en tres tamaños de pantalla, desde 14 a 17 pulgadas, además de una serie Stealth 13 que se vende como Ultrabook para juegos y otra PowerBook más enfocada a productividad informática.
El Blade 15 se encuadra como modelo intermedio en tamaño con 15 pulgadas y se vende en versiones ‘Base’ y ‘Advanced‘. El fabricante ofrece bastantes configuraciones para elegir en tecnologías de pantalla, resoluciones y frecuencia de actualización; hardware interno con procesadores de Intel (también AMD en el Blade 14); gráficas dedicadas de la serie RTX-20/30 de NVIDIA y diferentes capacidades de RAM y almacenamiento.
El modelo que hemos probado es el Razer Blade 15 Advanced de comienzos de 2021 con base en los procesadores de décima generación Core de Intel y las gráficas RTX 30 de NVIDIA. Aunque el fabricante ha comenzado a comercializar este verano una nueva versión con los procesadores de undécima generación Tiger-Lake H, las diferencias globales no serán demasiadas teniendo en cuenta las elevadas prestaciones de este modelo del que te resumimos sus especificaciones principales:
Pantalla | LCD 15,6 pulgadas – 240 Hz – 100 sRGB |
Resolución | QHD – 2.560 x 1.440 píxeles |
CPU | Intel Core i7-10875H |
GPU | NVIDIA GeForce RTX 3080 – Intel UHD Graphics |
Memoria | 32 GB DDR4-3200 MHz doble canal |
Almacenamiento | SSD M.2 NVMe PCIe 3.0 x4 de 1 TB |
Conectividad | Wi-Fi 6E AX210 – Bluetooth 5.2 1 Thunderbolt 3 (USB-C) con soporte para carga PD 3.0 3 x USB 3.2 Gen 2 (USB-A) HDMI 2.1 (salida hasta 8K 60 Hz) |
Varios | Teclado programable y retroiluminado por tecla Chroma RGB Webcam 720p con IR Windows Hello Slot de seguridad Kensington – TPM Jack 3,5 mm audio – Soporte THX – Códec 7.1 |
Batería | Ión Litio 80 WHr – Autonomía hasta 9 horas |
Dimensiones | 16.99 mm x 235 mm x 355 mm – 2,1 kg de peso |
Sistema Operativo | Windows 10 Home |
Como es norma en la marca, Razer entrega el portátil en una caja de diseño atractivo y protección efectiva que abandona el típico verde por un tono oscuro a juego con el portátil incluido, junto a un adaptador de alimentación de 230 vatios y la documentación habitual con guía rápida.
Diseño, construcción y acabados
Razer mantiene el aspecto cuadrado al que ha ido tendiendo en las últimas revisiones de sus portátiles y junto a la reducción del grosor ha conseguido convertirlos en referente en términos de estilo y elegancia. La construcción en un solo bloque de metal se siente enormemente robusta y la solidez de construcción se transmite a cualquiera de sus partes, incluyendo las bisagras que no en pocas ocasiones suelen ser conflictivas en portátiles.
La pintura en negro mate, los bordes afilados y un aspecto limpio crean una silueta llamativa que llama poderosamente la atención, también para las huellas dactilares que se pegan con prontitud y es de los poquísimos ‘peros’ que se le pueden poner a un acabado externo muy bonito, perfecto al tacto y rematado por el logo de la marca, que puede iluminarse a voluntad del usuario.
La colocación de los puertos (con detalles en el color verde de la marca) está bien pensada para su acceso, mientras que los altavoces se sitúan a ambos lados de un teclado de buenas dimensiones y por encima de un TouchPad fantástico del que luego hablaremos. El botón de encendido está casi camuflado en la zona del altavoz derecho.
En la parte inferior tiene dos grandes bandas horizontales para cuando lo coloques en el escritorio y la tapa inferior puede retirarse mediante unos tornillos TOR para acceder a su interior y poder realizar tareas de actualización / mantenimiento.
En la parte inferior y trasera debajo de la pantalla, encontramos las rejillas de salida de aire y dos ventiladores de generoso tamaño con 44 aspas. El sistema de refrigeración de este modelo «Advanced» se ha mejorado respecto al base y está especialmente diseñado para entregar el máximo de rendimiento de sus componentes en un diseño delgado y portable, manteniendo en unos límites razonables las temperaturas de ejecución.
Para ello, Razer ha incorporado materiales térmicos basados en grafito, una cámara de vapor, e intercambiadores de calor integrados con 68 alerones de 0,1 mm de grosor para disipar todo el calor posible de la manera más silenciosa y eficiente posible. Desde el mismo software Synapse 3 incluido se pueden gestionar las velocidades de los ventiladores y los bloques térmicos de nanopartículas utilizados para reducir los puntos calientes. En la medida de lo posible…
Y es que el aumento de potencia como para poder reemplazar máquinas de sobremesa en perfiles tan delgados es un desafío para todos los fabricantes. A tope de rendimiento, jugando a un triple A exigente, hay zonas del portátil que se calientan bastante y el ruido de los ventiladores es significativo.
Pantalla
La pantalla del Razer es un espectáculo visual. Más allá de unos cuantos FPS de más o de menos, en un portátil es un componente fundamental y ésta da la talla. En una diagonal de 15,6 pulgadas, ofrece una resolución 2K para 2.560 x 1.440 píxeles, muy adecuada para todo tipo de uso y un salto significativo frente al Full HD que usamos frecuentemente en juegos buscando el mayor rendimiento.
Cuenta con soporte para la tecnología de sincronización de imágenes G-SYNC de NVIDIA y una frecuencia de actualización variable de hasta 240 Hz, una combinación formidable y garantía en videojuegos, ya que como sabes esta tasa de refresco permite que una pantalla muestre imágenes a la misma velocidad de la cantidad de fotogramas que recibe de la gráfica en cualquier momento y sin ella, puede generar fragmentación de la imagen, temblores, parpadeos, retardos de entrada y otros defectos en la visualización.
La pantalla de este Razer Blade 15 Advanced aprovecha esta tecnología para mejorar la velocidad de respuesta prácticamente a cualquier tasa de cuadros por segundo y en general ofrecer una mejor experiencia en videojuegos. Hay que citar que los 240 Hz solo se alcanzan con la dedicada de NVIDIA, mientras que la integrada de Intel ofrece los 60 Hz típicos.
Si el panel es una garantía para videojuegos, lo mismo podemos decir de la calidad de imagen, del contraste y de los ángulos de visión, obteniendo colores vivos e imágenes nítidas al reproducir contenido de vídeo o navegar por páginas web. También hemos editado alguna imagen con Photoshop y aunque no alcanza los valores de un monitor profesional se puede realizar perfectamente.
Y es que Razer entrega estos portátiles con los paneles calibrados de fábrica para garantizar la precisión de los colores, para los que soporta el 100% en la paleta DCI-P3. Panel de calidad, no hay duda, junto a unos biseles laterales de tan solo 4,99 mm, que aumentan la visualización y forman un conjunto elegante en consonancia con el chasis.
Conectividad
A pesar del chasis delgado la conectividad de este portátil es bastante amplia. En el lado izquierdo tenemos dos puertos USB 3.2 Tipo-A, un puerto USB-C con soporte Thunderbolt 3, un jack combinado para auriculares/micrófono y el conector de alimentación.
En el lado derecho, encontramos un USB-A 3.2, otro puerto USB-C (sin Thunderbolt), una salida de vídeo HDMI y un lector de tarjetas SD de tamaño completo y soporte UHS-III.
El soporte para el Thunderbolt de Intel es siempre bienvenido en un portátil y más una vez liberadas las especificaciones para uso sin pago de royalties. Permite velocidades de hasta 40 Gbps y es capaz de alimentar, por ejemplo, dos monitores Ultra HD, ofrecer hasta 100 vatios de potencia como conector de alimentación o conectar dispositivos de almacenamiento externo o gráficas externas que este equipo no necesita de base, pero que ahí está para mejorarlo aún más en un futuro.
Otro de los conectores destacados es el HDMI 2.1, la última versión de esta norma capaz de mostrar imágenes (en monitores externos) con resoluciones 8K a 60 Hz o 4K a 120 Hz y códecs de audio para 7.1 canales. Se juega y se trabaja de lujo si tienes un buen monitor que acoplarle.
La conectividad a Internet es responsabilidad de un módulo Intel AX210 que ofrece soporte para el último estándar Wi-Fi 6E y también para Bluetooth 5.2. No dispone de Ethernet LAN. Nosotros, con un router compatible, no hemos tenido problema alguno, pero quizá hubiera sido conveniente incorporarlo pensando en redes Wi-Fi menos avanzadas y juegos multijugador masivos en línea que necesitan las mayores prestaciones en velocidad o latencia.
El teclado no ha cambiado demasiado desde la última actualización, pero tampoco era necesario. Razer tiene una gran experiencia como fabricante de periféricos de alto rendimiento y monta soluciones de calidad en sus portátiles. Aún mejor es el touchpad, de generoso tamaño y funcionamiento perfecto.
Una cámara web, con resolución básica (HD), pero con IR para tareas de seguridad y autenticación con Windows Hello, un slot de seguridad Kensington y un chip TPM que como sabes será obligatorio para actualizar a Windows 11, completan este apartado.
Rendimiento y experiencia de uso
La solvencia en la ejecución de todo tipo de tareas es la norma en este equipo. Arranca en apenas cinco segundos y el inicio de las aplicaciones es instantáneo. Aunque personalmente me importa más el equilibrio de todos los componentes que un puñado de FPS de más o de menos, en el análisis de una máquina para juegos es obligado hacer un repaso pormenorizado de sus componentes principales de hardware y lo que ofrecen. Le hemos pegado duro en todo tipo de uso informático, y por supuesto en juegos.
Placa, memoria y almacenamiento
Partimos de una placa base Razer (modelo CH560) con chipset HM470 para instalar el procesador Intel Comet Lake que luego veremos. Incluye dos módulos de memoria RAM DDR4-3200 MHz en doble canal fabricadas por Samsung para totalizar 32 Gbytes. Sobrado en velocidad y capacidad para todo tipo de uso.
Lo mismo podemos decir de la SSD PCI-Express 3.0 x4 que incluye para almacenamiento interno. Cuenta con soporte para NVMe y 1 Tbyte de capacidad, bastante para un usuario tipo. También fabricada por Samsung es una variante para fabricantes OEM asemejable a la SSD 980 que se vende en retail y que analizamos hace unos meses.
Razer ya ha actualizado las SSD de sus portátiles a PCIe 4.0 en las nuevas versiones con Tiger Lake y hasta que llegue PCIe 5.0 es la interfaz con mayor rendimiento. En cualquier caso esta unidad de Samsung es una garantía en fiabilidad y rendimiento, (especialmente en escritura secuencial) como nos muestra el test de CristalDiskMark.
CPU
Razer equipa sus portátiles con procesadores de Intel como norma general, aunque el Blade 14 se ha estrenado con los Ryzen de AMD para ofrecer alternativas. El fabricante suele ofrecer distintas opciones y el modelo que nos ocupa equipa el Core i7-10875H de la serie Comet Lake. Aunque Razer ya está comercializando modelos actualizados a Tiger Lake, este modelo es una garantía y lo seguirás viendo en bastantes equipos ya que fue comercializado en el segundo semestre de 2020, Simplemente, las necesidades comerciales de Intel ha provocado que convivan varias plataformas.
Este Core i7 cuenta con 8 núcleos y 16 hilos de procesamiento nativo y frecuencias de trabajo variables que van desde la base de 2,3 GHz a unos estratosféricos 5,1 GHz para uno o varios núcleos según temperaturas y potencia turbo disponible. Nada mal para una CPU móvil con 16 Mbytes de caché y que es capaz de contener el consumo en un TDP de 45 vatios. La gráfica integrada que incluye (Intel UHD) es de bastante menos nivel y es el único apartado que echamos de menos frente a las Iris Plus de la siguiente generación. En todo caso, en un portátil como este, usarás la dedicada la mayor parte del tiempo y esa sí está a otro nivel.
Aunque en la ejecución de juegos la responsabilidad mayor corresponde al subsistema gráfico, también es necesaria una CPU a la altura y esta va sobrada para todo tipo de uso. Como nos parece un «desperdicio» de inversión reservar esta máquina solo para juegos, también la hemos probado en tareas del día a día, ofimática, videoconferencia, multimedia y otras más avanzadas como edición de imágenes, de vídeo, renderización o compresión de archivos.
El test de Cinebench nos pone sobre la pista de lo que podemos esperar, obteniendo altas puntuaciones tanto en multi-núcleo como en un solo núcleo. Son muy similares a las que hemos obtenido con el mismo procesador en equipos de hardware similar.
La prueba de PCMark evalúa renderizado o búsquedas en páginas web, edición de imágenes y vídeo a distintas resoluciones y frames por segundo, documentos o presentaciones, carga de archivos .pdf, manipulación de datos en hojas de cálculo y otras tareas con las que trabajamos habitualmente. Los resultados de esta CPU, sin ser la más nueva de Intel, son muy buenos para un portátil.
GPU
El nivel de rendimiento de una máquina para juegos lo marca -cómo no- su gráfica dedicada y la del Razer Blade 15 Advanced es de lo mejor que se puede montar en un portátil. Una RTX 3080 Mobile de NVIDIA con la nueva arquitectura ‘Ampere’, segunda generación de las RTX y tercera generación de los diseños Max-Q que han terminado imponiéndose en portátiles, en la búsqueda del equilibrio entre rendimiento, consumo y diseño.
NVIDIA añade todo su arsenal tecnológico como la aceleración de trazado de rayos; DLSS; Dynamic Boost; Resizable BAR; WhisperMode y otras especializadas para portátiles como Battery Boost o el Optimus Advanced que cambia automáticamente el uso entre la gráfica integrada de la CPU y la dedicada en función de la tarea a realizar.
Recordar también que NVIDIA además de los controladores ‘Game Ready’ ofrece un segundo grupo de controladores ‘Studio’ especializados para usar aplicaciones profesionales. Este tipo de portátiles tan especializados no se dedicarán a ello de manera general, pero en determinados tipos de uso ahí está para quien lo necesite.
No nos vamos a extender demasiado en este punto porque te hemos hablado ampliamente de estas gráficas. Sí conviene recordar que estos chips gráficos para portátiles con diseño Max-Q no son equivalentes en rendimiento a sus homólogas del mismo nombre, las tarjetas gráficas dedicadas que usamos en PCs de sobremesas. Además, si en un sobremesa dos tarjetas con el mismo chip gráfico funcionando a las mismas frecuencias van a ofrecer de serie resultados muy parecidos, en portátiles puede haber más diferencias dependiendo del TGP del chip, del sistema de refrigeración, del modo de rendimiento elegido o del plan de energía. Incluso puede suceder que una RTX 3070 Mobile supere a una 3080 por un mayor TGP o una refrigeración mejorada.
No es el caso de la RTX 3080 Mobile de este Razer que muestra un alto nivel en todo tipo de uso y de juegos. Ejecutamos la prueba Fire Strike Streme, la más exigente de 3DMark, obteniendo resultados por encima de la media de esta misma gráfica frente a otros portátiles.
Por último, señalar los test del Unigine 2 que hemos ejecutado para comprobar la capacidad en juegos VR. Ya lo verás como compatible en el panel de control de NVIDIA, pero las pruebas confirman que este portátil cumplirá sobradamente con los desarrollos de consumo principales para VR, Oculus Rift o HTC Vive.
Juegos. Hemos ejecutado una amplia batería de títulos, la mayoría exigentes con el subsistema gráfico, con mediciones en varios puntos para obtener la media de FPS que verás a continuación en dos grupos separados. El primero con la resolución nativa 2K en su configuración máxima de calidad y filtros:
El segundo grupo de pruebas lo hemos ejecutado con resolución FHD y a calidades medias. Las diferencias frente al 2K son apreciables en algunos juegos como verás:
También hemos probado el DLSS en los juegos compatibles. No lo hemos recogido en los resultados porque no queríamos «maquillarlos» con ningún tipo de post-procesado, pero fácilmente puedes obtener un incremento que varía desde un 20 a un 30% en Death Stranding, por ejemplo. Por el contrario, la activación del trazado de rayos con la resolución nativa, baja bastante el rendimiento como ya sabíamos. En Cyberpunk no llegamos a 40 FPS y en The Ascend ni a 30 FPS. Eso sí, se ve espectacular.
La optimización de código también influye y títulos como Doom Eternal confirman su extraordinaria calidad técnica. Una gozada jugar a 2K-240 Hz en calidad ultra pesadilla a 170 FPS medios sin apenas caídas. O a más de 200 en FHD. En cuanto al multijugador masivo, solo hemos probado el Rainbow Six para testear el Wi-Fi 6 y sin problemas. Si tienes un router compatible con este tipo de redes inalámbricas avanzadas no te hará falta cableado Ethernet.
Otros apartados valorados
Software. El portátil preinstala Windows 10 Home y un par de aplicaciones dedicadas. El Razer Central para gestión general que incluye Synapse y otra para la gestión del audio THX. Y nada más. Todo un ejemplo a seguir por otros fabricantes que penalizan al usuario con Bloatware de todo tipo. La que incluye el propio Windows ya es otra historia y no parece posible quitárselo de encima ni siquiera en equipos premium de este nivel y precio.
El Razer Central es la principal aplicación instalada y permite gestionar la garantía de los productos Razer, acceder al soporte de la marca e instalar módulos adicionales Chroma. Incluye el conocido Synapse del que hemos hablado a fondo en nuestros análisis de periféricos. Permite reasignar la función de las teclas, crear macros, perfiles y controlar la retroiluminación RGB de una manera completísima por cada tecla, optando por los efectos rápidos o editando como quiera el usuario. Las posibilidades son ilimitadas e incluyen la sincronización con periféricos de la marca instalados como el ratón Lancehead que hemos empleado para los juegos.
Modos de funcionamiento. Otro apartado de este software es la capacidad para gestionar el nivel de prestaciones del portátil, tanto cuando lo tenemos enchufado a la corriente como cuando trabaja con la batería. Muy sencillo de utilizar, puedes trabajar en modo automático donde el equipo gestiona sus prestaciones en un modo que llama ‘Equilibrado’ y limita la temperatura y actuación de los ventiladores. También puedes personalizar por tu cuenta el rendimiento con cuatro niveles diferentes para la CPU y tres niveles para la GPU.
En esa misma pantalla del Synapse se incluye un acceso directo a la configuración del modo de GPU de NVIDIA, donde se puede configurar la función Advanced Optimus que incluye para el cambio entre la gráfica integrada y la dedicada, la frecuencia de actualización de la pantalla y el resto de parámetros de control del gigante verde.
Audio. La aplicación de Razer para audio permite gestionar la configuración general y la de la tecnología THX. Ofrece dos modos generales, estéreo y simulación de audio espacial, función para mejora de los diálogos y cuatro perfiles predefinidos para tareas como juegos, música o vídeo, con ajustes de ecualización establecidos, aunque se pueden personalizar como el usuario desee. Del apartado del audio comentar que sus altavoces se escuchan muy bien, aunque le faltan graves como a casi todos los portátiles. Y es que es tan delgado que no hay sitio para montar subwoofers de calidad.
Teclado. El teclado chiclet del Advanced 15 ofrece un buen tamaño de tecla y de separación, y el sistema de iluminación Razer Chroma RGB personalizable para cada tecla, con 16,8 millones de colores y un buen número de efectos es una garantía. Si vienes de un sobremesa te costará acostumbrarte un poco a la escasa profundidad que ofrece. Quizá por ello nos quedamos por debajo de nuestra marca habitual en la prueba de escritura con 10fastfingers y es que este teclado está más enfocado a juegos. Una vez te acostumbres a su uso, cero problemas, la función de N-key rollover, la alta tasa de ultrapolling y la baja latencia impide cualquier tipo de retardo o fallo. En iluminación, absolutamente lo que quieras como en los teclados del fabricante.
Touchpad. Al buen trabajo del teclado se une un touchpad de altas prestaciones, que nos ha gustado especialmente por sus altas prestaciones, generoso tamaño, sensibilidad y el controlador Microsoft Precision que utiliza y que es el mejor en portátiles fuera del que usa Apple en los MacPro.
Autonomía. No es éste un modelo dedicado a conseguir una autonomía relevante como el de los ultraportátiles para trabajo y seguramente lo dediques mayormente al escritorio conectado a fuentes de energía, pero siempre es positivo ver que los fabricantes también prestan atención a este apartado y Razer la ha mejorado en dos horas frente a la versión anterior. En nuestras pruebas usamos reproducción de vídeo con el 50% de brillo de pantalla y usando la gráfica integrada alcanzando 8 horas de autonomía. En juegos, con la dedicada, no alcanzamos más de tres horas.
Ruido y temperaturas. El modo de funcionamiento predeterminado que por defecto usa el portátil, junto al Optimus de NVIDIA para cambiar a la gráfica integrada sin interrupciones, es perfecto para usos de ofimática, navegación web y reproducción multimedia. Las temperaturas se mantienen bastante bajas y los ventiladores o no actúan o lo hacen a un ruido imperceptible. El escenario cambia por completo cuando le das caña y quieres obtener el máximo rendimiento posible de este equipo como hemos hecho nosotros para las pruebas con los benchmark y los juegos. En el modo personalizado con la CPU y GPU a tope, los ventiladores actúan a una gran velocidad de rotación y con alto grado de sonoridad.
En cuanto a zonas de calor, encontramos una temperatura demasiado elevada en partes del teclado. Esta situación la hemos encontrado en portátiles de este tipo donde en un diseño impresionantemente delgado y ligero se meten componentes de enorme rendimiento. El usuario tendrá que buscar el grado de equilibrio necesario para cada tipo de uso.
Conclusiones
Nos ha gustado casi todo de este Razer Blade 15 Advanced. Sobrado en rendimiento de proceso, subsistema gráfico, memoria y almacenamiento, tenemos que volver a destacar la gran calidad de imagen de su pantalla y una resolución 2K que para nuestro gusto es perfecta para un portátil de su tamaño (el 4K tiene sus compromisos) combinada con una altísima frecuencia de actualización. El teclado es cómodo, efectivo y ampliamente personalizable, acompañado de un touchpad sobresaliente.
Muy bien en conectividad (salvo Ethernet), la autonomía no alcanza la de un ultraportátil, pero esas cerca de 8 horas reales son bastante razonables para su enfoque de uso. Los altavoces suenan muy bien con la certificación THX y un códec avanzado que se nota cuando usamos auriculares, mientras que la calidad de construcción, diseño y acabados rayan a gran nivel y es lo que se espera de un modelo premium que aspira al top-10 entre los grandes portátiles y puede reemplazar con solvencia y mayor versatilidad a un sobremesa.
En el lado menos positivo tenemos que señalar los puntos calientes en varias zonas de teclado y el reposamanos, y el elevado ruido de los ventiladores cuando le estés pegando duro a tu triple A favorito. Ya lo hemos mencionado en otros análisis. Es uno de los compromisos del montaje de componentes de enorme potencia en diseños tan delgados como el de este Razer Blade 15 Advanced.
Y llegamos a un punto crítico: el precio. El acceso a estos equipos premium exige una inversión muy elevada. La versión probada, tope de gama antes de la llegada de los modelos con los Intel Tiger Lake, se aproxima a los 3.000 euros. En el portal web español de Razer tienes una docena de configuraciones distintas. La más económica es la del modelo ‘Base’ que ofrece una pantalla de 144 Hz, una RTX 3060 y una CPU actualizada al Core i7-11800H, por 1.799 euros.
También puedes encontrar varios modelos en nuestros minoristas de cabecera, PcComponentes o en Amazon, aunque hay que decir que la tienda oficial ofrece un mayor número de configuraciones y envío gratuito.
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