Windows 11: posible solución al problema del explorador

Si eres de las primeras personas que ya han dado el salto al Windows 11, pese a nuestra recomendación de que no lo hagas de momento, es posible que estés experimentando alguna merma en el rendimiento de tu PC. Ninguna sorpresa, en realidad, ya estamos acostumbrados a que las nuevas versiones de Windows, así como buena parte de sus actualizaciones mayores, lleguen con algunos problemas que, no obstante, suelen ser resueltos con premura por parte de los de Redmond.

Prácticamente desde su llegada a los primeros PC compatibles, ya empezamos a ver los primeros problemas de rendimiento de Windows 11, y que afectaban tanto a los juegos como a la conexión a Internet. Y por si eso fuera poco, solo unas horas después también supimos que el nuevo sistema operativo de Microsoft puede tener problemas en ordenadores que emplean procesadores de AMD, debido a problemas con el modo en el que Windows 11 gestiona la caché L3 del procesador, un elemento crítico en los chips de este fabricante.

En Microsoft se han puesto las pilas con ambos problemas y, aunque todavía están presentes, se espera a corto plazo una solución para ambos. Sin embargo, también ha aparecido un tercer problema que podría afectar, potencialmente, a cualquier usuario, y que penaliza el rendimiento de los sistemas. Según podemos leer en MSPowerUser, este último se relaciona con el explorador de archivos de Windows 11, aunque también afectaría a otras acciones relacionadas con la gestión de archivos y accesos directos.

La buena noticia es que, según podemos leer en esa misma publicación, la solución a este problema ya estaría cerca de llegar, pues la causa del mismo ya ha sido identificada (el sistema realiza una serie de cálculos innecesarios y que sobrecargan de trabajo al sistema), y ya se estaría probando una primera solución al mismo en la última versión de Windows 11 publicada en el canal de desarrollo del programa para insiders de Windows.

Son bastantes las razones para pensar que esta solución debería ser la definitiva, si bien desconocemos cuánto tardará en llegar a la versión final del sistema operativo. No obstante, con este ya tenemos un recordatorio más de las razones por las que, en la mayoría de los casos, y siempre en sistemas empleados para trabajar, estudiar, etcétera, lo más recomendable es no aplicar nunca el primer día este tipo de actualizaciones. Y es que un exceso de prisa por ser los primeros en probar lo último de Windows 11, nos puede llevar a una situación muy, muy poco deseable.