Los asistentes al Mundial de Qatar tendrán que pasar por el aro del ‘spyware’ estatal

El próximo Mundial de Fútbol se prevé de lo más curioso. Comprado a golpe de petrodólares por la monarquía absoluta de Qatar, no solo va a ser insólito por la localización y la fecha, elegida para evitar temperaturas imposibles; o, tal y como sucedió en los Juegos Olímpicos de China, por celebrarse con el beneplácito de las grandes democracias del mundo en un país que no respeta los derechos humanos: además, va a ser especialmente delicado para quienes se aventuren a acudir a la cita.

Según se informa en diferentes medios a lo largo y ancho del globo, loas asistentes al Mundial de la FIFA serán obligados a instalar un par de aplicaciones en sus teléfonos con distinto fin o, por activa y por pasiva, con distinta excusa, pero con un mismo efecto secundario: el de ser espiados por las autoridades catarís. Por un lado, con el fin o excusa de la asistencia y por el otro, del comodín que no falla, el del control del covid-19.

Así, Hayya es la aplicación oficial del Mundial, empleada entre muchas otras cosas para que los asistentes realicen el seguimiento de las entradas, o para acceder gratuitamente al metro de Qatar. Y luego está Ehteraz, la aplicación de rastreo de covid-19 con la que controlar la potencial explosión de los contagios, habida cuenta del escenario de masificaciones que se espera una vez haya comenzado el campeonato. Por supuesto, se trata en ambos casos de aplicaciones sobre las que los expertos no adelantan nada bueno.

Hayya, por ejemplo, solicita permisos conectarse a la red y para determinar la ubicación del terminal, así como transmite todos los datos recogidos mediante una conexión no segura a una localización remota en la que permanecerán todo el tiempo que deseen sus responsables, pues no es posible reclamar su eliminación. Todo esto se especifica en la política de privacidad de la aplicación. Hayya será de instalación obligatoria de facto, pues será la utilizada para gestionar las entradas a los partidos.

Ehteraz va más allá y además de permisos para conectarse a la red (incluyendo wifi y Bluetooth con prioridad con respecto a otras aplicaciones) y para determinar la ubicación, podrá acceder a los contenidos del móvil, esto es, permisos de escritura con los que leer, borrar o alterar la información almacenada en el terminal, al tiempo que podrá impedir que el dispositivo entre en suspensión. Ehteraz también será de instalación obligada, esta con motivo del control de la pandemia de covid-19.

¿Suena mal? Seguramente sea mucho peor, y es que todo lo que se sabe de estas aplicaciones es porque es ha sido publicado por las entidades desarrolladores, el Ministerio del Interior en el caso de Ehteraz y el comité de organización del Mundial en el de Hayya. Así que solo cabe imaginar qué harán que no hayan dicho. En ambos casos, no obstante, son aplicaciones disponibles -y, por lo tanto, aprobadas- en la App y Play Store de Apple y Google, respectivamente.