La Xbox portátil llegará en 2026 y rendirá casi como una Xbox Series S

Microsoft está trabajando en una Xbox portátil, una consola que ya se encuentra en fase de prototipo y cuyo lanzamiento podría producirse en 2026, según una nueva información publicada en el vídeo que encontraréis al final de este artículo. Esta fecha cuadra con el estado actual de este proyecto, que todavía se encuentra en una etapa temprana y que al parecer ha sido algo que ha partido totalmente desde cero, es decir, que no se han reutilizado trabajos anteriores que por una razón u otra acabaron siendo descartados.

El interés de Microsoft en una Xbox portátil se explica por el importante crecimiento que ha experimentado este mercado en los últimos años. Steam Deck fue la punta de lanza que abrió el camino, y dio pie a la llegada numerosas consolas con alma de PC basadas en Windows 10 y Windows 11. Microsoft va a partir de un enfoque más cercano al de la Steam Deck, ya que su Xbox portátil vendrá con un sistema operativo personalizado y especializado en juegos.

La importancia del sistema operativo en una consola portátil está fuera de toda duda, no solo porque permite optimizar y reducir el consumo de recursos, sino también porque permite a los desarrolladores acceder de una manera más sencilla a todos los «entresijos» de la consola facilita el desarrollo de juegos. También podemos esperar un hardware personalizado basado en componentes de nueva generación, aunque sobre este tema todavía hay muchas dudas, y es normal, ya que hablamos de un proyecto que está a más de dos años de distancia.

Con todo, podemos hacer una estimación basándonos en la fecha de lanzamiento que tenemos sobre la mesa, y de la situación actual en la que se encuentran Xbox Series S y Xbox Series X. Ambas consolas utilizan una APU AMD, así que lo más probable es que esa Xbox portátil también utilice un silicio de AMD, ya que de lo contrario Microsoft tendría que dar forma a un nuevo kit de desarrollo solo para cubrir las necesidades de esa nueva consola, algo que no sería práctico ni rentable, y que pondría las cosas más difíciles a los desarrolladores.

La APU de esa Xbox portátil será más avanzada que la que utilizan las consolas actuales, y es muy probable que esté basada en una CPU Zen 5 y en una GPU Radeon RDNA 4 o RDNA 5, ambas personalizadas para adaptarse a las particularidades de una portátil tanto a nivel de consumo como de calor generado. Su configuración de memoria RAM debería ser de 16 GB, pero no podemos descartar que Microsoft opte por montar otra configuración, y vendrá acompañada de un SSD de alto rendimiento.

Por lo que respecta a la potencia de esa consola lo más probable es que sea capaz de mover juegos en 1080p con fluidez manteniendo un buen nivel de calidad gráfica. En general podemos esperar una experiencia similar a la que tendríamos con Xbox Series S, aunque no podemos descartar que esta acabe siendo incluso mejor gracias a los avances que introducirán esas nuevas arquitecturas.

Será interesante ver si Microsoft opta por un diseño híbrido capaz de trabajar como portátil y como consola de sobremesa, algo que la convertiría en una competidora directa de Nintendo Switch 2. La consola de la gran N jugará con ventaja, porque llegará al mercado a principios de 2025, según las últimas informaciones que tenemos.

Imágenes creadas con IA.