Preguntas y respuestas sobre el iPhone 5C

Durante meses hemos estado leyendo rumores que vaticinaban un iPhone «low-cost», un terminal de precio asequible con el que Apple intentaría ganar terreno a Android en la gama media y, de paso, parar la positiva evolución que está experimentando Windows Phone en los últimos meses. Por fin, ayer se presentó en sociedad el nuevo iPhone 5C, un iPhone 5 que cambia el aluminio por el policarbonato de colores y que será tan caro como los mejores terminales de gama alta de la competencia: 599 euros.

El iPhone «barato» tiene una arquitectura interna idéntica a la del modelo que sustituye (el iiPhone 5 desaparece de los lineales), a excepción de unas mejoras en la batería que mejorará la autonomía, aunque no dieron más detalles. En la presentación, Phil Schiller habló de 99 dólares para el modelo de 16 Gbytes y 199 para el de 32 Gbytes, siempre asociado a un contrato de datos y un compromiso de permanencia. Nos planteamos algunas preguntas y respuestas sobre el producto más sorprendente de la pasada keynote.

¿Para quién es el iPhone 5C?

No vamos a dudar aquí de la estrategia que tendrán el mente los gurús del marketing que viven en Cupertino pero el elevado precio del iPhone 5C y lo cerca que está del modelo superior (el único con novedades relevantes) hace que los profanos en la materia dudemos de su posicionamiento en el mercado. Sin sitio en los mercados emergentes por precio, todo apunta a que el iPhone 5C será carne de subvención y programas de puntos.

Sí, es cierto que en términos de diseño y estética el iPhone 5C supone un soplo de aire fresco pero también lo es que el mercado está repleto de terminales similares a precios mucho más ajustados, como los equilibrados Nokia Lumia. Los que ya dispongan de un iPhone 4S o superior, dificilmente justificarán gastar 600 euros en un cambio estético que podemos conseguir con fundas de calidad que no superan los 30. Un apunte ilustrativo: en su publicidad, Apple vende el iPhone 5C con la leyenda: «Color mucho más allá del color».

Un iPhone de bajo coste… pero sólo para Apple

Hasta cierto punto, los rumores que hablaban de un teléfono de bajo coste no iban tan desencaminados. Vender el mismo hardware que hace un año junto a un proceso de producción mucho más económico (y sin los quebraderos de cabeza del tristemente famoso biselado de aluminio) permitirá a Apple mejorar considerablemente su margen de ganancias por terminal.

El proceso industrial necesario para fabricar un iPhone 5C es mucho menos exigente que el de un iPhone 5 (o un iPhone 5S ahora), los componentes internos no cambian y son mucho más baratos que hace un año. El resultado es una economía de escala mucho más eficaz y rentable para las arcas de la compañía californiana.

De paso, desde hoy mismo el iPhone 5 deja de estar disponible en los países donde el 5C ya se puede comprar. Una muestra más de que Apple lo considera un competidor natural y que quiere reservar el aluminio para su nuevo tope de gama.

iPhone 5C o la nueva golosina para los operadores de telefonía

El iPhone 5C puede ser la salvación para muchos operadores de telefonía tradicionales que ven como las OMVs les comen terreno a pasos agigantados. Así, veremos como Movistar, Vodafone o Orange incorporan agresivas ofertas de permanencia a cambio de un flamante iPhone 5C, ya sea volviendo al modelo de subvención o camuflando la estrategia con financiaciones basadas el préstamos al consumo para atraer clientes rentables, que están dispuestos a pagar más cada mes por lucir un iPhone en su bolsillo.

En este punto, cabe destacar la intención de Apple de entrar con fuerza en el mercado chino en particular y en las economías emergentes del sureste asiático. Los términos del acuerdo con China Mobile puede ser clave para los números finales del iPhone 5C en la cuenta de resultados de la compañía de la manzana.

Un iPhone para competir con otros iPhones

De ser ciertos los rumores que situaban el precio del nuevo iPhone de Apple en torno a los 350-400 euros, la competencia de Apple se hubiera levantado mucho más preocupada. Probablemente también los analistas de Wall Street estarían más contentos con un terminal diseñado para dañar el sector de mercado donde están ganando dinero Samsung y compañía pero, a priori, los enemigos naturales de este iPhone 5C juegan en casa.

Por solo 100 euros más (en la misma capacidad) los usuarios que se plateen realizar una inversión potente en un smarthpone no dudarán en comprar el espectacular iPhone 5S, repleto de novedades técnicas que sí marcaran la diferencia. En el mismo rango de precios del 5C tenemos los mejores terminales de Samsung, HTC o Sony, por no mencionar los imbatibles Nexus.

Aquellos que quieran entrar en el mundo iPhone por primera vez y no quieran gastar demasiado pueden encontrar un iPhone 4S nuevo desde 399 euros o buscar un iPhone 5 «descatalogado» a un precio mucho más competitivo. Al fin y al cabo, siempre podemos gastar la diferencia en la funda que más nos guste.