El refresco de Haswell mantendrá el socket LGA 1150

Todo apunta a que lo nuevo de Intel para sobremesa, esto es, la renovación de la gama Haswell, mantendrá el socket LGA 1150, un detalle importante pero a su vez positivo para los consumidores.

Esto quiere decir que la llegada de los chipsets Z97 y H97 no supondrá un cambio significativo que obligue a cambiar de placa base y, de hecho, las placas que lleguen basadas en ambos chipsets mantendrían la compatibilidad con los actuales procesadores basados en Haswell.

Bien pero, ¿qué ocurrirá con las placas base actuales y los nuevos Haswell? Pues de nuevo una buena noticia, ya que dichas placas serían compatibles con la nueva hornada de procesadores mediante una simple actualización de la BIOS.

De momento no tenemos nada claro en qué medida la nueva gama Haswell marcará una diferencia sustancial frente a la generación actual, aunque en lo relativo a los nuevos chipsets las diferencias no van a ser nada exageradas.

Es evidente que todo aquel que tenga un equipo basado en Sandy Bridge, Ivy Bridge o la actual gama Haswell no encontrará motivos de peso para dar el salto a lo nuevo de Intel.