Xbox One podría mejorar su rendimiento al funcionar sin Kinect

La eliminación de Kinect como requisito en la consola de nueva generación de Microsoft ha sido una de las bombas de la semana, y lo cierto es que al parecer podría contribuir incluso a mejorar las capacidades de la máquina.

Según las últimas informaciones Xbox One podría mejorar su rendimiento de forma considerable, ya que al no necesitar Kinect para funcionar podría recuperar los recursos que destinaba al sensor de Microsoft y utilizarlos en otros menesteres.

Hasta aquí bien, pero seguro que os preguntáis si realmente dichos recursos pueden marcar la diferencia, y lo cierto es que sí, ya que se estima que en total Xbox One destinaba un 10% de su potencia gráfica a Kinect, una cantidad que como anticipamos resulta más que considerable.

En efecto, como habrá anticipado más de uno de vosotros recuperar ese trocito de potencia puede acercar Xbox One a PS4, y mucho, hasta tal punto que las diferencias a nivel de resolución en juegos entre una y otra consola podría llegar a quedar en algo anecdótico.

De momento no podemos anticipar nada concreto en este sentido, pero será interesante ver cómo aprovecha Microsoft y las desarrolladoras ese 10% extra de potencia en sus próximos juegos.