Twitter luchará contra los trolls pidiendo sus números de teléfono

A principios de este mes Dick Costolo, actual CEO de Twitter, reconoció que en la red social de microblogging no se estaba tomando las medidas suficientes para acabar con los trolls, que en muchas ocasiones se dedican a acosar a otras personas.

Con el fin de cambiar la sensación de impunidad que tienen muchos trolls en Twitter, desde la red social han decidido tomar nuevas medidas para expandir el proceso para reportar problemas de seguridad de los usuarios, además de un sistema de seguimiento a través del número de teléfono para prevenir y neutralizar a los trolls que usan varias cuentas para sus campañas de acoso.

Muchas veces los trolls tienen varias cuentas distintas que usan para hacer sus campañas, o bien se vuelven a crear otra rápidamente una vez que se les ha cerrado una, debido a que hasta ahora las cuentas solo se identificaban a través del correo electrónico, siendo el número de teléfono opcional, así que la creación de un nuevo correo electrónico era suficiente para que el acosador pudiera seguir haciendo sus fechorías. Sin embargo cambiar el número de teléfono no parece que sea algo tan sencillo de realizar, así que sería una mejor referencia para controlar y neutralizar a los trolls.

Al parecer Twitter pondrá en marcha este mecanismo de forma excepcional, solicitando el número de teléfono a aquellos usuarios que son denunciados por acoso, bloqueando sus cuentas hasta que hayan dado el dato que se les ha pedido. Una vez obtenidos los números de teléfonos los acosadores pasarán a una lista de trolls y a partir de ahí decidirá si se anulan definitivamente las cuentas o no.

Quizá no sea una medida perfecta, pero es un paso hacia adelante por parte de Twitter en su lucha contra el acoso. Por otro lado ha anunciado que ha triplicado el tamaño de su equipo de apoyo en línea con un mayor énfasis en la seguridad, y que los informes por abusos se han multiplicado por cinco desde que comenzó a permitir que terceros puedan reportar estos casos.

Fuente | TechCrunch